Los constantes retrasos del Presidente y Vicepresidente a actividades públicas les ha ido ganando la fama de los «madrugadores que siempre llegan tarde».
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El presidente de la República ílvaro Colom así como el vicepresidente Rafael Espada han afirmado que son disciplinadamente madrugadores, desafortunadamente no se han caracterizado por una puntualidad en la asistencia de actividades públicas.
Por lo regular la antesala a cada evento se encuentra precedida por una espera que puede extenderse de media hora hasta dos horas.
Recién el martes pasado fue uno de esos excesos de la impuntualidad, en el cual el vicegobernante Rafael Espada llegó con una hora y media de retraso, haciendo esperar al cuerpo diplomático taiwanés, el cual era encabezado por el embajador acreditado en Guatemala Francisco Ou.
La cita estaba programada en las instalaciones del Puerto Quetzal a las nueve de la mañana, sin embargo, Espada no arribó sino hasta pasadas las diez y media. El retraso causó que cuerpo diplomático, reporteros de los distintos medios de comunicación y algunos invitados de la comunidad taiwanesa buscaran refugio bajo un pequeño toldo, el cual vale decir no alcanzaba para todos, mientras el sol de la Costa Sur se erigía en lo alto.
El retraso del funcionario forzó a los organizadores a iniciar con la actividad, la cual finalizó sin las sombras del vicepresidente. Ante la ausencia de Espada algunos reporteros cuestionaron a miembros del equipo de comunicación de la embajada taiwanesa, quienes argumentaron que «el Vicepresidente vendrá, pero en hora chapina».
Luego del largo retraso apareció el funcionario con toda frescura, dando paso a la bienvenida del Escuadrón de la Amistad, conformado por tres buques taiwaneses.
Colom no se queda atrás
En el tema se hace necesario decir que es el presidente Colom quien más ha caído en este tipo de prácticas. Uno de los excesos del mandatario se llevó a cabo en ceremonia en la cual se realizó el traslado de 75 familias en Panabaj al proyecto habitacional Chocomuj I.
El mandatario llegó dos horas después de lo establecido por la Secretaría de Comunicación Social; otro incidente similar se dio en la vista al departamento de Jalapa, donde inauguró un tramo carretero; en esa oportunidad el tiempo de espera se extendió por dos horas. Aquella ocasión ha sido la única en la que el Presidente se ha disculpado por el retraso.
El argumento esgrimido en esa ocasión, según reporteros que aguardaron por el funcionario, se debió a que un sacerdote estaba bendiciéndole una virgen de Guadalupe en su residencia.