Grupos de monjes budistas participaron en la isla de Phuket en una ceremonia de recuerdo de las 5.400 personas muertas por el tsunami que azotó esa isla de Tailandia hace tres años.
Unas 200 personas, en su mayoría familiares de las víctimas, permanecieron sentadas en silencio mientras los bonzos, vestidos con sus hábitos color azafrán, cantaban oraciones en conmemoración de la tragedia.
Posteriormente, la comitiva caminó hasta la playa de Patong y tiró flores al mar en símbolo de las vidas que se perdieron entre las aguas el 26 de diciembre de 2004, cuando un tsunami producido por un sismo en suelo de Indonesia mató a 220.000 personas en las costas de doce países del océano Indico.
Ceremonias en recuerdo de las víctimas están previstas a lo largo del día en las seis provincias del sur de Tailandia que sufrieron los efectos del tsunami.
Las principales ceremonias tendrán lugar en las playas más afectadas, las de Phang Nga, Phuket y Krabi, donde con el paso del tiempo el turismo ha vuelto al mismo nivel que tenía antes de la tragedia.
La mitad de los muertos por el tsunami fueron turistas extranjeros que disfrutaban de las playas del Indico en el momento de la tragedia.