No son partícipes de la toma de decisiones, tampoco marcan el rumbo de la agenda legislativa, rara vez fiscalizan o citan a funcionarios públicos y en pocas ocasiones son captados –a veces, por casualidad– por las cámaras de los medios de comunicación.

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Son los congresistas “invisibles”, que al parecer solo tienen presencia física y voto en el pleno, pero no “voz” ni poder, ya que las decisiones de peso siempre están a cargo de unos pocos representantes que dominan el trabajo legislativo.
En el Congreso existe un grupo de diputados que se encarga de legislar, convocar a ministros y otros funcionarios a citaciones, fiscalizar el gasto público, participar activamente en interpelaciones y convocar a conferencias de prensa. Ese grupo es muy bien conocido, popular y a veces polémico, pero no representa a la mayoría.
Al mismo tiempo existe otro grupo mucho más amplio de parlamentarios al que casi nunca se le ve –más que en las sesiones plenarias–, que dice tener otra forma de ejercer su trabajo en el Legislativo y del que la mayoría de guatemaltecos desconoce su existencia.
Estos últimos son los diputados “invisibles” –como se les conoce en algunos espacios legislativos–, que fueron electos en su mayoría en el área distrital, es decir, los diputados departamentales que se preocupan poco por las funciones del Congreso y se interesan más por los sus electores locales, porque saben que estos son los que los mantendrán en el poder.
EJEMPLOS AL AZAR
Para conocer de primera mano la experiencia de los “invisibles” que destacan por su poca participación en el trabajo legislativo, se eligieron al azar cuatro diputados de la lista de representantes del Congreso, de la que de antemano se excluyeron los congresistas que tienen más presencia en los medios de comunicación.
El objetivo era concertar citas para entrevistarles; el primer día se empleó para realizar contacto telefónico, pero ninguno de los diputados que a continuación se mencionan contestó las insistentes llamadas a sus móviles.
Hasta el día siguiente, y luego de que se les avisara por medio de secretarias y comunicadoras, los congresistas accedieron a hablar.
El primero en contestar fue el diputado de la bancada unitaria Visión con Valores, Manuel Alberto Villacorta Mirón, quien fue electo por el distrito central y reconoce que no “figura” en los medios de comunicación, pero dice que eso no significa que no trabaje.
El congresista explicó que realiza la mayor parte de su trabajo a través de las comisiones legislativas, desde las que se encarga de analizar y evaluar el trabajo de instituciones públicas. “El año pasado hice un excelente trabajo con el canciller Harold Caballeros en el Ministerio de Relaciones Exteriores”, apuntó.
El diputado comentó que ahora prefiere no hacer público su trabajo en el Congreso; este año es el presidente de la Comisión Extraordinaria del Plan Visión de País, pero aún no ha explicado sus logros en los primeros tres meses del año.
El segundo en contestar fue el diputado distrital representante de Santa Rosa por el Partido Patriota (PP), Marco Aurelio Pineda.
A comparación de otros parlamentarios jóvenes, Pineda no ha figurado mucho por su trabajo como legislador; no preside una comisión legislativa y tampoco se aproxima a ser un subjefe de bancada, como Aleksander Castillo y José Luis Fernández Chenal, quienes se estrenan en el Congreso en la actual legislatura.
Pineda es hijo de exfuncionarios; en el caso de su madre, dice que laboró en el Instituto de Ciencias Forenses (Inacif), pero recibió varias denuncias por abuso de autoridad y en el caso de su padre, fue el Director General de la Dirección Criminal (DICRI) del Ministerio Público.
Pineda atendió de forma breve la llamada telefónica, ya que según explicó, recibe muchas comunicaciones al día; el joven legislador dijo que no le interesa ser de los diputados que más figuran en el Congreso, ya que su principal labor la realiza desde su departamento, donde asegura gozar de mucha popularidad y figurar en los medios de comunicación locales.
El diputado explicó que su trabajo era proporcionar obras y ayuda en proyectos para su distrito, en donde se encuentran sus electores. Además, afirmó que actualmente está en una etapa de aprendizaje y entiende que “los más viejos” son quienes tomen las decisiones del Congreso.
Aclaró que sí participa en las decisiones del Congreso, porque según él, los consensos políticos se articulan en la bancada y no a nivel partido, como dicen los subjefes de bancada Castillo y Chenal.
Al cuestionarle al diputado sobre la contradicción de sus palabras con las de los subjefes, dijo que existen diferentes opiniones. Luego se le preguntó si estaba de acuerdo con lo que dicen los otros diputados, pero no accedió a responder más preguntas e indicó que el tiempo de la entrevista había terminado.
“Gracias por la entrevista” dijo, y cortó la llamada.
TRECE AÑOS EN EL CONGRESO
La tercera en contestar fue la diputada Elza Cu Isem, quien fue electa por primera vez como diputada en el año 2000. Recientemente consiguió una curul con el respaldo de la Unión del Cambio Nacional, pero a inicios de este año transfugó hacia la bancada Lider.
Cu Isem aseguró que es una diputada de bajo perfil, lo cual cataloga como parte de su estrategia particular porque mientras más figura ante la opinión pública, más puede correr el riesgo de ser señalada o criticada. Según la diputada, “a la población no le importa si presento iniciativas de leyes; lo que ellos quieren es que les traiga obras”.
También explicó que el trabajo de fiscalización ha sido complicado, ya que en la mayoría de ocasiones ha pertenecido a la bancada oficial y por otro lado, considera que la labor de legislación está dirigida a por los diputados que tienen el dominio hegemónico del Congreso.
La representante añade que el trabajo legislativo la desmotiva, ya que pocos son los incluidos en el grupo que toma las decisiones en el Congreso y es por eso que prefiere llevar obras a su departamento y que éstas sean reconocidas por los habitantes de la localidad, sus electores.
El último de la lista para ser consultado fue el diputado distrital Salvador Baldizón, electo por Petén y hermano del candidato presidencial del partido Lider, Manuel Baldizón. Al legislador se le intentó llamar a tres diferentes números de teléfono, pero nunca contestó. Además que se le buscó en el Congreso, pero no se le encontró en la oficina de su bancada.
Baldizón fue incluido en un listado del 2012 como uno de los diputados con más abandonos a las sesiones plenarias. Actualmente es quien coordina las labores de la bancada y según fuentes extraoficiales, es el que está a cargo de realizar el lobby político para su hermano.
DE PERFIL ALTO A BAJO
El diputado de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), César Fajardo, ha pasado de ser un diputado que tuvo notoriedad en pasadas legislaturas, a ser uno con perfil bajo y fuera del alcance de los periodistas y los medios en el presente periodo.
El diputado de la UNE y hombre de confianza del expresidente Colom y su exesposa, en la actualidad es el Presidente de la Comisión Extraordinaria Encargada del Estudio y Análisis para la Deslegislación, además de ser miembro de las comisiones de Relaciones Exteriores y la específica para la Paz y el Desarrollo.
En la legislatura anterior y en pleno año de elecciones, Fajardo fue el Presidente de la Comisión de Asuntos Electorales del Congreso,
Se intentó conocer la razón del porqué el legislador ha tenido un perfil más discreto ante la opinión pública, pero no se logró comunicación pese a las insistentes llamadas y tampoco se le logró ubicar en el Congreso.
¿QUÉ HACEN?
Los diputados que integran el Organismo Legislativo tienen a su cargo conocer, aprobar o improbar leyes; desde las comisiones de trabajo pueden crear, analizar y dictaminar proyectos de ley; desde su bancada tienen la capacidad de fiscalizar la labor de otros funcionarios del Estado, y como representantes de sus distritos podrán actuar como mediadores para que a su área se le otorguen proyectos de obra geográfica.
En el caso de los “invisibles” o poco visibles, realizan la tarea de improbar o aprobar leyes ejerciendo un leve movimiento en su dedo, el cual hará presión en la opción “en contra” o “a favor” sobre el tablero de votaciones, dependiendo de la decisión que tome el jefe de su bancada.
En cuanto a la tarea de fiscalizar, todo dependerá del sector del Congreso al que pertenezcan. Si forman parte de la bancada oficial o de los bloques de oposición, ya que si un diputado es parte del último las probabilidades de fiscalización aumentan.
Y por último está la más importante actividad, que es mediar para que su departamento sea beneficiado en el listado geográfico de obras. Es en este ejercicio donde los diputados son poco visibles tienen más participación, ya que los diputados tienen relación directa con sus electores, que es el segmento de la población que les interesa convencer en las elecciones.
Además puede conseguir contratos de obras para empresas constructoras de empresarios allegados o amigos.
“ES NORMAL”
Hugo Novales, politólogo del Instituto Centroamericano de Estudios Políticos, dijo que es normal que en cualquier organización sobresalgan unas personas más que otras, de acuerdo a sus características personales y asegura que en el Congreso siempre ha habido diputados más importantes que otros.
Novales atribuye esta inequidad a la formación política, ya que para ser político se necesita estar dotado de ciertas capacidades, como la oratoria y el liderazgo, de lo cual muchos congresistas carecen.
El politólogo indica que hay que hacer diferencia entre los diputados que fueron electos en los distritos y los del listado nacional, ya que los distritales se concentrarán más en atender de forma particular a las personas de su localidad.
De acuerdo a esto el politólogo y director del Instituto de Incidencia Política, Renzo Rosal, dijo que es por esta razón que los diputados usurpan la labor que les corresponde a los alcaldes.
El congresista debería ser un mediador para que los proyectos lleguen a sus distritos sin ninguna complicación. Pero esa mediación sólo la puede realizar analizando e impulsando leyes que aporten a establecer justicia social en el sistema estatal.