El VIH, una realidad con grandes desafíos
Guatemala tiene una de las prevalencias más altas de VIH y sida en América Latina, después de la zona del Caribe, Honduras y Belice. Se estima que aproximadamente el 1% de la población está afectada por la pandemia. Con una población de más de 12 millones de habitantes representaría a 120,000 personas afectadas En Guatemala el 77% de la población no cuenta con la cobertura del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social ni de otro seguro. La salud está privatizada, es un servicio que se compra y se vende y no se tiene el pleno goce y disfrute de la misma, lo cual entorpece el ejercicio de los demás derechos humanos.
El modelo de salud pública de Guatemala no se adapta al número de la población y al tipo de enfermedades que existen en el país. Es así que la salud en su mayoría no es garantizada por el Estado como lo establece el artículo 93 (Derecho a la salud, derecho fundamental del ser humano) y 94 (el Estado velará por la salud y la asistencia social de todos sus habitantes) Constitución Política de la República de Guatemala. El modelo inadecuado de salud pública en Guatemala también se ve reflejado en el Plan Estratégico Nacional para la Prevención, Atención y Control de ITS, VIH y sida 2006-2010 del Ministerio de Salud Pública. Este plan no cuenta con perfil epidemiológico nacional actualizado, aún manejan una cifra errónea de prevalencia del VIH y sida en el país indicando que hay 8,685 personas afectadas en Guatemala.
Dentro de los grupos más vulnerables a la pandemia se encuentran:
Mujeres embarazadas, trabajadoras y trabajadores comerciales del sexo, hombres que tienen sexo con hombres, cuya población es el grupo más afectado y coyunturalmente más vulnerable y a las poblaciones móviles: camioneros, agricultores migrantes, personal uniformado, adolescentes y jóvenes.
Los derechos humanos deben ocupar el centro de la lucha mundial contra el sida
El reto del VIH y sida requiere un abordaje desde una perspectiva de derechos, en la cual se reconozca que los Derechos Económicos, Sociales y Culturales, al igual que los civiles y políticos, son parte indisoluble de los Derechos Humanos. Ubicar el VIH y sida dentro del contexto de los DESC permite entender el problema desde sus fundamentos: La dignidad de la persona y su condición de sujeto de desarrollo que determina las posibilidades de un goce efectivo, igualitario y no discriminatorio. Esta dimensión permite entender la pandemia no solo como un problema de salud, sino como un problema social que tiene un impacto en todos los ámbitos del quehacer humano.
Son millones las personas que viven con VIH y sida en el mundo. Millones que han muerto o siguen viviendo en condiciones graves de carencias y soledades. Es necesario hacer énfasis en que el sida es una enfermedad de hombres, mujeres, niños, niñas, jóvenes y adolescentes. Que la transmisión es por medio de relaciones sexuales, lactancia, transfusiones sanguíneas, intercambio de jeringas de personas drogodependientes
¡Todos y todas estamos en riesgo
El estigma y la discriminación
La discriminación contra las personas que viven con VIH y sida es una violación fragante de los derechos humanos, adopta múltiples formas, desde la pérdida de trabajo hasta persecuciones o incluso el maltrato y la muerte. La discriminación y la estigmatización dificultan la prevención de la transmisión del VIH al llevar el problema a un nivel oculto y bloquear el acceso a los servicios básicos. Las personas que viven con VIH y sida y que temen revelar su estado son reacias o incapaces de exigir sus derechos más básicos, como cuidados de la salud para ellas mismas o la información y los medios que necesitan para prevenir la transmisión a otras personas.
Cuando se respetan los derechos humanos, menos personas adquieren el virus y las PVVS y sus familias pueden manejar mejor la condición. La violación de los derechos humanos de las PVVS, es una agresión más, de doble carga a los padecimientos, ansiedades y angustias que viven por el propio proceso de la infección, por lo que toda violación de los derechos humanos atenta contra la integridad física, psicológica, moral y social. El respeto de los derechos humanos de las personas que viven con VIH y sida es una tarea ineludible e impostergable de parte de la sociedad, organizaciones que trabajan en el tema y de vital importancia de hacerlas cumplir por el personal responsable de la salud en Guatemala y a nivel mundial.
Ahora más que nunca
La Procuraduría de los Derechos Humanos de Guatemala trabaja para promover y defender los derechos humanos de las personas que viven con VIH y sida y grupos vulnerables. Existe un vínculo innegable entre los derechos humanos y la salud. El respeto a los derechos humanos es la única herramienta que puede garantizar: Reducir la vulnerabilidad a la infección por el VIH, aminorar el impacto negativo de la epidemia del VIH sobre las personas afectadas y empoderar a las personas y comunidades para que respondan a la epidemia del VIH.
Dando respuesta a la declaración de Naciones Unidas
Nunca se logrará el acceso universal sin los Derechos Humanos. Acciones que la PDH trabaja sobre esta afirmación:
?Verificación del acceso adecuado a la salud, como base fundamental de los derechos humanos. (Monitoreo hospitalario)
Acciones constitucionales
Acciones Constitucionales promovidas por el Procurador de los Derechos Humanos contra el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, IGSS. Se reclama la amenaza cierta y determinada de que el IGSS suspenda el suministro de medicamentos a los pacientes que padecen del síndrome de Inmunodeficiencia adquirida, quienes requieren de retrovirales en cantidad y calidad necesaria, y ante la falta de los mismos se les pone en peligro inminente de muerte. Violaciones que se denuncian: al derecho a la vida, salud y seguridad social.
?El amparo se otorgó por la Corte de Constitucionalidad de la República de Guatemala. 04 de julio 2008. Expediente 1055-2008.
?Resolución del 21/02/2005: Emitida por el Procurador de los Derechos Humanos en la que declaró desabastecimiento de medicamentos y recomendó al Ministerio de Finanzas públicas que de urgencia nacional se procediera a realizar el contrato abierto para la compra de medicamentos.
Supervisión de centros para las personas privadas de libertad
El operativo realizado a estos centros visualizó los siguientes datos:
?El Ministerio de salud pública no presta atención ni apoyo a las personas privadas de libertad. No existen políticas por parte del sistema penitenciario para el control de ingreso a personas trabajadoras del sexo. Organizaciones no gubernamentales monitorean los centros penales, proporcionando consejería y pruebas de VIH y sida de forma gratuita. El único centro de condena de mujeres COF, se manifestó que en esta población no hay mucha prevalencia del VIH y sida, actualmente solo una persona privada de libertad vive con VIH y sida.
Actualmente se esta trabajando con trabajadoras comerciales del sexo a quienes se les está proporcionando información sobre sus derechos, se informa sobre la prueba de VIH y sida. Se han recibido personas que viven con VIH y sida remitidas por las auxiliaturas departamentales a quienes se les remite y se les acompaña con un oficial de la PDH para que reciban atención y medicamentos
Observaciones
En las respuestas nacionales al VIH y sida no se ha visualizado un compromiso político, financiamiento o creación de programas para garantizar el derecho a la vida, salud y asistencia social. Debe existir una descentralización de la atención y servicios de salud para atender a poblaciones en mayor riesgo
La desigualdad de género hace que las mujeres sean más vulnerables al VIH y sida
Actualmente se tiene un convenio con Conevih para crear campañas de no violencia contra la mujer. Se arrancará un programa para educar en derechos humanos y VIH y sida a mujeres embarazadas. (01/07/2008)
Apoyo a la niñez y la juventud
?Se inició una campaña a nivel nacional, titulada «Canto por los derechos humanos», en donde se insta a la juventud a apoderarse de sus derechos pero también de sus obligaciones, se educa sobre VIH y sida.
Hombres que tienen sexo con hombres
Esta población enfrenta grandes niveles de violencia y discriminación. Los políticos en muchos países por falta de cultura en derechos humanos dan lugar a los prejuicios antihomosexuales cuando tienen una obligación política que es vital para combatir el VIH y sida en grupos vulnerables.
Ataques a programas efectivos
El ataque por parte de grupos o personas en particular hacia programas de diversa índole provoca que estos restrinjan sus servicios. El respeto a los derechos humanos es vital por parte de todos, solamente respetándonos los unos a los otros, aportando en vez de criticar lograremos sumar más acciones y menos personas que estén en riesgo.
Hoy nuestro mayor reto es educar en derechos humanos solo de esta forma podremos aminorar el estigma y la discriminación.
La realización de los derechos humanos y de las libertades fundamentales para todos es indispensable para reducir vulnerabilidad al VIH/SIDA
– Declaración de Compromiso en la lucha contra el VIH/SIDA, párrafo 58, aprobada en Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas.