¡Los niños con cáncer urgidos de su ayuda!


   Si usted está leyendo el inicio de este artí­culo significa que tiene alguna posibilidad de ayudar, por poco que sea. Le contaré y usted tomará su decisión al finalizar la lectura, si es que aún vive en su corazón la esperanza por un futuro mejor para miles de niños.

Eduardo Villatoro

   Hay tantas necesidades en la población guatemalteca, especialmente las de menores recursos, que ni el Estado puede resolver ni la sociedad en su conjunto está en capacidad de solucionar, pero también se cuenta con personas que han adquirido voluntaria y espontáneamente un compromiso con su conciencia y con los necesitados, sobre todo cuando se trata de niños.

    La Fundación Ayúdame a Vivir se dedica a atender niños con una grave enfermedad que, si no es atacada a tiempo, generalmente es mortal, por medio de su programa «Salvando niños con cáncer», que le representa tres grandes desafí­os: a) el alto costo de los tratamientos; b) el tiempo de atención que requieren los pacientes, y c) el costo de la atención integral y multidisciplinaria que se brinda.

   Sólo voy a resumir lo que realiza la Fundación por medio de su Unidad Nacional de Oncologí­a Pediátrica (UNOP): más del 50% de pacientes con cáncer pediátrico llega con un alto grado de desnutrición, y de ahí­ que se implementó el programa de recuperación nutricional con el apoyo de la Casa Médica Abbot. En 2005 la tasa de abandono de tratamiento era del 17%, pero actualmente el número se ha reducido al 2%. Para lograr la cobertura del 100% de los pacientes que visitan el UNOP se debe seguir fortaleciendo el programa.

   El costo de un tratamiento de leucemia linfoblástica aguda, que es el tipo de cáncer más común, es de Q400 mil, y la mayorí­a de las familias de los pequeños enfermos carece de esa cantidad. Anualmente cada cama tiene un costo de  Q500 mil y el encamamiento intensivo es de un millón de quetzales. Respecto a la capacidad económica de las familias de los niños atendidos, el 90% tiene ingresos menores a Q2 mil; el 70% de pacientes proviene del interior del paí­s y de las áreas de mayor pobreza; el 35% se presenta con la enfermedad en estado avanzado; se atiende a más de 70 pacientes en la consulta externa diariamente.

  La UNOP brinda el más alto nivel de cuidados. Hasta finales del año anterior la UNOP atendió a más 3,550 niños, de los cuales se les detectó cáncer a 2,730, pero 1,070 ya están libres de la enfermedad y se ha descartado la presencia de cáncer en 820 chicos. Podrí­a seguir enumerando datos, pero lo que me interesa es decirle que la UNOP es el único centro especializado de referencia para pacientes pediátricos que padecen cáncer en Guatemala. Cada dí­a aumenta el número de pacientes  y es necesario ampliar las instalaciones y contar con mayores recursos. En la actualidad se atiende sólo al 44% de los pacientes, de manera que 5 de cada 10 niños no pueden ser diagnosticados y tratados.

    ¿Se ha puesto usted a pensar en que tiene la bendición de que ni sus hijos, hermanitos y sobrinos padecen de cáncer? ¿Qué harí­a si se presentara ese infortunio? Yo lo insto, mejor dicho le ruego, le suplico que proporcione una ayuda mensual a la Fundación Ayúdame a Vivir, conforme la bondad de su corazón, Con Q75 mensuales, que usted se gasta en una refacción, en una reunión con sus amigos, en una revista de modas, puede contribuir al programa de apadrinamiento. Su aporte se destinará exclusivamente para cubrir los gastos de medicamento y los tratamientos para combatir la enfermedad de un paciente.

     ¡Vamos! No sea ingrato. ¡Hágase padrino de un niño con cáncer! Llame a los números telefónicos 2445-4204; 2445-4206; 2471- 4998 y 2471-8290. Dios no lo quiera, pero algún dí­a un chiquillo miembro de su familia podrí­a necesitar el apoyo de otras personas como usted.

    (El filósofo de Malacatán Romualdo Tishudo cita este proverbio popular: -Lo que cuenta no es lo que se da, sino el amor con el que se da).