Londres prepara represalias contra Moscú tras su rechazo de extraditar al principal sospechoso de envenenar al ex agente Alexander Litvinenko, pero sus opciones son limitadas, advierten analistas que especulan sobre una crisis diplomática bilateral evocadora de la Guerra Fría.
Aunque la cancillería británica rehúsa pronunciarse sobre las medidas que podría tomar tras el rechazo de Moscú de extraditar a Gran Bretaña a Andrei Lugovoi, principal sospechoso del asesinato en Londres de Litvinenko, analistas vaticinan que estas podrían incluir la expulsión de diplomáticos.
«Creo que los británicos van a tomar represalias y que los rusos van a responder de manera enérgica», opinó Richard Sakwa, profesor de política en la Universidad de Kent, que vaticina una escalada en la tensión entre ambos países.
El diario económico Financial Times citó esta semana a una fuente del gobierno de Gordon Brown que afirmó Londres está examinando «un abanico de opciones» hacia Moscú. «Algo va a ser anunciado al Parlamento muy pronto», dijo al FT la fuente, que guardó el anonimato.
El Daily Telegraph citó por su parte a un ex diplomático británico, experto en las relaciones con Rusia, quien considera «muy probable» que Gran Bretaña expulse a «un puñado» de diplomáticos rusos de bajo y mediano rango.
El diplomático británico consultado por el Telegraph comentó que estas expulsiones desatarían una ola de «expulsiones recíprocas» que desencadenaría la peor crisis en las relaciones bilaterales entre ambos países «desde el fin de la Guerra Fría».
Aunque el asesinato de Livtinenko, envenenado en noviembre de 2006, en Londres, con polonio, materia altamente radioactiva, tensó las relaciones entre Rusia y Gran Bretaña, hasta ahora no ha habido ninguna medida de represalia.
Pero el rechazo de Rusia de extraditar hacia Gran Bretaña a Andrei Lugovoi, que Londres calificó de «extremadamente decepcionante», llevó al gobierno de Brown a considerar represalias, coinciden los analistas.
El gobierno británico quiere «una relación constructiva» con Rusia, pero ahora está «considerando cuidadosamente» la cooperación con Moscú, indicó un portavoz de la cancillería.
«Estamos revisando la situación y considerando qué medidas podemos tomar», agregó el vocero. «Examinamos todas nuestras opciones. Este es un caso muy serio», añadió.
Según el Guardian, entre las opciones que examina el gobierno británico figuran el retiro de la cooperación en varias áreas, como el comercio, la educación y la lucha contra el terrorismo.
El diario afirma que el ministro británico de Relaciones Exteriores, David Miliband, podría presentar la próxima semana al Parlamento un informe sobre las medidas que tomará Londres hacia Moscú.
Según un experto del Instituto de Relaciones Internacionales, conocido como Chatham House, el gobierno de Brown podría tomar «medidas duras» contra el Kremlin.
«Para (el ex primer ministro) Tony Blair habría sido difícil tomar medidas duras contra (Vladimir) Putin, pero el nuevo gobierno (de Gordon Brown) no tiene una relación especial con Putin», señaló el analista que pidió conservar el anonimato.