Los arrastrados


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“Sos un arrastrado”, “culebra”, “sobalevas”, “lame huevos”, “culero”, etcétera, eran frases usuales cuando estudiábamos, para calificar a aquellos que se mantenían “pegados” y magnificando las cualidades de los maestros o directores para lograr su aprobación y no tener problemas en ganar los cursos.

Héctor Luna Troccoli


El término “arrastrado” se usa también en labores agrícolas con el famoso “arrastre”, cuando se recogen campesinos para el corte de café y caña particularmente, a fin de conseguir mano de obra barata impulsada por la necesidad.

Después, el mismo término se llevó a la política cuando llegan las elecciones y llenan buses y camiones de “arrastrados”, que van a depositar su voto por cualquiera que les indiquen, dándoles a cambio almuerzo y unos cincuenta quetzales, suficientes para sobrevivir al día siguiente.

Pero aún hay más. Los que vimos vitoreando a Otto Pérez el lunes o martes de esta semana en el Parque Central, donde figuraban miembros del ex combativo grupo indígena y campesino del CONIC, especialistas en hacer bloqueos, y otros de similares características, ampliamente conocidos y que son la vergüenza de una de las carreras más nobles que conozco, como lo es el magisterio, como el STEG encabezado por el conocido vendedor de gente, pensamiento, ideología, chupador empedernido y ausente en sus clases, Joviel Acevedo, custodiado por guardaespaldas y cobrando sobresueldos desde el año 2000. Esos, se convirtieron en los arrastrados, culebras, sobalevas, etcétera y junto con empleados de Salud Pública y otras entidades  se pusieron a los pies del mandatario por una paga convenida de antemano.

Aquí deben hacerse algunas breves reflexiones. En primer lugar, muchos, incluyéndome, repudiamos y condenamos ese vergonzoso ataque a la vicepresidenta Roxana Baldetti, independientemente de cualquier consideración personal. Fue bochornoso y debe ser castigado por la justicia.

Creo que casi todos los medios se pronunciaron en contra de esta situación deleznable por lo que no había necesidad de FABRICAR concentraciones con líderes desacreditados y deshonestos para hacer un show de circo, poniéndose el Presidente y achichincles en el mismo plano que los actuales payasos del circo político nacional como son los señores de Lider encabezados por el nuevo “copy paste” Manuel Baldizón.

Como decía Ramiro de León,  no había necesidad de “acarrear” gente para montar el show y por lo menos sus operadores políticos le debían haber aconsejado traer gente, si se quiere desconocida, pero no reconocida por corrupta como la que lo acompañó. Incluso empleando la “logística militar” hubiera tenido más gente y con dos que tres personas  respetables en el ámbito obrero, campesino e incluso de la élite económica, en la plataforma de “honor”.

Ese día memorable se arrastró gente que, como en las elecciones, no sabía ni para qué iba, excepto que se le pagaría, pero lo peor es tener al frente nada más y nada menos que a Acevedo y Espino, dos “joyas” de lo que NO debe ser un dirigente campesino o sindical.

De Acevedo no hubo sorpresa, se le ha visto cambiar de camiseta más que cualquier jugador desempleado de futbol, pero el CONIC desvirtuó totalmente su antigua beligerancia para pasar al sitial de la mercancía y curiosamente ayer, salió un comunicado de una entidad llamada CONEC que unidos con “trabajadores” de salud pública también condenaban el incidente desagradable y repudiable contra la señora Baldetti.

El General DEM Otto Pérez, aparentemente parece olvidar a veces su condición de Presidente y aunque desde un principio dotó al Ejército y a sus compañeros y excompañeros de puestos jugosos y prebendas inusuales, no se le debe olvidar que representa la unidad nacional, según dice el libro que se llama Constitución.

Comprendo que el temperamento militar y las situaciones afectivas puedan hacer que a cualquiera se le suba la adrenalina, pero, como decía un viejo amigo,” la adrenalina te lleva a cometer más errores de los que ya efectúas, así que o eliminas tus errores o suprimís tu adrenalina, aunque sea por un momento, suficiente para pensar y razonar.”

Hágase la campaña, Excelentísimo Señor Presidente, no se ponga al mismo nivel de sus oponentes del circo. Hay opciones políticas para todo, incluso para lo imposible (frase mía, se ruega no plagiar).
 
Conserve la calma en estos momentos de desesperación y podrá vencer escollos, sin necesidad de andar de la mano con gente inescrupulosa.