Los partidos polí­ticos y la comunicación


Las organizaciones partidarias en el paí­s parecen aves de verano, sólo aparecen en época electoral para ganar el voto de la población y pasan el tiempo incomunicados y sin incidencia polí­tica.

Pedro Mateo
chamateo99@hotmail.com

La debilidad de los partidos polí­ticos tradicionales es tan evidente, son contaditos aquellos que demuestran identidad ideológica, instituyen nuevos liderazgos y trabajan de acuerdo a un plan de trabajo, pero la mayorí­a son electoreros que desconocen sus obligaciones en un estado democrático. La ley Electoral y de Partidos Polí­ticos señala que: «Los partidos polí­ticos legalmente constituidos e inscritos en el Registro de Ciudadanos, son instituciones de derecho público…», lo que implica que tienen el compromiso de conocer, discutir y proponer soluciones a los problemas nacionales.

Durante estos dí­as, ninguna institución polí­tica ha manifestado interés en examinar la crisis alimentaria, las explotaciones mineras y la necesidad urgente de aprobar una la ley de acceso a la información. Ante esta inactividad y en aras de ser partí­cipes con incidencia, es necesario un proceso de preparación de un equipo de comunicación de los partidos, lo que facilitarí­a crear una cultura de suministrar información interna y externa de cada agrupación polí­tica.

Durante las campañas electorales, todo el entusiasmo comunicativo de los partidos se enfoca totalmente hacia el público en general, pero finalizado todo el evento no se logra generar algún ví­nculo comunicativo entre dirigentes polí­ticos y ciudadanos, ni si quiera con los correligionarios. Todos los partidos se quedan inactivos y ese sentimiento experimentan los simpatizantes al no recibir ningún insumo para seguir creyendo en las propuestas polí­ticas e ideologí­as. Esta circunstancia es normal en nuestro sistema polí­tico, que sólo contribuye a la débil institucionalidad de los partidos.

La comunicación es un mecanismo de participación que deben fortalecer los lí­deres polí­ticos y no seguir aplicando aquellas estrategias de hace 20 años. Si hace falta voluntad o capacidad para conformar un Equipo de Comunicación, debe buscarse refuerzo para comenzar a andar. Recientemente, doce partidos polí­ticos están siendo apoyados por el programa de Diálogo Multipartidario del Programa de las Naciones Unidas para la creación de un sistema de comunicación interna en cada partido polí­tico, con el objetivo de consolidar las estructuras internas de comunicación.

Los delegados de los equipos de Comunicación e Incidencia deben participar en talleres y foros para discutir la naturaleza de cada partido polí­tico, así­ convertirse en enlaces en sus agrupaciones y generar capacidades para ser aplicadas en forma diferente. La comunicación intrapartidaria genera identidad y sentido de pertenencia polí­tica, por lo que nuestro sistema democrático guatemalteco, en el cual la confianza polí­tica es baja, es indispensable generar nueva imagen hacia la sociedad.

A la selección de jóvenes deseosos en convertirse en canal de comunicación se les debe garantizar la ejecución de lo aprendido y motivar a las nuevas generaciones desarrollar una cultura de comunicación. Así­ como a los partidos polí­ticos les interesa fortalecer las estructuras organizativas durante los procesos electorales, también deben priorizar la comunicación, sólo que en forma permanente.