Los maestros de la música clásica De Torelli, a Albinoni


celso

Como hacíamos referencia en columnas anteriores, existe una serie de artistas italianos que merecen ser identificados como tales, así como por su obra. En tal sentido, dedicaremos este espacio a estos cuatro maestros del clasicismo italiano. Pero antes de continuar es preciso rendir tributo sonoro a Casiopea, esposa dorada, quien resuena en las campanas de mis venas como multiforme hoguera multiplicando mis anhelos; deslumbrante rosa que perfuma mis párpados con sus besos colosales.

Celso A. Lara Figueroa
Del Collegium Musicum de Caracas, Venezuela


Ahora veamos la maravillosa labor y el legado imperecedero del clasicismo musical en la Historia de la humanidad de todos los tiempos.
    
Giuseppe Torelli
     Nació en Verona en 1653 y murió en Bolonia en 1709. En esta última ciudad produjo prácticamente toda su obra y tuvo en ella casi la misma importancia que Corelli en Roma o Vivaldi en Venecia. Modificó la forma del concerto grosso, reduciendo el número de ejecutantes del soli, que era por lo menos de tres músicos, a uno solo; por eso es Torelli el antecesor y creador del concierto para solista, que en el período clásico alcanzó tanta importancia y que lo mismo en la época romántica como hasta nuestros días se mantiene como una de las más importantes formas musicales. Otros maestros clásicos como Vivaldi, Bach, Häendel y muchos más adoptaron la forma originada por Torelli y compusieron mucha música para solista acompañado de orquesta.

    Las características del concierto de Torelli son, principalmente, las siguientes:
    Confía al tutti un tema llamativo e impresionante que continúa durante el desarrollo del movimiento, mientras que el soli, reducido a un solo ejecutante, interviene con figuraciones de carácter virtuosísimo, que casi no tienen relación con el tema del tutti. Como el tutti periódicamente repite y comienza de nuevo el tema principal, se le llama a esta técnica ritornello, que es la característica principal que adopta después el concierto clásico para solista.

Alessandro y Benedetto Marcello.
    Alessandro es el más importante como músico de los dos hermanos. Nació en Venecia en 1687 y murió en 1762. Su hermano Benedetto, compositor también, resulta menos destacado, ya que alternaba la música con su profesión de abogado y jurista.

     Alessandro tiene un importante lugar en la historia de la música clásica, debido a una serie de seis conciertos grossi, titulada La Cetra, que significa La Lira. Estos pocos conciertos son de tal calidad, que rivalizan con la música de Vivaldi. Siguen la técnica de Torelli y son para instrumento solista: oboe, flauta y violín.

Francesco Geminiani.
    Nació en Lucca, Italia, en 1687 y murió en Dublín, Irlanda en 1762. Fue discípulo de Arcangelo Corelli; más tarde se estableció en Londres y formó parte de la orquesta que dirigía George F. Häendel. Fue en Londres donde principió a llamarse concierto a la función en que una orquesta ofrecía la ejecución de obras musicales. Originalmente la palabra concierto significa y sigue siendo una de las formas que toman las obras musicales.

     Francesco fue violinista, relojero, anticuario, matemático y compositor, esta actividad fue la más importante y la que lo hace pasar a la posteridad. Publicó un método de estudio del violín y otro de armonía titulado Arte del Acompañamiento. Entre sus obras musicales que perduran todavía, hay algunas excelentes colecciones de concerti grossi.

Tomaso Albinoni
    Nació en Venecia en 1674 y murió en la misma ciudad en 1745. Formó parte de una distinguida familia, lo que le permitió dedicarse sin problemas económicos al estudio del violín y a la composición. Entre sus obras principales figura el Adagio, en donde se mantiene largamente una feliz animación, mediante el uso de artificios rítmicos y conserva la melodía en el bajo continuo.