Algunos reciben atención en el suelo, otros esperan horas angustiosas: un hospital de Saint-Marc, 96 km al norte de Puerto Príncipe, intenta, como puede, atender el flujo de pacientes debido a la epidemia de cólera en Haití.
Llegan por centenares al hospital San Nicolás, cuyo personal, superado por la cantidad de enfermos, se ve impedido de brindar una cama para cada paciente.
«Llegué ayer al hospital con una fuerte diarrea. Me pusieron suero y desde entonces nada, nadie volvió», se lamenta Nerlande Saint-Fard, una joven de 28 años.
«Tenía fuertes cólicos e iba al baño al menos cinco veces en una hora, pero ahora estoy un poco mejor», narra la mujer, ubicada telefónicamente, y a quien preocupan sus dos hijos, a quienes dejó para ir al hospital.
Edner Philémon, de 22 años, se dice «muy débil» y explica que perdió «mucho peso en dos días». Tres miembros de su familia fueron «fulminados por la diarrea en pocas horas».
«Enfrentamos un aumento repentino de diarrea abundante, que provoca una rápida deshidratación que ocasiona la muerte de pacientes de todas las edades. Esto tiene que ver con la calidad del agua en las localidades golpeadas», estimó el doctor Jean-Robert Pierre-Louis, del hospital de Saint-Marc.
Apenas conocida la epidemia, se tomaron las primeras medidas de emergencia para aislar a los enfermos y evitar el contagio, pero debido a la falta de espacio, la mayoría de los pacientes son atendidos en el suelo.
Las víctimas son rehidratadas para detener los efectos de las intensas diarreas que provoca el cólera.
«Responden bien al tratamiento, pero no podemos reenviarlos a sus casas, para evitar la propagación de la enfermedad», subrayó la doctora Yolaine Suréna, enviada a Saint-Marc por el gobierno haitiano.
Suréna lanzó un llamado a las organizaciones internacionales para el sumnistro de 500 camas para los enfermos, que no cesan de llegar.
Cerca de 1.500 personas son actualmente atendidas en centros de salud del departamento de Artibonite. El río que atraviesa la zona está infectado por el cólera, y es de donde la gente toma agua para sus actividades diarias, lo cual aumenta el riesgo de propagación de la enfermedad.
Frente a la virulencia de la epidemia, los medios locales difunden mensajes a la población sobre las medidas preventivas a tomar.
La doctora Suréna inisistió también en las medidas mínimas para luchar contra el cólera: «Deben comer alimentos bien cocinados, lavarse lo más seguido posible, beber agua potable».
Análisis bacteriológicos rápidos para detectar la presencia del cólera en Haití dieron «positivo», reveló hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS), que sin embargo prefiere esperar los resultados definitivos para confirmar la presencia de este virus en el norte de la isla.
De su lado el ministro haitiano de Salud, Alex Larsen, confirmó hoy el brote de una epidemia de cólera «del tipo más peligroso».
No obstante, la OMS indica que prefiere esperar los resultados de nuevos análisis coprológicos enviados a un laboratorio en Puerto Príncipe para confirmar si se trata o no del cólera.
«La confirmación final sigue en suspenso», escribe la organización, precisando que el cólera desapareció de Haití hace más de un siglo.
El viernes una portavoz de la OMS en Ginebra, Fadela Chaib, indicó que tras una solicitud de Haití se envió a ese país un equipo de expertos para vigilar la evolución de lo que la organización ha llamado «un brote diarreico».
Según la OMS, este «brote diarreico» ha causado la muerte de 150 personas e infectado a otras 1.500.
El ministro haitiano de Salud, Alex Larsen, confirmó hoy que en su país hay una epidemia de cólera «del tipo más peligroso», y que es responsable de más de 135 muertes en los últimos días.
Larsen precisó que se trata de una cepa «01» de cólera, la cual según la Organización Mundial de la Salud (OMS) está en el origen de la mayoría de los brotes de esta enfermedad en el mundo.
«Es alerta máxima, debemos mantenernos movilizados las 24 horas del día para ayudar al gobierno a hacer frente a esta situación», dijo el presidente de la Asociación Médica Haitiana, Claude Surena.
La noticia se conoció mientras los hospitales están desbordados con cerca de 1.500 nuevos pacientes y el país aún no se recupera del terremoto de enero que causó la muerte de más de 250 mil personas y dejó a 1,2 millones sin techo.
La causa del brote se atribuye al río Artibonite, infectado de cólera, una arteria que cruza el centro rural de Haití y que utilizan miles de personas para sus actividades diarias como lavar y cocinar.
La Cruz Roja de Estados Unidos dijo que la situación era complicada.
«Esta no es un área directamente afectada por el terremoto del 12 de enero, pero nos preocupa la velocidad en la que se ha extendido el brote», dijo este organismo de socorro estadounidense, que trabaja con las autoridades de salud haitianas.
«La sospecha es que la fuente es el agua contaminada del río, dado que la mayoría de los casos se dieron en un área que se extiende desde el centro-norte al noroeste de Haití a lo largo del río Artibonite. Se instauró un cordón sanitario alrededor de la región afectada para tratar de contener la expansión de la enfermedad», agregó.