Los operadores polí­ticos


Eduardo Meyer.

El fin de las aplanadoras legislativas en el Congreso de la República que obligó a los diputados a sentarse a conversar en la búsqueda de acuerdos y grandes consensos, nuevamente será el denominador común en la sexta legislatura que tomará posesión el 14de enero del año entrante, en virtud que el pueblo de Guatemala a través de su voto dispuso nuevamente el pasado 9 de septiembre, no otorgarle el poder absoluto a ningún partido polí­tico.


La Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) es el bloque legislativo mayoritario con 51 de los 158 escaños y si bien requiere del apoyo de 29 diputados más para aprobar leyes ordinarias (la mitad más uno equivale a 80 diputados) sus operadores polí­ticos tendrán que extender su ámbito de acción más allá, conversando y tendiendo puentes de comunicación permanentes en la búsqueda de acuerdos con todos los bloques legislativos, sin discriminar, incluyendo los pequeños, tales como CASA, EG, UCN, URNG.

Si bien el trabajo polí­tico que aguarda a sus operadores es arduo, su labor se complicará, cuando pretendan impulsar reformas o nuevas leyes que requieran para su aprobación de la mayorí­a calificada (105 votos), puesto que sin el cabildeo oportuno para establecer su viabilidad con los tres principales bloques legislativos de oposición (Gana, PP y FRG) es perder el tiempo en discusiones estériles de proyectos de ley que jamás van a votar.

En un foro reciente, transmitido por el Canal de Antigua, en el Programa Este-Oeste, dirigido por Alfred Kaltschmitt y Pedro Trujillo, los diputados Eduardo Meyer, Jorge Méndez, Oliverio Garcí­a y Arí­stides Crespo (UNE, Gana, PP y FRG), a quienes el conductor calificó como los principales operadores polí­ticos de ésta y la próxima legislatura, se refirieron a la importancia que tiene para la gobernabilidad del paí­s la capacidad y experiencia de los operadores polí­ticos con que debe contar el partido oficial.

No existen cabildeadores

El diputado Garcí­a Rodas, afirmó que en Guatemala no existen cabildeadores. Solo se acercan al Congreso de la República, cuando por ejemplo, al Ejecutivo le interesa que le aprueben una reforma fiscal o un tratado de libre comercio, pero luego se alejan. Y muchos desconocen cómo funciona el Congreso de la República, porque su labor de cabildeo o lobista se circunscribe únicamente con los diputados de la bancada oficial, cuestionó.

Sobre el particular, el diputado Crespo recordó que una de las crí­ticas a este gobierno, fue precisamente por su carencia de operadores polí­ticos. «Jorge Méndez, como decimos en buen chapí­n le hizo la cacha, o sea, hizo buena parte del trabajo que le correspondí­a al Ejecutivo». Igual que su colega del Partido Patriota, Crespo cree que un buen operador polí­tico, además de experiencia debe tener amplios conocimientos parlamentarios.

Polí­ticos piden respeto del Ejecutivo

El Jefe del Ejecutivo debe respetar al Congreso y mantener un constante cabildeo para viabilizar sus objetivos. El diputado Méndez coincide también con esa apreciación y considera toral que el Ejecutivo mantenga comunicación los 48 meses de su gestión con el Legislativo, principalmente con la Instancia de Jefes de Bloque, toda vez que es aquí­ donde se define el contenido de la agenda legislativa y donde cada jefe de bancada, sin importar el número de diputados que represente, tiene el mismo voto y su opinión cuenta.

La Instancia de Jefes de Bloque, si bien existe desde hace varios años, ha cobrado mayor importancia en esta legislatura y seguramente en la próxima, porque dada la ausencia de las aplanadoras, cada vez más distante, los diputados han aprendido a conversar y ponerse de acuerdo en los temas que la Presidencia y Junta Directiva propone incluir en la orden del dí­a, pero que a iniciativa de los jefes de bloque puede ser modificada.

Fin de las aplanadoras

El fin de las aplanadoras, primero la verde, luego la amarilla y por último la azul, dieron paso a lo que el diputado Crespo considera como el inicio de la era democrática en el Congreso de la República. «Ahora se ve más lentitud para aprobar leyes, porque debemos hablar con todos, lo cual ha sido muy edificante que la población vote de manera distinta, impidiendo las mayorí­as.

El nuevo presidente tendrá que sentarse y discutir con todos, auguraba Crespo en ese foro que se realizó en la ví­spera de la segunda vuelta. Y efectivamente, fue lo primero que hizo el presidente electo, ílvaro Colom, convocar a todos, incluyendo a los partidos polí­ticos sin representación parlamentaria, llamado que no atendió el PP, y Harold Caballeros, que UNE reconoció obvió invitar.

Según polí­ticos que participaron en esa reunión, vieron con buenos ojos la declaración del presidente electo, quien valoró la importancia de los partidos polí­ticos en la toma de las grandes decisiones.

El diputado Méndez reconoce que el trabajo legislativo es dinámico cuando existe una aplanadora, mientras que Crespo, dice que pueden ser dañinas si no son bien utilizadas. Lo cierto del caso es que por la decisión soberana del pueblo de Guatemala, hoy deben conversar, incluso como reitera Méndez, con aquellos grupos que otrora se satanizaban.

Su colega, el diputado Garcí­a Rodas, afirma que la confrontación ideológica y la polarización han dejado de existir en el Congreso de la República.

Poco viable reforma constitucional

Tal como lo habí­a planteado en sus ofertas de campaña uno de los partidos polí­ticos finalistas, la reforma constitucional es vista como poco viable. PP habí­a anunciado que el 14 de enero presentarí­a un proyecto de esa naturaleza, mientras que UNE, si bien reconoce la necesidad de la discusión de algunos temas constitucionales, no está dentro de sus prioridades de gobierno,

Sobre este tema, el diputado Garcí­a Rodas dijo que antes de iniciar un proceso de reforma constitucional debe plantearse qué se pretende con dicha reforma. El diputado Meyer, de la UNE, afirma que la actual Constitución Polí­tica es muy joven y que lanzarse a una reforma alocada vendrí­a a dañar el proceso democrático, incluso a detenerlo.

Jorge Méndez, recuerda que en 1998 se plantearon 16 enmiendas y terminó el Congreso aprobando 52 reformas constitucionales, igual Crespo, dijo que si bien se ha hablado de la conveniencia de discutir lo relativo a la reelección de diputados, elección de gobernadores, elección de magistrados habrí­a que esperar las propuestas y los partidos a lo interno discutir su conveniencia.

El FRG está dispuesto a entrarle a la discusión y al análisis. Méndez, mencionó la necesidad de eliminar la elección anual del Presidente de la Corte Suprema de Justicia y de la Junta Directiva del Congreso de la República, así­ como la renovación del Congreso a la mitad del perí­odo.

Mí­nimo, tendrí­an que ponerse de acuerdo cuatro bloques legislativos, anticipó Garcí­a Rodas, lo cual vio remoto sin que antes haya un planteamiento de qué tipo de Estado se quiere. Y además, antes habrí­a que definir el mecanismo de consulta, porque no se puede meter todo en un paquete, por ejemplo, lo relativo al Ejecutivo, Judicial y Legislativo, tendrí­an que ir por separado, comentó a manera de ejemplo.

Congreso de profesionales ¿democracia o discriminación?

Sobre la representatividad del Congreso de la República, el diputado Meyer dijo que este Organismo del Estado es un espejo de lo que es Guatemala. Así­ como llegan neófitos, personas con escasa cultura, pero que ganan elecciones, también llegan con grandes tí­tulos, pero igual les merecen respeto.

En contraposición, Crespo dijo que el trabajo de un diputado distrital no es reconocido, porque llegar al Congreso es difí­cil, primero hay que ganar la nominación del partido. «Cada diputado que veo en su curul, no veo tanto su preparación académica, sino el liderazgo que representa, el respaldo de su gente», sentenció.

«Yo difiero de la preparación que dice Guayo que carecen muchos. Hay muchos que sin tener un grado académico tienen un gran amplio conocimiento de su comunidad. Tienen un conocimiento y experiencia para tener ese liderazgo», señaló Méndez.

Sobre ese tema, Garcí­a, dijo que reformar la ley para que los diputados sean profesionales habrí­a que preguntarse primero qué tipo de democracia se quiere, ¿será democracia o discriminación que al Congreso sólo lleguen egresados de las universidades?

Los operadores polí­ticos como se le reconoce a los diputados entrevistados en este espacio tienen una larga experiencia parlamentaria. Admiten que si bien existe un nivel de camaraderí­a entre ellos tienen diferencias conceptuales, incluso ideológicas muy profundas, pero que están dispuestos a trabajar por el bien de la gobernabilidad del paí­s articulando consensos y acuerdos.