Al menos once políticos habrían conseguido los 500 apadrinamientos de autoridades públicas necesarios para disputar las elecciones presidenciales francesas de abril y mayo ayer, cuando expiró el plazo para presentar el medio millar de apoyos imprescindibles.
Hace cinco años, en las últimas presidenciales, un total de 16 candidatos consiguieron los apoyos necesarios para ser candidatos.
El Consejo Constitucional, guardián de los derechos, libertades y principios fundamentales, hará pública el lunes la lista oficial de aspirantes a presidente de Francia y, por ahora, la cifra de 11 se basa en los anuncios realizados por los propios aspirantes a jefe de Estado.
Con este sistema de firmas de alcaldes, diputados y otras autoridades públicas se intenta evitar la multiplicación de las candidaturas absurdas y minoritarias.
Reunir este medio millar de apadrinamientos fue una mera formalidad para el candidato conservador Nicolas Sarkozy, la socialista Ségolí¨ne Royal o el centrista Franí§ois Bayrou, cuyos partidos están bien representados en las Cámaras.
La tarea fue más ardua para el presidente del Frente Nacional (FN, extrema derecha), Jean Marie Le Pen, que pese a tener un 13% de intenciones de voto, sufrió para llegar a las 500 firmas e incluso denunció presiones sufridas por ciertos alcaldes para que no le apoyaran.
El líder de la ultraderecha fue la gran sorpresa de las elecciones presidenciales de 2002 cuando consiguió eliminar al candidato socialista Lionel Jospin en la primera vuelta y disputar la segunda ronda frente al actual mandatario, Jacques Chirac.
Otros aspirantes todavía más modestos, como el líder de derecha radical Philippe de Villiers, la ecologista Dominique Voynet, el líder de extrema izquierda Gerard Schivardi o el troskista Olivier Besancenot también anunciaron que superaron la prueba de las 500 firmas y podrán participar en los comicios.
A ellos se suman la comunista Marie George Buffet, la líder de la izquierda radical, Arlette Laguiller, primera mujer candidata a la presidencia de Francia en 1974, y Frederic Nihous, presidente del movimiento Caza, Pesca, Naturaleza y Tradiciones (CPNT).
El líder antiglobalización José Bové mantuvo el misterio hasta el final y declaró ayer que creía tener las 500 firmas de apoyo pero esperaba la confirmación oficial del Consejo Constitucional. Si es así se convertiría en el candidato número 12.
Por último, hubo aspirantes todavía más desconocidos y minoritarios como el ecologista Antoine Waechter, el soberanista-gaullista Nicolas Dupont-Aignan o el líder de izquierda Roland Castro, del «Movimiento de la Utopía Concreta», que tuvieron que renunciar a su aspiración de disputar las elecciones al no conseguir sus 500 padrinos.
De esta forma, entre los 11 candidatos probables hay cuatro mujeres y cinco ministros o ex ministros. Seis de los aspirantes, entre ellos los tres favoritos, Sarkozy, Royal y Bayrou, tienen entre 50 y 60 años, lo cual hace prever un cambio generacional en el palacio del Elíseo, sede de la presidencia, que Chirac, de 74 años, abandonará en mayo.
Este sistema de firmas que da derecho a ser candidato ha provocado numerosas críticas en las últimas semanas e incluso quienes consiguieron sus apoyos sin problemas, como Sarkozy o Royal, apostaron por una reforma de las normas.