Anoche se presentó el libro «Los muertos deben morir», del escritor y periodista guatemalteco Felipe Valenzuela, el cual fue publicado por editorial Artemis Edinter y comentado por Haroldo Sánchez, Adelma Bercián y Haroldo Shetumul.
mcordero@lahora.com.gt
El auditorio Luis Cardoza y Aragón, de la Embajada de México en Guatemala, fue el escenario que vio nacer este libro, el segundo en ser publicado por Valenzuela.
Consiste en una compilación de relatos, enmarcados en la sociedad guatemalteca y sus problemáticas. La política, la idiosincrasia, las costumbres (incluso las malas), con un particular estilo con mucha ironía, incluso humor.
La obra fue presentada anoche, y contó con los comentarios de Haroldo Sánchez, Adelma Cervicán y Haroldo Shetemul, y contó con la participación de una buena cantidad de público, quienes también aprovecharon para comprar el libro.
Según Marco Antonio Flores, prologuista de la obra, con esta obra da «su salto en el vacío. La mayoría de sus relatos son con instantáneas de una cámara múltiple que necesita dejar testimoniada la realidad, la mayoría de veces, lacerante. No se regodea en la palabra, sino deja la fotografía lo más desnuda posible. Sus historias están atravesadas por un humor descarnado, por una burla cruel.»
Asimismo, comentó que «el destino trágico es el hilo por el cual corre esta desesperanza. La violencia llega en este libro, al paroxismo de destruir la memoria colectiva en un incendio en el que crepita la historia.»
«Pero es la inmersión en las turbulencias de la fantasías la que salva, finalmente, a Valenzuela, de los fantasmas de la realidad desesperanzada. ¿Por qué estas instantáneas son literatura? Porque las historias están organizadas en la imaginación del autor, quien alcanza a convertir los hechos cotidianos en hechos estéticos, a los que impregna de ese gesto de amargura con la que juzga al mundo. Así que, aunque intentemos imaginar un orden lógico en su universo verbal, él nos juega siempre una mala pasada y nos deja sumidos en el desconcierto», refiere Flores en el prólogo.
Periodista de profesión, pero escritor por vocación. Nació en Guatemala en 1963. Como comunicador, ha laborado en el desaparecido El Gráfico, como jefe de suplementos, y como subdirector de Siglo Veintiuno, en el cual aún es columnista, todos los lunes bajo el título «El demente ágil».
En la radio, fue director de Radio Punto y actualmente es director general de Emisoras Unidas, además de ser el conductor -en dicha estación- de los programas «A primera hora» y «Patrullaje informativo».
Como literato, éste es su segundo libro en ser publicado, aunque -reconoce- debió haber sido el primero, lugar que robó «Antología demente», también publicado por Artemis Edinter.
Ha incursionado en el teatro, como dramaturgo mas no como actor, con obras como «Un milagro en Navidad» (1985) (que fue adaptado para radio), «Instrucciones para inventar una tumba» (1987), «El amor sueña descalza» (Premio Centroamericano 15 de Septiembre 1994) y «La lluvia no mojará su cadáver» (2001, primer premio en los Juegos Florales de Quetzaltenango).
También participó en el grupo musical «Jafrich», en la década de los noventa, y dejó de hacerlo cuando se disolvió el grupo.
AUTOR: Luis Felipe Valenzuela
TíTULO: «Los muertos deben morir»
PAíS: Guatemala
EDITORIAL: Artemis Edinter
Aí‘O: 2009
PíGINAS: 138
ISBN: 978-99939-935-7-5