LOS ETERNOS DESCONTENTOS


César Guzmán
cesarguzman@yahoo.com

Un dí­a muy frí­o de invierno, un asno deseaba la llegada de la primavera porque durante ésta comí­a hierba fresca en lugar de la seca paja que ahora le daban en su húmeda cuadra.

Y llegó el buen tiempo con hierba verde en abundancia, pero el pobre asno tení­a que trabajar el doble y deseaba entonces la venida del verano.

Se cumplió su deseo mas su condición no mejoró pues tení­a que pasar todo el dí­a cargando grandes cestos de heno y hortalizas, además de tener que soportar el intenso calor. No le quedaba mas que esperar la llegada del tranquilo otoño.

Pero al llegar éste su trabajo fue aún más duro; transportaba sacos de trigo, cestos de manzanas y grandes cargamentos de leña para el invierno que se acercaba y por el cual el asno suspiraba pues por lo menos descansarí­a, aunque su ración de alimentos no fuese abundante y sabrosa.

Muchas veces, descontentos con lo que tenemos buscamos nuevas experiencias sin tomar en cuenta que posiblemente hallaremos lo que perseguimos, pero probablemente también extrañaremos lo que tení­amos en nuestra anterior situación y hasta desearí­amos volver a ella.

Cuando nace la conformidad

se fortalece la felicidad.