López Bonilla niega haber vinculado el movimiento antiminero con Los Zetas


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El ministro Mauricio López Bonilla conversó con La Hora sobre sus aciertos y desaciertos en la cartera de Gobernación, la conflictividad social y las acciones emprendidas en torno a la oposición a la minería, así como del control de las cárceles, el robo de celulares y la responsabilidad de las empresas telefónicas, el narcotráfico y sus aspiraciones a convertirse en candidato a la Presidencia.

POR J. ESTRADA Y M. CASTAÑÓN
lahora@lahora.com.gt

“Yo bajo ninguna circunstancia dije que los comuneros formaban parte de Los Zetas”

ACIERTOS, DESACIERTOS Y CONFLICTIVIDAD SOCIAL
¿Cómo se siente al trabajar en tres planos: con la responsabilidad de ofrecer seguridad, responder a la promesa del presidente Otto Pérez Molina y la vicepresidenta Roxana Baldetti, y del compromiso de su carrera profesional?

En primer lugar yo vine aquí con un compromiso de trabajo profesional sin tiempo, con todas las exigencias que existen para estar con el Presidente y obviamente con la Vicepresidenta. Esto implicaba mostrar que había conocimiento, experiencia y vocación para venir a hacer un trabajo muy difícil, este es un trabajo muy complicado.

Muchas veces no se toman decisiones en estos puestos porque toda la vida implica un riesgo, una responsabilidad y a la luz de lo que ha pasado anteriormente muchas veces las decisiones son erradas, son equivocadas, y hay que responder después por ellas. No es una ganga. Esta es un área donde se pueden cometer errores muy fácilmente.

Lo primero, para mí es que tengo un compromiso, un sentido de responsabilidad muy grande y por supuesto vamos por el camino más difícil, que es el de buscar las transformaciones institucionales.

El tema de seguridad no es sólo un tema de responsabilidad policial, es un problema de responsabilidad social y de la sociedad misma. Tenemos que cambiar el modelo que a todo el mundo le gusta de reacción, por la represión, por la dureza con los criminales.

No a todos les gusta la represión, Ministro. Eso hay que dejarlo claro

Hablemos de represión, pero no en el sentido ideológico. La represión, si usted consulta el diccionario jurídico, dice que son las acciones que el Estado desarrolla para hacer valer la Ley y el Estado de Derecho. Cuando yo voy y busco una estructura criminal y planifico toda una acción operativa, lo que estoy haciendo es reprimiendo la estructura. No le doy chance de nada.

Necesitamos cambiar nuestros valores de reacción por la prevención. Involucremos a la gente desde el punto de vista de la Criminología, que nos dice las razones por las cuales nos explicamos el fenómeno criminal, por qué ocurre una violación, los robos; vamos desde las alertas tempranas a un sistema de prevención.

Tenemos que acostumbrarnos a que si hay una advertencia que hacer, la hagamos, y no se me devuelva, como se me devolvió a mí en abril del año pasado cuando sacamos la advertencia por los violadores de la Calzada Roosevelt y lo primero que recibí fue una andanada de protestas y de regaños, porque según lo que se entendió en ese momento es que le estábamos poniendo toque de queda a las mujeres.

Pero eso fue un toque de queda para las mujeres, un error

Al contrario. Miremos los resultados. Si usted lo ve al fondo, hoy día usted puede ver el resultado. Fíjese que todo el mundo se fue por lo obvio, que era decir “no anden solas, anden acompañadas”, pero cuando nosotros dijimos “banda de violadores en la Roosevelt, no pase a cajeros y no haga esto” ¿A dónde iba dirigido el primer mensaje? A los delincuentes que formaban parte de la banda. Es decir, tenemos información de ustedes y durante la semana y media después de eso, tomamos las medidas y procedimos a sus capturas.

Hablando de prevención y de los errores de gestión como usted mencionó antes, considerando que este es un gobierno compuesto por varios exmilitares, después de la experiencia de la Cumbre de Alaska y de toda la criminalización a la protesta social, el Gobierno decreta Estado de Sitio en cuatro municipios. Dicen primero que son “zetas” y luego que no son. Este conflicto no es nuevo, viene desde hace mucho tiempo, ¿qué pasó ahí?

Yo bajo ninguna circunstancia dije que los comuneros formaban parte de Los Zetas. Yo hablé de dos planos: son cuatro municipios en los que ha habido una permanente existencia del fenómeno criminal, inclusive en acciones del narcotráfico y eso es cierto. Usted documenta esas acciones desde 2011, 2012 y 2013 en donde están las bandas, inclusive con los allanamientos y las órdenes de aprehensión que se liberaron de gente vinculada al narcotráfico, con acceso a fusiles AK-47, granadas, vehículos.

¿Hay zetas o no hay zetas?

Ha habido zetas en Jalapa.

Pero criminales hay en todo el país. En todas partes circulan Los Zetas. No se quedan en un solo lugar.

Por supuesto, entonces estamos hablando de un mapa donde no son solo Los Zetas, sino gente vinculada al Cartel de Sinaloa, el Pacífico, el Golfo, todos ellos.

Pueden revisar mis declaraciones, yo lo que dije fue que hay un fenómeno criminal en el área. Aquí ha habido robacarros, secuestradores; les hablé de marzo pasado, en donde iba en una diligencia, juez, fiscales, soldados, policías y fueron detenidos todos y no se llevaron a cabo cinco órdenes de aprehensión de gente que estaba señalada de sicariato, homicidios violentos, portación ilegal de armas y vínculos con narcotráfico y no se pudo hacer.

En los estados de excepción hemos sido muy cautos. Los analizamos siempre, pero cautos en su aplicación porque tienen un costo político. Son aprovechados inmediatamente para decir que se está atentando contra las garantías, pero aquí la primera garantía que tenemos nosotros que tener presente como prioridad es la vida. La pregunta que yo me hago es ¿Después de los policías, qué más? (el 29 de abril fueron retenidos 23 policías en San Rafael Las Flores, Santa Rosa). Al día siguiente tuvo que mandarse un contingente de policías a liberarlos y ahí están las fotos y las grabaciones que hizo un medio de comunicación, donde aparece uno de los comunitarios con una granada de fragmentación en la mano.

¿Un comunitario con granada? Es decir, ¿acaso no era una banda criminal?

Yo no puedo calificar eso. Yo lo que digo es que en el área hay incidencia criminal y hay una conflictividad. El hecho es, ¿cuándo una acción es de legítima protesta y cuándo una acción es un delito?

¿Usted dice que la criminalidad es la principal razón para declarar Estado de Sitio en cuatro municipios, más que la protesta contra la minera?

La principal razón para implementar un Estado de Excepción es restablecer el orden y la ley.

Usted justifica las decisiones por la amenaza de las bandas organizadas, pero actos criminales hay en todos los departamentos, ¿por qué no declara Estado de Sitio en Petén donde hay bandas del narcotráfico circulando cómo quieren? ¿Por qué justamente en las áreas de conflicto con la minería? ¿Simple casualidad?

Precisamente porque había que restablecer el orden. Yo le digo a la gente que si no hubieran secuestrado a los policías, seguro no habríamos tenido que recurrir a un Estado de Excepción en el lugar. Aunque ya había expresiones con todo y la satanización que hay de las mineras, eso no es mi problema. Mi problema es el resguardo del orden público. Vino un ataque en enero de este año en contra de las instalaciones de la mina que cobran la vida de dos policías privados y dejan heridas a siete personas, muere uno de los atacantes, queda huella balística de los fusiles, ¿qué tenemos qué hacer? Investigar porque eso no es protesta social, eso es crimen organizado.

Si la gente pide las consultas comunitarias y dice que no quieren la minería ¿le da derecho al Ejecutivo a pasar por alto la negativa de las poblaciones? Usted habla de prevención de la conflictividad como un eje de trabajo, pero sabe que las minas son causa de conflictos. Entonces, ¿Por qué no recomendarle algo al Presidente? Sería bueno decirle que es necesario vincular las consultas comunitarias o ¿Vamos a esperar más muertes y más represión?

No, vamos al origen del tema. Cuando esto llega a mí, cuando una persona, por muy legítima que sea su causa, encaja en una figura que aparece en el Código Penal como delito, yo no estoy criminalizando, él se criminaliza solo, el problema es ese.

CÁRCELES Y ROBO DE CELULARES
El tema del control de las cárceles, es uno de los problemas más grandes del Ministerio de Gobernación, ¿cómo lograr que las cárceles respondan a las necesidades para las cuales fueron creadas?

Este es un tema que hay que ver de forma integral. Primero el Sistema Penitenciario (SP) no ha tenido una institucionalidad fuerte. Nos topamos con varios problemas en el Mingob y probablemente el SP es el mejor ejemplo y es que los puestos, los sueldos y los salarios no son acordes al trabajo que se desempeña, a la peligrosidad del mismo. No podemos tener profesionales que desarrollen su trabajo con absoluta transparencia y verticalidad si están ganando sueldos de hambre.

Segundo, se necesita infraestructura porque la actual está constituida para unos 7 mil 500 privados de libertad. Hoy tenemos 16 mil privados de libertad. Hay un sobre hacinamiento espantoso. Estamos hablando del 120 o el 130 por ciento de aglomeramiento.

El último elemento es el que tiene que ver con prevención y redención de penas. Hay casos dramáticos; de la población que está, el 51 por ciento está de forma preventiva esperando un juicio y el otro 49 por ciento está en situación de condena

¿Qué hacer con el tema del robo de celulares? Las telefónicas tienen una gran influencia social. ¿Cómo trabajar en la responsabilidad empresarial para evitar los robos? Claro que el ciudadano debe jugar su parte y no comprar robado.

Hay un esfuerzo que bien se puede considerar del lado de las empresas que proveen los servicios de telefonía. El registro tampoco es la panacea total del tema; el registro no puede pensarse hacia atrás, es un registro de aquí para adelante, pero gran parte del problema se genera por la venta de celulares tarjeteros que no van a tener ningún registro. La gran mayoría genera toda esta línea de una industria de robo, de utilización en las extorsiones, en secuestros. Lo otro es con la vista de reexportarlos a algún lado, con registro de celulares creo que la constitución con base de datos, con registro de celulares puede empezar a atraer una nueva dinámica mucho más complementaria e integral de lo que se va a trabajar, pero el efecto se tiene que ir viendo poco a poco; hacia atrás, imposible.

Ir al mecanismo de desactivación de aparatos no sólo en términos del IMEI, sino del mismo chip, es una tecnología que está disponible. Vamos a preguntar cómo van las empresas porque hace algunos meses inauguramos con ellos la incorporación de las tres empresas telefónicas a una red latinoamericana y mundial que existe en donde están todos los registros de todos los teléfonos robados con su IMEI, más el chip que una vez se reporta, se inhabilita por completo y nadie más puede volverlos a restaurar. Son medidas que habrá que ir tomando sin ninguna duda, eso es parte del esfuerzo que hay que hacer.

EL CONFUSO RUMOR SOBRE EL CHAPO Y EL NARCOTRÁFICO
¿Qué pasó con el Chapo aquella noche que se dijo que estaba muerto, pero finalmente  no era cierto?

La fuente primaria de información sobre ese tema no fue el Gobierno. A mí me empezaron a preguntar. Muchas veces las noticias de lo que está ocurriendo vienen por los medios. Esa noche lo primero que recibo es una llamada “¿Ministro, sabe de algo que ocurrió en tal lugar?”. “No me suena, déjeme averiguar”, respondo.

Ese día empezamos a recibir requerimientos y cuando sentimos empiezan a entrar las llamadas internacionales preguntando por un encuentro armado. Ya se manejaba el tema como encuentro armado entre narcotraficantes donde probablemente uno de ellos podía ser el Chapo. Nosotros nos fuimos con la bola asumiendo que si todo el mundo estaba diciendo algo de repente podría haber algo y ahí fue donde empezó la confusión.

Lo primero que se habló con el Presidente fue, “entremos con Ejército y Policía a los diferentes lugares” y nos pasamos hasta las 2 de la mañana reunidos porque tuvimos que seguir de toda la línea de San Francisco, municipio central, pasando por Sayaxché, La Libertad, ubicando durante toda la noche siete puntos donde las informaciones decían que por ahí era el tema.

Después llegamos a una conclusión que nunca se dijo afuera pero había muchas dudas sobre delegados de prensa local que habían sido una fuente primaria del rumor, que después se convirtió en noticia dándole la vuelta al mundo. A partir de eso somos mucho más cuidadosos con la forma como puedan darse las cosas. Yo prefiero decir “no sé”, a caer en la tentación.

¿Cuántas estructuras del narcotráfico han identificado en el país?

Tenemos un fenómeno bien importante  y hay que entenderlo como corresponde. La dinámica del narcotráfico busca asegurar el trasiego del sur a norte y en Guatemala lo que hubo fue estructuras para asegurar el trasiego alrededor de familias. Primero los Lorenzana, los Alvarenga ahora, el tema de la familia de Chamalé, todo mundo aparecía con una familia, podríamos hablar de 10 o 12 que controlaban los grandes flujos. Cuando viene la política de capturas de capos para poder extraditar a la mayoría de ellos se pierde la cabeza y automáticamente lo que se produce es una atomización, un desmembramiento de la estructura que es operativa, que quiere decir “paramilitar”, prácticamente; tienen armamento pesado, comunicaciones, medios de movilidad, uso de tecnología y esta es la estrategia con la que se permiten asegurar todas las rutas de trasiego, que es a lo que llamamos “trazas”; esta misma tienen su tecnología para ir trasladando todo, lo que ocurre con su fragmentación es que estos grupos se dividen en un grupo que pudo haber sido familiar al principio.

Lo que nosotros tenemos identificado como parte de nuestra inteligencia civil, que es inteligencia criminal, un número aproximado de entre 50 y 52 grupos armados que se pelean por territorio, que se tumban droga o dinero y que quieren mantener el control sobre algunas rutas de trasiego y eso hace complicado el tema porque estamos frente a un fenómeno al que no podemos entrarle con policías y soldados regulares.

ASPIRACIONES A LA PRESIDENCIA
¿Ha pensado ser candidato presidencial?

Es una pregunta totalmente fuera de contexto. No tengo interés. No vine aquí por un interés en ese sentido.

¿Pero puede ser candidato presidencial?

No lo descarto tampoco, ¿verdad?, pero no tengo ningún interés. El trabajo de esta cartera es increíblemente demandante, que a veces resulta con todo lo que yo me precio de estar preparado física, mental y espiritualmente para enfrentarme a un desafío como estos, que implica que no hay fines de semana, ni día, ni noche. Es agotador el trabajo. Pensar en continuidad bajo otros esquemas resulta ser no tan motivante, y realmente les voy a decir, el ejercicio del poder, bueno, a menos que a uno le guste por completo estar recibiendo palo, pero estos son trabajos poco reconocidos.

Económicamente debe haber un beneficio

Bueno, el Ministro de Gobernación gana hasta hoy Q30 mil mensuales, tengo facilidades para desarrollar mi propio trabajo como corresponde.

Ser o no ser es una cuestión que creo no es el momento, esto probablemente se dé más adelante para saber si hay alguna oportunidad no necesariamente de eso, pero creo que hoy día lo que más me motiva, dirige mi esfuerzo, y así lo pensé cuando vine aquí pensando del 14 a las 14 horas.  Del 12 a las 14 del 16 haciendo saludo con el presidente Otto Pérez para decir misión cumplida, cuatro años de un trabajo donde yo espero que el plan estratégico que elaboramos para poderlo desarrollar haya alcanzado un 75 por ciento de resultados, solo con pasar de 25 mil policías a 35 mil profesionales equipados, con sus medios, con una nueva distribución en el territorio nacional va a hacer una tremenda diferencia para el país.

Está entre sus aspiraciones convertirse en Presidente de este país.

Creo que cualquier decisión que pudiera surgir de circunstancias propias en el corto plazo, debería ser la única. Yo por ejemplo no pienso después de haberme incorporado a este proceso, que yo vine aquí para trabajar con Otto Pérez Molina que me llamó para incorporarme al equipo, y si no yo hubiera estado muy feliz siguiendo con mis consultorías porque vivía más tranquilo, era dueño de mi vida y de mi tiempo y me organizaba como yo quería. Vine a este esfuerzo para pasar a la historia como el Ministro de Gobernación que transformó de fondo el tema de la seguridad en el país y esa ha sido mi aspiración, si se da otra circunstancia más adelante habría que evaluarla muy bien porque no es nada más de participar por participar, habría que ver si hay condiciones, habría que pensarlo.

“Pueden revisar mis declaraciones, yo lo que dije fue que hay un fenómeno criminal en el área”.

“No podemos tener profesionales que desarrollen su trabajo con absoluta transparencia y verticalidad si están ganando sueldos de hambre”.

“Segundo, se necesita infraestructura porque la actual está constituida para unos 7 mil 500 privados de libertad. Hoy tenemos 16 mil privados de libertad. Hay un sobre hacinamiento espantoso. Estamos hablando del 120 o el 130 por ciento de hacinamiento”.

“El 51 por ciento está de forma preventiva esperando un juicio y el otro 49 por ciento está en situación de condena”.

“El registro (de celulares) tampoco es la panacea total del tema”.

“Entre 50 y 52 grupos armados que se pelean por territorio, que se tumban droga o dinero y que quieren mantener el control sobre algunas rutas de trasiego y eso hace complicado el tema porque estamos frente a un fenómeno al que no podemos entrarle con policías y soldados regulares”.

¿Pero puede ser candidato presidencial? “No la descarto tampoco ¿verdad?, pero no tengo ningún interés”.