Guatemala es, y ha sido desde siempre, una nación llena de contrastes. En esta novela de Robert E. Hinshaw, la belleza del lago de Atitlán, los pueblos y volcanes que lo circundan marcan un violento contraste con la realidad que viven sus habitantes, especialmente los “naturales”.
En situación de marginación y esclavitud debido a las duras leyes que les han sido impuestas en beneficio de los terratenientes ladinos, los descendientes de los mayas luchan por conservar su cultura y sus costumbres, que son permanentemente despreciadas y atacadas por los ladinos y la iglesia católica.
Ambientada en diferentes épocas de la historia de Guatemala, la obra de Hinshaw inicia durante el mandato de Justo Rufino Barrios y sus intentos reformistas y modernizadores, que sumieron a las grandes mayorías indígenas en la miseria y la marginación.
Sus ritos, creencias y costumbres se alzan en esta obra como reminiscencias de un pasado idealizado. Sin embargo, la desesperanza obliga a los miembros de la comunidad a reflexionar sobre su condición y su historia, en un intento por comprender la realidad desventajosa y cruel en que han vivido durante siglos y que no parece tener salida.
Robert E. Hinshaw llegó a Guatemala en 1961. Gracias a su prologada convivencia con indígenas de Panajachel y a que aprendió no sólo su cultura y cosmovisión, sino también sus historias trágicas de marginación racial y pobreza, pudo reproducir una realidad que abarca varias generaciones de una misma comunidad.
Escrito con un lenguaje sorprendentemente realista, ya que ilustra muy bien la forma de hablar tanto de los mayas como de los ladinos en diferentes épocas, el autor nos cuenta a través de su obra las aventuras y desventuras de la familia Ajcojóm, oriunda de Santa Catarina Palopó, una comunidad ubicada a 120 kms. al oeste de la capital guatemalteca, a orillas del lago de Atitlán.
Marcada por la trágica muerte de un cura español asesinado por intentar combatir las injusticias a que los indígenas eran sometidos en las grandes fincas de café, los miembros de la familia Ajcojóm enfrentan la vida de diversas maneras. Unos se resignan ante la brutalidad e injusticia, mientras otros buscan superarse y liberarse de las ataduras que a muchos de sus ancestros les costaron incluso la vida. Sus intentos de superación marcarán a varias generaciones de su familia y servirán de hilo conductor a la trama de esta novela que, muchas veces, se tensa en la acción conmovedora y trágica de sus protagonistas.
La belleza natural del lago de Atitlán, las costumbres y leyendas que surgen de su geografía, sirven de marco a una novela que mezcla historia, política y ficción en una historia entretenida y de fácil lectura.
Traducida del inglés, Los coyotes tienen suerte tiene su origen en una novela de Hinshaw, publicada originalmente en el 2007: My Lake at the Center of the World. Obra que cuenta con una secuela que aún no ha sido publicada en español y que se denomina The Rape of Hope (2008).
Robert E. Hinshaw llegó a Guatemala acompañando al antropólogo estadounidense de la Universidad de Chicago, Sol Tax, junto a quien publicaría en 1968, Los pueblos del lago de Atitlán. Su amor por Guatemala lo llevaría desempeñarse durante varios años como docente de la Facultad de Humanidades de la Universidad de San Carlos y a dedicar gran parte de su obra a las comunidades indígenas guatemaltecas de mediados del siglo pasado.
Esta obra es pues, una magnifica puerta para conocer la historia de la inmensa población indígena guatemalteca que aún hoy, en pleno siglo XXI, sigue siendo marginada y explotada con base en el racismo.
FICHA TÉCNICA: Hinshaw, Robert E. “Los coyotes tienen suerte.” Trad. Esmeralda Cajas Cuesta / Ángela Juanita Bunch. Guatemala: F&G Editores (Colección Puerta 8), 2012. 428 páginas, precio aproximado: Q140.00