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Los falsos profetas son personas astutas y como son mercaderes expertos en mafias, han diversificado sus negocios y en la actualidad están dirigiendo su miradita hacia la política partidista, porque según ellos, lo están visualizando como un buen negocio donde pueden obtener lo que va a la medida con sus intereses. Figúrese usted, que poco a poco los falsos profetas se han ido involucrando en la política, de manera que algunos han tirado la toalla, es decir, abandonan su labor de la predicación del evangelio, y cambian al púlpito por la tarima del proselitismo político. Una de las características de los falsos profetas es estar bastante cerca de los gobernantes de turno, siempre orando por ellos, bendiciéndolos y hablando con lisonjas y engaños; y lo raro es que nunca los exhortan de parte de Dios, aunque estos señores que gobiernan estén actuando mal. Los falsos profetas nunca denuncian el pecado, la corrupción, y las injusticias; incluso algunos de ellos mismos son narcos, extorsionistas y secuestradores. Estos señores hijos del diablo, están cerca de los gobernantes y se hartan constantemente de las mieles del poder. La mera verdad es que están cerca de los gobernantes, pero lamentablemente lejos de Dios; les interesa únicamente recibir favores y les profetizan cosas vanas y nuca como dije antes, les denuncian su mal proceder para con el pueblo que democráticamente los eligió. Fíjense ustedes, que no hay necesidad de ser un experto en política para saber que en la política el fin justifica los medios, en política se vale ser mentiroso (ya lo dijo el Pollo Ronco), y dicho sea de paso, el político siempre es financiado por las clases poderosas del país y tienen que obedecer a los caprichos de éstos y gobernar para ellos. En este caso es importante recordar el refrán popular que dice que el que paga la música pide el ritmo que se va a tocar. En Guatemala ha habido dos gobernantes que se la llevan de cristianos y han sido un fracaso, ellos son el viejo zorro de Ríos Montt, con la conciencia más negra que el chorro de humo de las chatarras del servicio urbano, y Marrano Elías, perdón quise decir Serrano Elías. «Quien aporta en la campaña, lo hace siempre con gran maña, gracias a la corrupción, nunca pierde su inversión» Minutero de La Hora.