Guatemala es famosa por su dulcería que se extiende en todo el país; es así como encontramos gran variedad de dulces con la tradición de las poblaciones de donde se hacen.
A continuación se presentan tópicos de un trabajo de Miguel ílvarez Arévalo titulado «Los dulces de atrio», tal como vemos a las vendedoras de melcochas que ofrecen este dulce en los atrios de las iglesias del país.
«Aunque la ciudad haya extendido su mancha urbana y las distancias cada vez sean más largas; a pesar del humo y la contaminación, y de nuevas formas de vivir y entender al mundo, todavía en el Centro Histórico y sus antiguos barrios están presentes las viejecitas cargadas de nostalgia, cubiertas con el manto de los recuerdos. Asimismo, se encuentran señores de sombrero y gente sencilla del pueblo que hace palpitar el corazón de la ciudad conservando sus costumbres.
Y esto lo vemos cuando se expone el Santísimo en las iglesias donde les toca el turno, fuera de las naves de estos templos, los vendedores de dulces que incluye cajetas, bolitas de coco, mazapán, zapote y una gran variedad de dulcería que se acompañan con la venta de las veladoras, ofrecen a quienes visitan al Sacramento de Cristo sus productos.
Los fieles, dice ílvarez, se enteran de la iglesia de turno mediante una hoja impresa que contiene un calendario de esta devoción. La semana de religiosidad popular se inicia el lunes con la visita al «Señor de las Misericordias», conocido como el «Señor de la Capilla», según lo proclama una expresión popular. El miércoles se rinde culto al Padre Eterno San Sebastián y a San Judas Tadeo de la Merced. Los viernes se acude a Candelaria, San José y a la Merced para visitar a los nazarenos, aunque no sea Cuaresma.
Durante todo el año las ventas de la dulcería se reúnen en los diferentes templos y esto es una tradición que viene desde hace muchos años en Guatemala». (Tomado de la revista Galería Guatemala «La dulcería guatemalteca». Con autorización de la Fundación G