Francisco De Narváez, magnate liberal y ex playboy de origen colombiano que luce un tatuaje en el cuello, un bronceado impecable y una sonrisa de comercial de televisión, gastó una fortuna en la campaña para ganar el domingo las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, donde derrotó a los hasta ahora imbatibles Kirchner.
Al frente de una alianza de neoliberales con peronistas disidentes, el empresario de 55 años se impuso al candidato oficialista, el ex presidente Néstor Kirchner (2003-2007), en el principal bastión electoral con casi 40% del padrón del país.
El diputado electo cosechaba un 34,5% de los votos frente al 32,1% de Kirchner, con el 81,7% de las mesas escrutadas, en una tendencia irreversible en territorio bonaerense. La derrota significa también un duro golpe para la presidenta Cristina Kirchner.
De Narváez se había lanzado a una meteórica carrera política en Argentina, en la que gastó parte de los millones heredados de un imperio económico familiar.
Nacido en Colombia y nacionalizado argentino, y heredero de una cuantiosa fortuna amasada por su familia en la explotación de negocios que tuvieron su origen en una cadena de supermercados, De Narváez resume su desembarco en la política con el mismo desparpajo con que exhibe su cuerpo tatuado.
«Un día dejé de lado la indiferencia, dejé de quejarme y me puse a trabajar para cambiar la situación del país. A mi entender, el mayor error era la falta de participación de la clase empresaria» en la política, dice en su blog.
Corría el año 2002 y el empresario consideró que el peronismo era la fuerza política que mejor lo representaba.
«Me afilié al Partido Justicialista (PJ). No fue más que formalizar cómo siempre me sentí, peronista».
En 2005 fue elegido diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, y dos años después se presentó como candidato a gobernador por ese distrito, elección en la que obtuvo más de un millón de votos.
Casado en segundas nupcias con una ex modelo y padre de cinco hijos, De Narváez reside en Argentina desde los 3 años cuando sus padres y sus tres hermanos se instalaron en Buenos Aires.
El «colorado», como lo llaman sus allegados por el tono de su cabello, se educó en el exclusivo colegio Cardenal Newman, donde también estudió el alcalde de Buenos Aires, el empresario derechista Mauricio Macri, su amigo y socio político en la alianza Unión Pro, con la que se presentó en las legislativas.
En 1994 atravesó una crisis personal, que derivó en un intento de suicidio en el cuarto de un lujoso hotel, del que desistió gracias a la intervención de su primera esposa.
En los últimos años se convirtió en gerente general de los negocios familiares que diversificó con la incorporación de un canal de televisión y otros medios de comunicación.