Mauricio López Bonilla asumirá la dirección del Ministerio de Gobernación el próximo 14 de enero, junto con la llegada de Otto Pérez Molina a la Presidencia, quien ha hecho de la seguridad y gobernabilidad su principal promesa de campaña. A dos meses de la toma de posesión, el futuro funcionario habla con La Hora sobre la “gran responsabilidad” que implica garantizar la seguridad ciudadana y cumplir con la promesa del Partido Patriota para hacer bien las cosas en esa materia.

En la entrevista indicó que en el primer semestre del año se podrán percibir cambios radicales de actitud, que serán evidentes cuando se implemente el plan de gobierno. Reconoce que la seguridad fue la oferta básica del Presidente electo y  agregó que, aunque la falta de recursos es un problema, también existe creatividad y alianzas para contrarrestar el problema de la inseguridad.

En sus estrategias contra la violencia destaca reforzar y proteger los sistemas de transporte articulado, la continuidad en la Reforma Policial, la solicitud de ayuda a Estados Unidos, la implementación de planes de prevención del delito para la niñez y juventud en riesgo, así­ como la toma de territorios donde operan las pandillas, y el combate a la corrupción. Pero lo más importante es que el futuro Ministro reconoce que el sistema actual representa un problema y se muestra dispuesto a no ser ví­ctima del mismo para poder generar los cambios que el paí­s necesita.

La Hora: ¿Qué significa el desafí­o de la seguridad para su gestión?
Mauricio López Bonilla: Particularmente veo que el desafí­o de seguridad es muy amplio. Es un tema complejo porque es multifacético, tiene una expresión, una caracterización amplia; muchos lo ven como un reto demasiado difí­cil. Sabemos que significa para nosotros la más alta responsabilidad, porque fue la oferta básica electoral de Otto Pérez Molina y del Partido Patriota, sin embargo estamos convencidos todos que lo que podemos dar es la garantí­a que viene gente que tiene experiencia, conocimiento, convicción y mucha fe para rescatar la institucionalidad de seguridad que tanta falta nos hace.

LH: ¿Cuáles son sus prioridades?
MLB: Otto Pérez Molina habló de la composición de fuerzas de tarea, donde participan muchas instituciones de forma coordinada y multidisciplinaria porque hay Policí­a, Ejército, fiscales; tenemos que negociar con la Jefa del Ministerio Público en un área determinada para atender un fenómeno en especí­fico. ¿Cuál es ese fenómeno? Van a haber varios. Entonces las prioridades son las extorsiones, los homicidios, los secuestros, robo de vehí­culos y narcoactividad. Si le hablo de extorsiones automáticamente tengo que tratar los homicidios, los asesinatos que están vinculados a eso. Entonces tengo que ver la seguridad del transporte urbano porque allí­ es donde se manifiesta con mayor fuerza.

LH: En el tema del transporte. ¿Qué hará para que el usuario esté seguro y en cuánto tiempo podrá percibir el cambio? ¿Cómo les va a garantizar que no les van a asaltar, matar o lanzar una bomba?
MLB: Vamos ir colocando metas, indicadores para ese tema. Entonces, es de forma gradual de cómo se va implementando todo; hay algunos aspectos del transporte público que están funcionando, eso lo vamos a fortalecer, lo vamos a coordinar.

LH: ¿En cuanto a la seguridad del transporte público, se refiere al Transurbano?
MLB: Me refiero al Transurbano, me refiero a Transmetro que tiene la Municipalidad. Son elementos en donde los demás enlaces troncales para conectar con Transurbano y con Transmetro –donde hay transporte más pequeño, en otras áreas periféricas– tienen que formar parte también. En la medida que se va implementando, se va a ir sintiendo el cambio, pero eso va paralelo que hay una fuerza de tarea que está tratando otro tipo de situaciones y que está compartiendo información sobre esos temas.  Nos hemos propuesto que el primer semestre va a dar muestras de que aquí­ ya hubo un cambio no sensible, bastante radical de la forma en que se trabaja y de los efectos que esto puede tener.

LH: ¿Qué va hacer con la corrupción en la Policí­a, constantemente se habla de los buenos y malos elementos –más malos que buenos regularmente–? ¿Cómo va a hacer Mauricio López Bonilla para valorar al buen policí­a y cómo va a castigar al policí­a que ha incurrido en un delito, no importando su influencia, su rango o antigí¼edad?
MLB: Esto forma parte de la Reforma Policial que está tomando la estafeta del trabajo que ha hecho la licenciada Helen Mack y con quien el General (Otto Pérez) ha hablado públicamente, que estamos de acuerdo en un 95 por ciento. Es cuestión de afinar algunas cosas. Esto tiene que ver en forma conjunta, los premios, hay estí­mulos, reconocimientos públicos, condecoraciones como corresponde y en verdad, cuando alguien incurre en un delito, primero hay que probar su culpabilidad; lo que vamos a hacer es separarlo del cargo, ponerlo como lo que en el Ejército se llama “en disponibilidad” y que sea sujeto de toda la lí­nea de investigación para determinar su responsabilidad.

LH: ¿Qué plan ha previsto para capturar a los lí­deres del narcotráfico y a quiénes utilizará para combatir a los Zetas?
MLB: Se trabaja sobre la base de un mapa que se está desarrollado, que implica la evolución de los sistemas criminales, dónde se encuentran ubicados, qué tipo de acciones realizan, cuáles son sus cabecillas, cuál es la estructura administrativa y financiera, de dónde obtienen las armas. Todo eso es inteligencia e inteligencia existe; nosotros la hemos desarrollado. Tenemos análisis de esos sistemas, tenemos información de inteligencia que ha venido del gobierno mismo, y bueno, todo eso en su conjunto va a hacer desarrollar la estrategia, pero además están los programas del NAS, de la Embajada de Estados Unidos y por supuesto, las acciones de DEA. Allí­ utilizaremos a los kaibiles, a los paracaidistas con policí­a especializada, que tiene que estar bien preparada para hacer la búsqueda de esos grupos. Hay fuerzas combinadas, Policí­a-Ejército.

LH: ¿Cómo va a saber si los kaibiles que participan de estas acciones no van a filtrar información o van a tener nexos  con el narcotráfico?
MLB: Aquí­ hay que aclarar algo. No existe vinculación de los kaibiles con el narcotráfico. Es la incorporación o el reclutamiento de algunos kaibiles que ha hecho el narcotráfico, porque lo que no se ha detectado nunca es que kaibiles que están de alta o en las fuerzas especiales tengan un nexo con el crimen organizado. Eso sí­ no ha pasado nunca y esperamos que no pase porque los controles que tiene el Ejército sobre estas unidades, su disciplina y su mí­stica verdaderamente son una garantí­a.

LH: Conservadoramente, los informes nacionales indican que en Guatemala hay por lo menos 13 mil 500 pandilleros, aunque informes regionales dicen que podrí­a haber hasta 18 mil. ¿Qué va a hacer en este caso? ¿Se supone que la reinserción es parte de una polí­tica de Estado, pero al mismo tiempo cómo va a reducir el daño que las pandillas causan a la gente?
MLB: Esa situación tiene un tratamiento especial. Hay un mapeo especí­fico del impacto y de la incidencia que tienen las maras en control territorial, en extorsiones, en los ataques a pilotos. Los efectos, ese es un tratamiento especial que viene desarrollándose, que hay que fortalecer e institucionalizar. Hay áreas que ocupar, hay denuncias contra lí­deres, contra miembros de clicas. Hay que ejercer esas capturas. Hay que asegurar esas áreas. Hay que tener vigilancia policial.

LH: ¿Y qué va a suceder con los lí­deres o cabecillas que están en la cárcel y dirigen a los pandilleros que están afuera?
MLB: Retomar el control es importante, porque todo mundo sabe que desde allí­ adentro se planifican estas acciones y no puede seguirse permitiendo. Eso forma parte de otro plan: El Sistema Penitenciario forma parte de otro tema, en el cual también tenemos que trabajar rápidamente en esos dí­as.

LH: ¿Existe un plan de prevención del delito para la niñez y adolescencia que está en riesgo de involucrarse con las pandillas?
MLB: Eso es un trabajo de prevención que tiene que ver con ayuda de programas sociales, de Ministerio de Cultura, de Educación. En la medida que se liberen esos lugares hay que pensar en esos niños y adolescentes que si no hay oportunidades, que si no hay entretenimiento, capacidades para practicar deporte, para convivir pací­ficamente, llevan el camino de ser cooptados por las pandillas. 

LH: Entonces ¿va a coordinar los proyectos de prevención con esas Carteras?
MLB: Por supuesto, así­ es. Coordinados en proyectos y en el desarrollo de los niños, también está el Viceministerio de Apoyo Comunitario. A través de la Unidad mantiene un control permanente de los fenómenos de las organizaciones y desarrolla estrategias en esta lí­nea.

LH: La inseguridad es un negocio de jugosas ganancias que penetra a todo nivel en el Estado y en la sociedad, ¿Qué hará Mauricio López Bonilla para no ser una ví­ctima de un sistema corrompido y carcomido?
Tomar las decisiones que debo tomar, respaldándome en la ley, rodeándome de gente que tenga el mismo compromiso con el pueblo de Guatemala, de trabajar decente, honesta y honradamente; cambiando el sistema perverso que existe ahora de corrupción y por supuesto, tomando las decisiones adecuadas, colocando a las personas que corresponde como corresponde, siendo muy claro que desde el principio no voy a aceptar a “referidos”. En el gobierno del Partido Patriota, en mi cartera no va a haber improvisaciones. Nosotros nos jactamos de tener el conocimiento y la experiencia, entonces yo no quiero fallar con conocimiento de causa porque soy ví­ctima también del chantaje. En la calle se llama extorsión y aquí­ se llama chantaje polí­tico, eso fomenta el sistema perverso de gestión y contra eso vamos a luchar.

LH: En el tema de las cárceles. ¿Cuál es el plan, pues hay un problema complicado, no existen reformas a la Ley del Régimen Penitenciario, sólo 3 de 11 bloqueadores funcionan en un ciento por ciento?
MLB: Vamos a echar a andar todo un esquema que está establecido para los controles de acceso, portales y miniportales, donde van a haber rayos equis, analizadores de trazas, analizadores moleculares para identificar explosivos, drogas etc. Porque sí­ vemos que los bloqueadores son sólo un parche. Hay que estar muy pilas controlando todos los esquemas donde nos quieren meter gol con cuestiones de corrupción, con un plan integrado que contemple esas once mil, doce mil horas hombre que hay en todos los centros de detención –once mil horas hombre por ocho horas diarias para cumplir con los tratados internacionales, estamos hablando casi de cien mil horas diarias que están desperdiciadas–. Como hay ocio y permisividad de entrar lo que sea, eso se va a acabar; lo que tenemos que utilizar con esas cien mil horas hombre es volverlas productivas en esquemas internos de trabajo, capacitación corporativa para que en mediano plazo el Sistema Penitenciario pueda ser no autosostenible, pero meridianamente autosostenible, para que los reos puedan ahorrar, para que puedan enviar dinero y mantener a sus familias y eso sea sostenible, bajo esa filosofí­a tenemos rehabilitación, capacitación para la reinserción.

LH: ¿Qué van a hacer con los guardias del Sistema Penitenciario y la corrupción que los coopta?
MLB: Para eso también hay planes. El de la PNC es un caso, pero no es un caso extremo. El caso extremo es la guardia penitenciaria. Allí­ no hay jerarquí­as, certeza de empleo, no hay condiciones dignas, salarios como corresponden, no hay profesionalismo, no sé si estaba o ya se institucionalizó el Instituto de Estudios Penitenciarios. Eso forma parte de una lí­nea de profesionalización; sin ninguna duda eso es uno de los elementos fundamentales, la Reforma de la Guardia Penitenciaria, para darle cuerpo a una institucionalización permanente.

LH: ¿Qué va a suceder con los cuarteles militares? ¿Seguirán albergando a algunos privados de libertad de cuello blanco?
MLB: Es decisión de la autoridad judicial. Nosotros lo que vamos a ver es que hayan medidas de seguridad y custodia como corresponde, que existan las condiciones de respeto adecuado. Aunque sean de cuello blanco, no los vamos a meter con la Mara Salvatrucha. Es una cuestión muy importante. Es la autoridad judicial, pero aquí­ hay una lógica también. Tienen que existir condiciones para asegurar que el esquema es vulnerable y puede facilitar una fuga porque sí­ tendrí­amos problemas.

LH: ¿Qué plan va a implementar contra el robo de celulares y quienes delinquen en los semáforos?
MLB: Vamos a poner francotiradores desde los techos (risas). No, es un tema que hay que tratarlo por varios lados, pero a mí­ me parece inaudito que al dí­a de hoy no se pueda verdaderamente desde un marco legal, asegurar que un teléfono que es robado se inhabilite por completo, no puede ser flasheado, no se le puede poner nuevos chips. Es inaudito. La tecnologí­a hoy en dí­a permite hacerlo. Hay acciones legales que nos van a dar herramientas para trabajar efectivamente y después cero tolerancia para todos aquellos lugares que flasheen celulares y para aquellos lugares donde se vendan celulares fuera de la ley. 

LH: Mientras se discute esa Ley en el Congreso ¿qué acciones va a implementar Gobernación?
MLB: Va a haber mucho movimiento de agentes de civil. Vamos a incorporar redes de observación, cámaras de vigilancia electrónica en los puntos donde hay mayor incidencia, mayor capacidad de reacción para poder indicar que acaba de suceder algo en un lugar y por supuesto, tenemos que crear toda una campaña de concienciación ciudadana de participación y de denuncia, porque he sabido en los últimos dí­as de delitos que se han abortado en su consumación completa porque un ciudadano avisó.

LH: ¿Qué va a hacer con los mercados, como el de la 20 calle? Allí­ se cotiza desde un celular hasta un arma de fuego.
MLB: Tiene que dejar de existir eso. No va a ser tolerado por más, y si se vuelven clandestinos, los buscamos en la clandestinidad, porque eso no puede seguir así­. Eso se llama descaro para cometer delitos descaradamente. Si uno llega allí­ sabe que va a comprar un celular de una persona que asesinaron; los guatemaltecos tienen que tomar conciencia que si vamos allí­, alimentamos la industria de la muerte y que hoy le pasó a aquel, mañana me va a pasar a mí­.  Esos ladrones de celulares no tienen escrúpulos y en el marco de la ley no hay que tener miramientos con ellos, tienen que haber penas severas y aquí­ es donde vienen una serie de reformas, que la gente piense dos veces antes de involucrarse en cuestiones delincuenciales porque no le va a ir bien.

LH: ¿Qué sucederá con la Reforma Policial?
MLB: Va a continuar. No van a haber interrupciones. No podrí­amos desechar un buen trabajo que está apoyado por la Comunidad Internacional; es parte de la solidaridad de paí­ses amigos y que se está echando a andar.

LH: Actualmente hay 900 investigadores de la PNC que atienden hasta 3 mil casos en un mes; el recurso humano es poco, pero ¿cómo van a sobrellevar la situación sin victimizarse en la situación? ¿Van a reforzar la investigación criminal?
MLB: Otto Pérez habló de la creación de la Policí­a cientí­fica de investigación criminal. Eso no quiere decir una policí­a aparte; eso quiere decir parte de la PNC, un cuerpo especializado, un cuerpo de investigación técnico cientí­fico.  El Presidente habló de 3 mil investigadores durante el perí­odo. Nosotros pensamos que es posible cumplir con ese objetivo porque hay un déficit y mucha demanda; al terminar la administración estarí­amos hablando de una planta de 4 mil elementos con diferente especialización.
 
LH: ¿Qué van a hacer con los actuales investigadores?
MLB: Hay que hacer una evaluación y el seguimiento permanente del desempeño. Hay unidades que trabajan bien. Esos aspectos hay que fortalecerlos; no podemos llegar a ningún lado si decimos ¡fuera todos! Tiene que haber un esquema de capacitación, profesionalización pero sobre la base de una evaluación. Eso es fortalecimiento institucional.

LH: Se estima que diariamente mueren entre 14 a 22 personas de forma violenta. ¿Cómo van a disminuir esta cifra y en cuánto tiempo?
MLB: Cuesta un poco hablar de tiempos pero en un semestre debe haber una sensación completa de cambio radical desde la actitud, desde la forma de trabajar y los resultados que se obtienen.  La violencia que genera esas muertes se queda corta con lo que genera la falta de oportunidades; de eso mueren niños, de desnutrición.  Creemos que el í­ndice de muertos va a disminuir si trabajamos diferentes aspectos, como el control del SP, control de las pandillas y minimización de sus efectos, control de seguridad del transporte público, la fuerza de tarea trabajando el  tema de las extorsiones.