Guatemala no se excluye del listado de países en los que el crimen organizado instala sus negocios, que van desde el tráfico de drogas y armas hasta extorsiones y asesinatos a sueldo, los cuales dejan una estela de violencia e inseguridad que se explica concatenando la corrupción e impunidad que debilitan al Estado.
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El estudio «Crimen, violencia y la crisis en Guatemala: Un estudio del caso de la erosión del Estado», del analista estadounidense Hald Brands, refiere que los negocios del crimen organizado están estrechamente relacionados con el narcotráfico, las pandillas juveniles y una serie de hechos violentos que, a simple vista, parecieran ser el resultado de la delincuencia común.
El informe explica cómo se puede conformar una cadena de violencia que va desde el acto de corrupción que comete un funcionario o militar, hasta la extorsión y el asesinato a sueldo que comete un pandillero.
En la cadena no se excluyen las amenazas externas. Los cárteles de la droga mexicanos están perfectamente concatenados en la cadena de la muerte y violencia. Todo se integra en un sistema que desde hace años ha dejado a Guatemala con un Estado débil e incapaz de proteger a la población.
De manera clara se observa, entonces, la debilidad de las instituciones de seguridad y justicia que se enfrentan a las fortalecidas mafias y grupos criminales, que tienen más recursos bélicos, dinero y recursos de inteligencia que muchas de las entidades estatales, lo que da como resultado un país con altos índices de violencia e inseguridad. .
Expertos en seguridad afirman, que delitos como tráfico de personas, armas y drogas, así como la trata de personas, los secuestros, el robo de vehículos y los asesinatos son los negocios más fuertes de los grupos criminales, que desestabilizan y afectan a cada país.
TRASCENDENCIA
El pasado 14 de abril, en una visita a Guatemala de grupos antinarcóticos de Estados Unidos y del istmo, se discutió sobre la trascendencia del tráfico de personas, drogas y armas, así como de la innovación de estrategias implementadas por los grupos criminales transnacionales.
El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, Douglas Fraser, manifestó su preocupación por esos flagelos, al tiempo que propuso la unificación de esfuerzos para erradicar dichos males.
«Todos estamos pendientes, tanto del tráfico de drogas, así como de armas y personas. Sin embargo, esto ha ido en aumento y está llegando, incluso, a países de otros hemisferios. Podemos contribuir a atacar este problema que afecta desde la seguridad individual y a la nacional y regional», afirmó Fraser.
De acuerdo con el funcionario estadounidense, en el caso del trasiego de estupefacientes, es preocupante el desplazamiento de narcotraficantes mexicanos y sudamericanos, por Centroamérica, quienes han creado una «red por carreteras».
En la reunión se dio a conocer que en 2009, en la región, se incautaron 240 toneladas de cocaína, de las cuales cinco fueron decomisadas en Guatemala, mientras que sólo en lo que va del 2010 se han decomisado cuatro toneladas, lo que representa una pérdida de unos US $4 billones para el narcotráfico.
Pese a los resultados positivos, preocupan las constantes estrategias de innovación en el intento para ingresar droga por diferentes vías, lo cual representa un doble esfuerzo para las autoridades que desean combatir el problema.
TRíFICO
También se discute sobre el tráfico y trata de personas, que son delitos que se han agudizado en los últimos años y que afectan principalmente a los países en vías de desarrollo.
De acuerdo con la Agencia de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los refugiados (ACNUR), el objetivo de la trata de personas es la explotación de la persona, en cambio, el tráfico, es la entrada ilegal de migrantes.
En el caso de la trata, no es indispensable que las víctimas crucen las fronteras para que se configure un hecho delictivo, mientras que éste es un elemento necesario para la comisión del tráfico.
Fuentes oficiales, destacan que estos ilícitos también forman parte de los negocios del crimen organizado, donde rara vez se descubre a los autores intelectuales, que tienen a una buena cantidad de personas operando en diferentes lugares.
Por otro lado, según Carmen Rosa de León, directora del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible (Iepades), el tráfico de armas representa un grave problema no solo a nivel local, sino internacional, pues varios países están involucrados.
De acuerdo con la Subdirección General de Operaciones de la Policía Nacional Civil (PNC), se conoce que algunas de las rutas donde se trafican ilegalmente armas son los pasos fronterizos de Nicaragua, El Salvador, Guatemala, México y Estados Unidos.
Iepades refiere que en dichas rutas se ha identificado el «tráfico hormiga», que consiste en transportar el armamento bélico en cargamentos marítimo, aéreo o vía terrestre, y también a través de personas que viajan a Estados Unidos y adquieren hasta cinco armas para ingresarlas a determinado país.
Según se indica, la legislación de Norteamérica permite que una persona compre cinco armas sin ningún problema, lo que facilita que gente vinculada a este negocio ingrese el armamento a países que lo demandan desde el Norte.
También se sabe que en Honduras las armas se adquieren mucho más baratas, porque existe un monopolio asociado con el Ejército de ese país, que permite obtener un arma a bajo costo.
Asimismo, como parte del tráfico hormiga, se conoce que varios vehículos rodados son utilizados para trasegar la armería, que es escondida en los asientos del vehículo, en la guantera o lugares poco visibles.
El tráfico hormiga es llamado de esta forma debido a que participan varias personas para transportar diferente cantidad de armas.
SECUESTROS Y ROBOS
Investigadores de la División Especializada en Investigación Criminal (DEIC) y del Ministerio Público (MP) opinan que los negocios que operan a nivel local, a través de los grupos del crimen organizado, son los secuestros y el robo de vehículos, que están estrechamente vinculados.
Por ejemplo, para cometer un secuestro se necesita de toda una organización que planifica desde «el antes, durante y después» de consumarse el hecho, donde se requiere de una logística que involucra a vehículos para que los victimarios y a la víctima se transporten.
Según se indica, cuando se han desarticulado varias bandas de este tipo, se sabe que varios de los vehículos que fueron robados son utilizados para ejecutar los plagios, o bien los automotores son alterados o tienen algo fuera de lo común.
De acuerdo con las fuentes, la participación de grupos del crimen organizado se fortalece en el robo de vehículos, puesto que basta con ver las estadísticas para comprobar que diariamente se roban 24 automotores.
Aunque en toda la república se suscitan estos hechos, la capital y Escuintla ocupan los primeros lugares donde se cometen estos hechos.
ASESINATOS
A criterio de Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), muchas de las muertes violentas que se cometen en el país también forman parte de los negocios de los grupos criminales
Los estudios realizados por esta institución dan cuenta que diariamente mueren al menos 17 personas, siendo la capital uno de los lugares con mayor problemática.
Fuentes de la DEIC señalan que la extorsión podría considerarse como un delito orquestado por el crimen organizado, pues los niveles que alcanza sobrepasan el nombre de «delincuencia organizada».
El representante del GAM coincide con esto, pues indica que debido a la incapacidad de las autoridades, el problema se sobredimensionó y es posible que empiece a formar parte de un negocio del crimen organizado.
Helen Mack, directora de la Fundación Myrna Mack, destaca que lo que ha sucedido en la actualidad se deriva en gran parte, por la incapacidad de las fuerzas de seguridad para contrarrestar los problemas de inseguridad, que abarcan niveles más altos.
«Es notable la incapacidad por parte de la Policía para dar seguimiento a todas las actividades de la delincuencia organizada, debido a la debilidad que tiene; la verdad es que, como Estado, nunca nos preparamos para una amenaza de estas», dice la funcionaria.
Mack destaca que el problema también se origina porque esos grupos corrompen a instituciones como el Ministerio Público (MP) y a la Policía Nacional Civil (PNC), pues tienen la capacidad para hacerlo.
El director del GAM, por su parte, opina que existe poca voluntad de parte de las autoridades de gobierno para combatir el flagelo, pues un claro ejemplo es que cuando se llevan a cabo decomisos de droga nadie es capturado.
«En el decomiso de droga, yo siento que las incautaciones son regalos que el narcotráfico da a las autoridades para que se vea que están haciendo algo, porque si se da cuenta cuando hay incautaciones no hay capturas», destaca.
Polanco concluye que ve con preocupación el hecho de que Guatemala pronto pueda atravesar por problemas fuertes como los que se suscitan en México y Colombia, donde los delitos fueron progresando rápidamente, hasta alcanzar los niveles que hoy tienen.
Tras la visita del Secretario adjunto de Estados Unidos para América Latina, Arturo Valenzuela, a Guatemala, se informó sobre que este país, El Salvador y Honduras, pretenden crear una instancia regional para combatir al crimen organizado, similar a la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
«Hemos hablado de un esfuerzo en común entre Honduras, El Salvador y Guatemala de crear una instancia, una especie de CICIG, para poder avanzar en el tema de justicia y seguridad regional», dijo el presidente ílvaro Colom.
Por su parte, el representante estadounidense destacó que el narcotráfico y la seguridad ciudadana «son un gran problema», para ambos países, que se puede enfrentar mejor con una cooperación regional.
«En Estados Unidos sabemos que tenemos una gran responsabilidad en el tema del narcotráfico, y en ese sentido vemos la importancia de planear mejor nuestros esfuerzos para combatir los flagelos que afectan a nuestras poblaciones», agregó el secretario adjunto.