Los Migrantes: prioridad para el próximo Canciller


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En primer lugar, saludo el editorial de Oscar Clemente Marroquí­n (La Hora, 12/11/2011) señalando que la Cancillerí­a debe asumir la cuestión de los migrantes como “tema de alta importancia” en el próximo perí­odo de gobierno. Esto nos abre una puerta más amplia para exponer y desarrollar nuestras propuestas en La Hora. Si bien Prensa Libre tiende a dar cobertura al tema, lo ha hecho más desde el sensacionalismo de la noticia y menos desde la profundidad de los análisis y propuestas. Hay abundancia de fotos, particularmente de algunos migrantes cercanos; pero se explica muy poco sobre el fenómeno migratorio.

Raúl Molina

 


Precisamente, el dí­a 13, Prensa Libre le hizo una entrevista a Harold Caballeros, excandidato a la Presidencia, al conocerse que será el próximo Canciller. Para alguien que pretendí­a ser el candidato alternativo a Pérez y Baldizón, me sorprendió constatar qué poco sabe sobre la situación de los migrantes y sus demandas. No cabe sino recomendarle que busque los mejores asesores posibles, siempre y cuando sean guatemaltecos, para ponerse al dí­a y desarrollar una labor positiva y productiva.
Dos acciones fundamentales a realizar son: buscar la colaboración de las organizaciones guatemaltecas de migrantes, incluida la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG), que tiene un diagnóstico de lo que el Estado ha hecho bien, de lo que ha hecho mal y de aquello en donde ni siquiera ha actuado; y tratar de definir conjuntamente con los migrantes guatemaltecos, sin exclusiones de ninguna naturaleza, una polí­tica integral, así­ como estrategias de trabajo en el corto, mediano y largo plazo.
Algunas declaraciones de Caballeros fueron incorrectas. Los deportados de Estados Unidos este año van por arriba de 26,000, con lo se podrí­a llegar a más del 6% de todas las deportaciones del gobierno de Obama al final del año. Por ello, insistimos en que, contrario a lo que Caballeros dice, las deportaciones de guatemaltecos no han disminuido, ni siquiera con la polí­tica recientemente emitida por la Casa Blanca. Le aclaro también que el problema principal para los migrantes no son las muertes (afortunadamente no tantas) sino trabajo y regularización migratorio. Desconoce Caballeros las caracterí­sticas del TPS y niega la responsabilidad  histórica de Arzú para no tenerlo; fue por arrogancia que no lo pidió junto al resto de Centroamérica. Finalmente, no hace mención de cuestiones sumamente esenciales para los migrantes: voto y representación en el exterior; reforma migratoria en Estados Unidos; y reforma sustancial del Conamigua.
Aprovecho para sugerir que el Presidente electo, que tanto socavó al presidente Colom, debiese hacer de inmediato un primer gesto de reciprocidad. Así­ como Colom le dejó la mesa servida en la ONU, con Guatemala electa para el Consejo de Seguridad, gracias a la brillante labor de Gert Rosenthal en Nueva York, Pérez y Caballeros debiesen utilizar hoy mismo sus contactos con los Republicanos de Estados Unidos, que aseguran tener, para que apoyen la solicitud de TPS que ha reiterado el Gobierno de Guatemala al declararse recientemente el Estado de Calamidad pública. Los migrantes no queremos promesas, siempre fáciles de romper después; queremos hechos y de manera urgente.