Los bancos franceses no han salido de la crisis financiera, como lo muestra la ampliación de capital del Crédit Agricole anunciada ayer por sorpresa, aunque los analistas creen que aguantarán gracias a un mercado nacional resistente y una importante diversificación internacional.
Primer banco al detalle europeo, el Crédit Agricole anunció ayer que su beneficio neto será de 892 millones de euros en el primer trimestre de 2008, es decir, apenas un tercio del que logró en el mismo período de 2007.
Para recuperar su solvencia, el banco anunció un aumento de capital de 5.900 millones de euros.
Declarándose «muy sorprendido» por esta precipitada información, Pierre Flabbée, analista de Landsbanki Kepler, señaló que el anuncio echa una sombra de duda sobre todo el sector y «aumenta la incertidumbre».
Sin embargo, «cada caso es particular», relativizó al citar los resultados trimestrales de Société Générale que, en cambio, fueron mejores a los esperados.
La SocGen, sacudida por el caso Kerviel a principios de año, limitó los daños en el primer trimestre logrando un beneficio a la baja de más de 20% pero, en todo caso, siempre superior a los mil millones de euros.
BNP Paribas y Natixis, que publicarán sus resultados trimestrales durante la presente semana, también esperan bajas de sus respectivos beneficios aunque, sin embargo, serán superiores a los 1.500 millones de euros, según los analistas.
Los bancos franceses aprovecharán la publicación de sus resultados del primer trimestre para hacer «una limpieza casi completa de su exposición a las «subprime», juzgaron Sabrina Blanc y Alan Webborn, analista de Société Générale.
Los títulos financieros relacionados con el mercado inmobiliario estadounidense siguen perdiendo valor desde principios de año y fuerzan así a los bancos a proceder a nuevas depreciaciones que se extienden a otras clases de activos, como los préstamos LBO (compra por endeudamiento) o las subidas de crédito.
Société Générale ya anunció 513 millones de euros de depreciaciones y pérdidas debidas a su crisis del primer trimestre.
En el Crédit Agricole -que publicará sus resultados detallados mañana- la rama financiera y de inversiones sufrió nuevas depreciaciones por valor de 1 mil 205 millones de euros, tras otra de 4.200 millones antes de impuestos en 2007.
Así las cosas, en estos momentos es el banco francés más afectado por la crisis.
El comienzo del año será, por tanto, «difícil», estimaron Sabrina Blanc y Alan Webborn, que subrayan como «los beneficios de los bancos de financiación e inversión aparecen más débiles aún por comparación con el primer trimestre de 2007, cuando fueron excelentes».
Respecto a los bancos puramente de inversión estadounidenses, los franceses tienen la ventaja de contar con una fuerte componente de entidad al detalle, lo que les permite amortizar la crisis ofreciendo una fuente de ingresos estable y menos expuesta a las turbulencias económicas.
El mercado francés «corre pocos riesgos debido al débil endeudamiento de los clientes locales y a un mercado de préstamos hipotecarios muy conservador», remarcaron los analistas de Lehman Brothers, que juzgan «muy exagerados» los temores de una rápida disminución del crédito en Francia.
Asimismo, la diversificación internacional, esencialmente en Europa del Este para Société Générale, o en Italia para BNP Paribas y Crédit Agricole, debe permitir también amortiguar el golpe.
«Es un momento de crecimiento importante que ayudará a las entidades financieras a superar las dificultades temporales de sus bancos de negocios», resumieron los analistas de Lehman Brothers.