Kobe Bryant, que estaba a un par de pasos delante de la línea media de la cancha, pausando con un dribling mientras estudiaba el marco que tenía en frente, regresó con todo para encestar 36 puntos que ayudaron a Los Angeles Lakers a justar el triunfo de 87-81 ante Boston Celtics, en el tercer duelo de la final de la NBA.
Con esta ganancia los Lakers acercan 2-1 la serie al mejor de siete juegos, luego de perder los dos primeros encuentros en Boston.
Delante de Kobe, no muy lejos, estaba Ray Allen, quien miró sobre su hombro izquierdo y luego sobre el derecho para determinar si algún otro jugador de Los Angeles Lakers se acercaría, creando una oportunidad de intercepción.
Bryant cargó, tanteó a un lado y al otro, cambió de dirección y engañó a Allen, inclinándose por debajo de él y luego elevándose a medida que avanzaba para disparar un tiro a 12 pies. El tiro fue suave, y rebotó sutilmente contra el aro antes de entrar y ampliar el margen de cuatro a seis puntos, dejando el marcador en 87-81 con 38 segundos de juego por delante.
Vujacic fue otro determinante en la levantada de los Lakers en el último cuarto y con buena puntería cerró la noche con 20 cartones, su mayor marcador en juegos de playoffs.
El trabajo conjunto de Kobe y Vujacic compensó el pobre aporte ofensivo de Lamar Odom (4 puntos y 9 rebotes), y del español Pau Gasol, con sólo 9 tantos aunque aportó 12 rebotes.
Por los Celtics destacaron Ray Allen con 25 puntos, y Kevin Garnett con 13 cartones y 12 tablas. El canastero Paul Pierce apenas aportó seis puntos en 31 minutos en la cancha.
Bryant acertó seis de ocho intentos marcado por Allen, tres de cuatro vs. James Posey y tres de siete ante los demás, sin incluir un triple en el que ningún defensor estuvo cerca. Terminó con 36 puntos sobre 12 anotaciones en 20 intentos, y no llegó a los 40 sólo porque falló siete de sus 18 tiros libres.
Sasha Vujacic agregó 20 puntos, 8 de los mismos en los últimos 12 minutos — y tres de ellos después de que Bryant fuera confrontado con un perfil defensivo diferente, una agresiva marca doble cerca de media cancha a unos dos minutos de sonar la campana.
El cuarto encuentro será el jueves en Staples Center de Los Angeles.