Los fiscales de los diferentes partidos políticos que estarán en las elecciones, tienen una gran responsabilidad. Tienen que defender el voto de su partido, pero lo más importante es verificar que todo el proceso eleccionario se lleve a cabo con normalidad, orden y mucha honestidad. Muchos partidos no contarán con todos los fiscales de mesa necesarios, por lo cual podría haber un solo fiscal de un partido por centro de votación. Lo cual significa que los fiscales de los otros partidos tienen que ser honestos para otorgar el voto de cada partido que corresponda, solamente eliminando los votos nulos y en blanco como lo especifica la ley. Y cuando sea necesario impugnar un voto hacerlo con la ley en la mano. No podemos permitir que se produzca algún fraude, porque eso le resta legitimidad al nuevo gobernante. Y las Juntas Receptoras de Votos tienen que ser los primeros en dar esa garantía de honorabilidad, independientemente del resultado final.