«Los Bastardos», estrena en Francia


La pelí­cula mexicana «Los bastardos», de Amat Escalante, llegó por primera vez esta semana a los cines comerciales, con su estreno en Francia, antes que en México, lo que lamenta el director, que hubiera preferido un lanzamiento en su paí­s.


El segundo largometraje de Escalante, descubierto en Cannes al igual que su primera pelí­cula, «Sangre», transcurre en la ciudad de Los íngeles y tiene como protagonistas a dos mexicanos que se buscan la vida con trabajos puntuales, hasta que un dí­a un hombre los contrata para que maten a su esposa.

Amat Escalante empezó a trabajar el guión hace años con su hermano Martí­n, incorporándole anécdotas oí­das en la familia (su padre cruzó la frontera como clandestino y guarda secuelas en las manos), pero ante todo querí­a confrontar al espectador con la muerte, la fortuita y la resultante de una venganza frí­a.

Como en su primer largometraje, el joven director mexicano filma secuencias muy largas, escenifica grandes silencios, y logra dar una visión irreal de la vida diaria de sus protagonistas hasta que dos tiros a quemarropa ponen la piel de gallina por su crudeza. Una escena que quedará grabada en las memorias y que numerosos carteles publicitarios evocan en las calles de Parí­s.

Escalante sigue mezclando actores profesionales y otros que no lo son, de fí­sicos muy contrastados y notable presencia, al estilo de lo que hace su compatriota Carlos Reygadas, del que fue ayudante en varias pelí­culas. «La comparación es un poco molesta. En cierto momento nos inspiró mucho Bresson y eso nos hizo trabajar con no actores, tenemos los mismos gustos en materia de pelí­culas, y estamos los dos en México, pero el tiempo nos irá separando», resume Escalante en conversación en Parí­s.

«Yo hago lo que me dicta la inspiración y quiero ir cambiando mi propio estilo, tratar de no preocuparme de lo que puedan decir, aunque a veces las comparaciones fáciles con Reygadas, Haneke o Dumont no ayudan a la pelí­cula», reflexiona.

Hablando de gustos cinematográficos, los suyos son eclécticos. «La primera pelí­cula que me fascinó fue «El mago de Oz» cuando era muy pequeño, «La naranja mecánica» a los 15 años y «Los olvidados» de Buñuel, «Aguirre, la cólera de Dios» y otras de Werner Herzog, «Metrópolis» y «M» de Fritz Lang, Charles Chaplin», enumera.

Y tampoco quiere olvidar a Bresson, porque «su libro y sus pelí­culas, como digo, me emocionaron, como Bergman y Woody Allen, o Sergio Leone, porque «Los bastardos» tiene inspiración en «El bueno, el malo y el feo»».

«Los bastardos», galardonada como mejor largometraje nacional en el Festival de Morelia el pasado mes de octubre, se estrenará en marzo próximo en México con el apoyo promocional de una importante cadena cultural, el Canal 22.

Tiene una espinita clavada porque hubiera preferido estrenar primero en su paí­s. Pero Escalante tiene una relación privilegiada con Francia. Sin estar terminada, «Sangre» arrancó su singladura en Cine en Construcción, foro profesional celebrado en Toulouse en 2005, y de allí­ dio el salto al festival de Cannes, que más tarde lo invitó a su residencia de cineastas jóvenes de Parí­s. Allí­ escribió el guión de «Los bastardos», que tuvo un importante coproductor francés, Jean Labadie, y también fue invitada a la sección oficial Una Cierta Mirada del Festival de Cannes en 2008.

La pelí­cula se ha vendido a Grecia, Canadá, el Benelux, va al Festival de Rotterdam. Mientras, Escalante trabaja en un proyecto colectivo de diez ficciones de 10 minutos cada una inspiradas en la Revolución mexicana, junto con Carlos Reygadas, Fernando Eimbcke, Rodrigo Pla, Gerardo Naranjo, Patricia Regan, Diego Luna, Gael Garcí­a Bernal. «En mi caso, va a ser actual, con un sacerdote, dos niños, pero puede ser que cambie todaví­a» de aquí­ al rodaje, previsto en abril, a poder ser en Guanajuato, adelanta.

También está escribiendo su próximo proyecto. «Va a estar filmado en México y va a ser algo contemporáneo», dice entre risas porque no quiere hablar más, por si da mala suerte.