Los castillos del Loira francés a la caza de los turistas chinos


Vista del Castillo de Loira, el cual se quiere impulsar para atraer más visitantes chinos.

Las dos regiones francesas donde se encuentran los famosos castillos del Loira (Paí­s del Loira y Centro) han organizado una misión de una semana a China con el fin de atraer a los nuevos turistas del gigante asiático, una clientela cada vez más codiciada.


Los miembros de la expedición se han reunido con representantes de las agencias de viaje y con la prensa especializada en las dos principales ciudades chinas (Pekí­n y Shanghai).

Los franceses no van a descubrir ahora a los chinos la imagen romántica de sus castillos, puesto que los asiáticos ya visitan estos monumentos desde hace algunos años.

Así­, por ejemplo, unos 8 mil turistas chinos visitaron en el 2006 el más conocido de los castillos, el de Chambord. Según las cifras oficiales, el pasado año más de 600 mil chinos visitaron Francia.

«Pero actualmente, la mayorí­a vienen en grupo desde Parí­s y no necesariamente pernoctan en el valle del Loira», explicó el presidente del Comité Regional de turismo de la Región Centro, Alain Beignet.

Y es que para los turistas chinos que visitan Europa, la capital francesa sigue siendo una etapa obligada en sus viajes, donde pueden disfrutar de la cultura, el arte y, especialmente, de las tiendas de lujo.

«Hasta ahora, los turistas chinos que vienen a Francia se concentran en las grandes ciudades, pero poco a poco, habrá más información sobre el resto de lugares, como el valle del Loira y sus castillos, y los chinos comenzarán a visitarlos», estimó Bai Xue, vicedirector general de China Ocean International Travel Service, una agencia de viajes con base en Pekí­n.

«Estamos en una etapa inicial para el turismo» chino en Europa, añadió Bai.

Sin embargo, Beignet considera que convencer a los chinos para que visiten Francia llevará su tiempo y los castillos del Loira serán «una puerta de entrada de toda la oferta turí­stica».

Lo que tiene claro Beignet es que «si no estamos presentes hoy (en China), dentro de 10 años será ya muy tarde para despertarse».

«Los operadores turí­sticos chinos deberí­an pensar en otras cosas además de Parí­s y la Costa Azul», aseguró el director comercial del castillo de Chambord, Gaí«l Ibramsah.

Algunos agentes turí­sticos chinos ofrecen ya bodas románticas con un recorrido que incluye una visita al ayuntamiento de Tours, al castillo de Chenonceau y a una bodega.

«A los jóvenes chinos les gustan las bodas originales y un castillo es un lugar ideal para pasar una luna de miel», manifestó Bai Xue.

La llegada de nuevos turistas permitirí­a a los castillos franceses, además, generar nuevos recursos en una época en la que las ayudas estatales son cada vez menores.

«Las subvenciones disminuyen, por lo que estamos obligados a tener nuestros propios recursos», justificó el director comercial de Chambord, castillo de propiedad estatal.

Pero los responsables de la región Centro no sólo piensan en sus castillos para atraer el turismo chino. Siguiendo el modelo del turismo «rojo» promovido por el régimen de Pekí­n, ofrecen una visita a la ciudad industrial de Montargis, donde, en los años 20, futuros dirigentes de la revolución comunista, como Deng Xiaoping, estuvieron trabajando.