Descontentos tras una de las peores temporadas en la historia de la franquicia en la NBA, los directivos de los New York Knicks sacaron del cargo ayer al técnico Isiah Thomas.
Donnie Walsh, presidente de los Knicks, hizo el anuncio este viernes, dos días después de finalizada la temporada regular y en la que el equipo dirigido por Thomas finalizó con récord de 23-59, empatando la marca de derrotas obtenida bajo el mando de Larry Brown en la campaña 2005-06.
Thomas, quien trabajó a las órdenes de Walsh en Indiana dirigiendo por tres temporadas a los Pacers (2001-03), fue reasignado a otras funciones dentro de la organización de los Knicks.
Thomas fue criticado no sólo por su labor de entrenador, sino por sus pésimos movimientos y contrataciones cuando se desempeñó por un tiempo como gerente de los Knicks.
Pese a rebasar el techo salarial, los Knicks no pudieron presentar nunca un equipo competitivo.
Peor aún fue, pese a las críticas y los cánticos de los fanáticos en el Madison Square Garden para que despidieran a Thomas, el dueño del equipo, James Dolan, le recompensó hace 10 meses con una extensión de contrato por 24 millones de dólares.