Amados hermanos y compañeros míos en este mundo; tengo el honor de dirigirme a ustedes por este honorable medio. Les manifiesto que desde tiempos remotísimos las aldeas que fueron más poderosas que otras iniciaron la conquista y esclavitud de sus débiles vecinos por decirlo así.
Eduardo Alfonso Luna Estrada
Céd. A-1-309873
Considero que el amor hacia el prójimo siempre ha sido un mito, y Dios se los entrega en una lámpara vacía que es la misma ignorancia de la que el hombre actualmente se niega a deshacerse pues son unas cadenas sin fin de esclavitud propia de la lámpara señalada arriba. Máquina detenida no gana, se arruina.
No fueron los Césares romanos los que les dieron los triunfos a Roma sino los generales, los cónsules y hasta el Senado cuyas leyes perduran en nuestros días. Las legiones máquinas terribles de destrucción por sus tácticas y disciplina, impusieron la paz romana de su manera ante las debilidades de los que invadieron.
Cuando Roma se dividió en dos imperios tanto en Roma como en Bizancio, ocurrió que Atila “el azote de Dios’’ y donde su corcel pisaba la hierba no crecía más. Ante tal amenaza la emperatriz Pulcheria Augusta ordenó a su esposo que cuando se iniciara la batalla buscara a Atila para quitarle la vida, lo que así ocurrió. Estos hechos ocurrieron en el año 425 de nuestra era siendo ese el último triunfo de las legiones.
La toma de Constantinopla : Roma por haber invadido un país ajeno para declararlo como propio, provocó finalmente la invasión; ante tal situación Constantino tuvo que defender la batalla decisiva, todos los defensores perdieron la vida, pero el cadáver de Constantino fue masacrado de tal manera que jamás fue reconocido.