El cadáver de un hombre y una adolescente fueron encontrados esta mañana, en el kilómetro 25, aldea Sajcavillá, ruta a Ciudad Quetzal, San Juan Sacatepéquez. Los fallecidos tenían disparos en la cabeza, el joven estaba atado de pies y manos, aparentemente habría sufrido otros atentados –por arma de fuego– antes, por las cicatrices en su cuerpo.

En los últimos días, los cuerpos de socorro han informado de la muerte de otras personas en situaciones similares, amarradas y con señales de tortura.  Esta práctica fue menos constante en los últimos meses, tras la detención de varios patrulleros y representantes de la Junta Local de Seguridad, quienes operaban en lugares aledaños a Ciudad Quetzal y San Juan Sacatepéquez.

Hoy a las 06:30 horas aproximadamente, los Bomberos Municipales Departamentales informaron del hallazgo de dos personas muertas, una era la adolescente Diana Julieta Zacarías Mejía, de 17 años, quien tenía varios disparos en la cabeza y la otra de un hombre sin identificar, de aproximadamente 25 años, quien vestía un pantalón azul, zapatos tenis de colores  y playera verde. En el pecho tenía plasmados varios tatuajes con diferentes nombres, en el abdomen un número 18.

Según el informe de los socorristas, la menor no presentaba indicios de abuso sexual; el hombre, tenía al igual que la jovencita varios disparos en la cabeza, estaba amarrado de pies y manos.

Zacarías Mejía fue reconocida por Alejandra Ruiz, quien relató que la menor vivía con ella desde julio pasado, tras dejar la casa de sus abuelos.  Ellas se conocieron en la Iglesia Rey de Gracia, en Ciudad Quetzal.

Según la entrevistada, ayer a las 20:00 horas la adolescente salió a comprar a una tienda cercana, pero ya no regresó; por los análisis de los cadáveres, los bomberos creen que los fallecidos fueron asesinados esta madrugada.

PERFILES
Telma García de Zacarías, abuela de la jovencita fallecida, dijo  que su nieta vivía con ella desde que tenía 10 años, luego que sus padres se establecieran en Estados Unidos para obtener un empleo.

En julio pasado, la niña abandonó la casa de sus abuelos, no concluyó el cuarto bachillerato que cursaba, porque ya no logró el apoyo económico, según su amiga, Alejandra Ruiz.

Ruiz afirmó que la menor, usualmente la ayudaba en las labores domésticas, pues tiene un restaurante, “desafortunadamente ya no pudo estudiar, por eso me ayudaba”, dijo.

Según la descripción, la adolescente era “tranquila”, no salía a la calle; cuando no estaba en el restaurante estaba en mi casa, “porque no le gustaba salir”, dijo Ruiz.

Del joven que estaba a unos cinco metros del cadáver de la adolescente, no se obtuvo mayor información, nadie lo reconoció.

Un grupo de conductores de mototaxis se acercaron al lugar y se preguntaban si el fallecido era “Selvin”, sin embargo, prefirieron no ofrecer mayores detalles.