Los inversionistas internacionales están recuperando su apetito por el euro a medida que la moneda regional se recupera de una crisis de deuda que amenazaba con ponerle fin, pero el euro —la moneda corriente de 18 países— se devaluó aún más frente al dólar el año pasado en otra medida clave de importancia y prestigio: el empleo como moneda de reserva por los bancos centrales del mundo.
FRÁNCFORT, Agencia AP
El Banco Central Europeo dijo el miércoles que la demanda extranjera de acciones, bonos y otras inversiones de cartera en euros aumentó al 3,7% de la producción económica de la eurozona en 2013, comparado con el 3% el año anterior.
Benoit Coeure, uno de los seis miembros de la junta ejecutiva del BCE, dijo que los inversionistas reaccionaban al mitigarse la crisis y demostraban «plena confianza en que el euro perdurará».
Con todo, otros indicadores del uso global del euro daban señales diversas. La parte del euro en las reservas de los bancos centrales del mundo se redujo a 24,4% comparado con 25,3% en el período anterior. El dólar sigue primando con el 61,2%. Los bancos centrales acumulan reservas para proteger a sus economías de posibles turbulencias y pueden emplearlas para apuntalar la tasa de cambio de su propia moneda en caso de necesidad.
Al presentar el informe anual del BCE sobre el uso internacional del euro, Coeure que ello podría deberse entre otras razones a que los bancos centrales son más conservadores que los inversionistas privados y ajustan sus tenencias con mayor lentitud. Otro factor sería un proceso de diversificación a largo plazo en el cual los bancos acumulan reservas en monedas de economías emergentes como la china, reflejo del peso creciente de éstas en la economía global. Enfatizó que el BCE no alentaba ni desalentaba el uso del euro como moneda de comercio o reservas internacionales y dejaba esa decisión librada a los mercados.
Con todo, el uso internacional de una moneda genera ventajas concretas. El papel del dólar como moneda de reserva número uno genera demanda de instrumentos financieros en dólares tales como los bonos del Tesoro estadounidense. A su vez, esto permite al gobierno estadounidense tomar préstamos a muy bajo interés. Por otra parte, sustenta la tasa de cambio del dólar, lo cual le permite a Estados Unidos acumular grandes déficit comerciales y presupuestarios sin que la moneda pierda valor.
La mayor demanda de títulos en euros muestra una recuperación de la confianza, pero puede tener sus contras a corto plazo al elevar la tasa de cambio del euro. Una moneda fuerte puede perjudicar a los exportadores y mantiene la inflación a un nivel más bajo de lo que quiere el BCE al abaratar las importaciones.