Los falsos profetas y la polí­tica


Héctor Vargas
h.vargas07@hotmail.com

Los falsos profetas son personas astutas y como son mercaderes expertos en mafias, han diversificado sus negocios y en la actualidad están dirigiendo su miradita hacia la polí­tica partidista, porque según ellos, lo están visualizando como un buen negocio donde pueden obtener lo que va a la medida con sus intereses. Figúrese usted, que poco a poco los falsos profetas se han ido involucrando en la polí­tica, de manera que algunos han tirado la toalla, es decir, abandonan su labor de la predicación del evangelio, y cambian al púlpito por la tarima del proselitismo polí­tico. Una de las caracterí­sticas de los falsos profetas es estar bastante cerca de los gobernantes de turno, siempre orando por ellos, bendiciéndolos y hablando con lisonjas y engaños; y lo raro es que nunca los exhortan de parte de Dios, aunque estos señores que gobiernan estén actuando mal. Los falsos profetas nunca denuncian el pecado, la corrupción, y las injusticias; incluso algunos de ellos mismos son narcos, extorsionistas y secuestradores. Estos señores hijos del diablo, están cerca de los gobernantes y se hartan constantemente de las mieles del poder. La mera verdad es que están cerca de los gobernantes, pero lamentablemente lejos de Dios; les interesa únicamente recibir favores y les profetizan cosas vanas y nuca como dije antes, les denuncian su mal proceder para con el pueblo que democráticamente los eligió. Fí­jense ustedes, que no hay necesidad de ser un experto en polí­tica para saber que en la polí­tica el fin justifica los medios, en polí­tica se vale ser mentiroso (ya lo dijo el Pollo Ronco), y dicho sea de paso, el polí­tico siempre es financiado por las clases poderosas del paí­s y tienen que obedecer a los caprichos de éstos y gobernar para ellos. En este caso es importante recordar el refrán popular que dice que el que paga la música pide el ritmo que se va a tocar. En Guatemala ha habido dos gobernantes que se la llevan de cristianos y han sido un fracaso, ellos son el viejo zorro de Rí­os Montt, con la conciencia más negra que el chorro de humo de las chatarras del servicio urbano, y Marrano Elí­as, perdón quise decir Serrano Elí­as. «Quien aporta en la campaña, lo hace siempre con gran maña, gracias a la corrupción, nunca pierde su inversión» Minutero de La Hora.