LOS MEJORES MOMENTOS


Cuando era niño, me gustaba jugar con mis hermanos y platicar con mis padres, aunque fuera de cosas insignificantes, porque en esos momentos me sentí­a amado.

César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Al llegar a la adolescencia, me separé de los mí­os y comencé a relacionarme con otras personas que también me brindaron afecto y comprensión. ¡Fueron inolvidables aquellos instantes!

En mi edad adulta, el trabajo me absorbió y los pocos minutos o dí­as que compartí­a con mis parientes y amigos me levantaban el ánimo y me motivaban a seguir adelante.

Y hoy que he llegado a la vejez, aprovecho todo el tiempo que tengo para dedicárselo a mis seres queridos y escribo en las hojas de mi diario estas sencillas palabras:

«Los mejores momentos de mi vida han sido aquellos en los que he dado amor»