Casi seis millones de guatemaltecos eligen este domingo en segunda vuelta al próximo presidente entre dos opciones que han dividido al país y auguran un resultado reñido: el socialdemócrata ílvaro Colom y el general retirado de derecha Otto Pérez Molina.
Los dos candidatos, los que más votos obtuvieron en la primera vuelta de las elecciones celebradas el 9 de septiembre, aparecen empatados técnicamente, aunque los sondeos dan una ligera ventaja al militar fundador en 2002 del Partido Patriota (PP, derecha).
En la primera vuelta, Colom de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) ?que en septiembre se convirtió en la primera fuerza del Congreso con 52 escaños? obtuvo 28,23% de los votos frente al 23,51% de Pérez Molina.
Tanto las fuerzas de seguridad, que han desplegado desde el sábado casi 30 mil hombres en los colegios electorales de todo el país, como la misión de la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea, que velarán por la limpieza del proceso junto con otros observadores internacionales, temen que un resultado ajustado pueda abocar en desórdenes.
ílvaro Colom denunció la víspera un presunto robo de boletas electorales de un centro de votación, lo que según él, podría desencadenar un fraude electoral hoy.
El político, que por tercera vez postula a la presidencia de Guatemala, responsabilizó a su adversario de estar detrás del robo.
Las acusaciones e imprecaciones entre los dos candidatos se han sucedido en la recta final de la campaña.
Aunque la inseguridad, el crimen organizado y la pobreza son los temas principales de sus respectivos programas de gobierno, el estilo de los candidatos marca la diferencia.
Pérez Molina, conocido también como ’general de la paz’ por su papel en la firma de los Acuerdos de Paz que pusieron fin en 1996 a 30 años de guerra civil, ha basado su campaña en el uso de la ’mano dura’ para resolver la inseguridad y combatir el crimen organizado.
Su pasado militar, lejos de ser un obstáculo en un país que desde 1954 a 1986 vivió bajo regímenes militares y una guerra civil de 36 años, es para sus seguidores una garantía de «carácter» y «determinación».
Su victoria este domingo supondría el regreso a la máxima magistratura del Estado de un militar desde 1986 y también lo convertiría en el primer político que lo consigue en su primer intento.
Colom, uno de los tres guatemaltecos no indígenas convertido en sacerdote maya que aspira por tercera vez a la presidencia, presenta una imagen muy distinta. Su voz suave y sus maneras delicadas son consideradas por sus detractores como señales de «debilidad» y «flaqueza» sin contar con su pasado de izquierda militante, en un país siempre gobernado por la derecha.
No obstante, ambos se han mostrado favorables a la pena de muerte en el único país que junto con Cuba la mantiene en América Latina. Una treintena de reos esperan en el corredor de la muerte la decisión presidencial desde hace varios años.
Además de los votos cautivos de cada candidato, su victoria dependerá de los votantes de la segunda fuerza del Parlamento, la Gran Alianza Nacional (Gana), actualmente en el poder en Guatemala y del nivel de abstención que en la primera vuelta superó el 41%.
Las 13.756 mesas receptoras de votos instaladas en todo el país abrieron a las 07:00 locales y cerrarán a las 18:00.
El Tribunal Supremo Electoral espera poder ofrecer resultados finales en la medianoche del domingo, aunque antes tiene programado colgar en su página web los resultados parciales que vayan llegando.
El nuevo presidente asumirá el cargo el 14 de enero para el período (2008-2012) en sustitución de í“scar Berger.