Lobo Antunes, premiado en Feria de Guadalajara


El escritor portugués António Lobo Antunes (D)  recibe el premio de Emilio González, gobernador de Jalisco. AFP Ivan Garcí­a

El escritor portugués António Lobo Antunes recibió el sábado el Premio Literatura en Lenguas Romances de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara (oeste de México), dando inicio a nueve dí­as de fiesta literaria con una oferta de 300 mil libros y más de 500 autores.


El prestigioso novelista dijo que este reconocimiento es no sólo mérito de él, sino de sus grandes maestros en materia de literatura: un esquizofrénico, una anciana enferma de cáncer y un niño de cuatro años que sucumbió a ese mal.

«Escribir es hablar de aquellos que no tienen voz y a los que les han quitado el arma (…) Toda mi vida he escrito para ese pie (del niño muerto de cáncer) que se aleja», aseguró Lobo Antunes.

El escritor lisboeta, de 66 años, recibió el galardón en reconocimiento a su vasta obra en la que destaca «su estilo personal y en la que ha dialogado intensamente con la literatura latinoamericana», describió Marí­a Luisa Blanco, presidenta del jurado del premio.

El premio de la FIL, que antaño llevaba el nombre del escritor mexicano Juan Rulfo, está dotado con 150 mil dólares y es considerado uno de los reconocimientos más importantes para escritores en español.

A partir de este sábado y hasta el 7 de diciembre, la FIL de Guadalajara será una auténtica fiesta de libros en un espacio de 35 mil metros cuadrados, 4 mil de ellos dedicados al público infantil, que contará con la presencia de 1.600 editoriales de 40 paí­ses, más de 500 escritores y una oferta cercana a los 300 mil ejemplares.

Italia es el paí­s invitado en esta edición de la FIL, por lo que habrá una importante presencia de escritores y expositores de la cultura italiana en un amplio espacio de la feria.

«Es un gran honor que por primera vez un paí­s de Europa de habla distinta a la española sea el paí­s invitado (…) Para Italia, la cultura es un instrumento privilegiado para consolidar las relaciones internacionales, un gran instrumento de polí­tica exterior», dijo de su lado el canciller Frattini.

Entre la multitud de eventos de este sábado, destacan el homenaje al escritor mexicano Carlos Fuentes por sus 80 años de vida, una charla con el filósofo y novelista español Fernando Savater y la presentación del novelista británico Ken Follet.

La FIL será también ocasión de festejo para las letras mexicanas por el aniversario del octogenario Fuentes, que será protagonista de diversos actos, entre ellos una tarde de amigos junto al Nobel de Literatura colombiano Gabriel Garcí­a Márquez y el nicaragí¼ense Sergio Ramí­rez.

En la FIL estarán presentes personajes tan entrañables como el argentino Joaquí­n Salvador Lavado «Quino», creador de Mafalda, o novelistas de temas de actualidad como el español Arturo Pérez Reverte, quien participará en una conferencia sobre los «narcocorridos», la música inspirada en el narcotráfico.

La FIL está considerada como la cita más importante de la literatura en habla hispana. Se espera que esta edición reciba unos 500 mil visitantes, siendo además una oportunidad para que editores y libreros de todo el mundo cierren contratos de negocios.

MENTORES Locos y enfermos


Los grandes maestros del novelista portugués António Lobo Antunes fueron un esquizofrénico, una anciana con cáncer y un niño que murió por esa misma enfermedad, de quienes aprendió que el ejercicio de escritor es «hablar de aquellos que no tienen voz», según contó al ser premiado en México este sábado.

«Escribir es hablar de aquellos que no tienen voz y a los que les han quitado el arma», dijo Lobo Antunes al recibir el Premio Literatura en Lenguas Romances de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (oeste de México).

Antes que escritor, Lobo Antunes fue médico militar. Como tal observó los horrores de la guerra de Angola, y terminado el conflicto el sufrimiento de numerosos enfermos en estado terminal, temas recurrentes en su obra.

«Mi primer gran maestro fue un enfermo de un psiquiátrico al que llamaban «esquizofrénico» (…) se acercó y me dijo: «Doctor, el mundo ha sido hecho por detrás». Fue la mejor lección de literatura que recibí­ en la vida. Si quieres escribir, debes hacerlo por detrás», dijo el autor de «Tratado de las pasiones del alma» y «Memoria de elefante».

Como médico practicante, recibió otra gran lección de una mujer que acudió a consulta médica con un cáncer muy avanzado y a la que inquirió por qué habí­a tardado tanto en atenderse.

«Me dijo que no tení­a dinero ni alma (…) Me di cuenta de que en mi paí­s, Portugal, quien no tiene dinero no tiene alma», dijo el novelista.

El autor guarda siempre fresco el impactante recuerdo del pie de un niño de cuatro años muerto de cáncer, que alcanzó a ver cuando era llevado ya sin vida en una camilla.

«Toda mi vida he escrito para ese pie que se aleja. Escribir es hablar (…) con los pies de los muertos que se alejan y así­ se quedan vivos», explicó.

La vasta y «personal» obra del portugués «ha dialogado intensamente con la literatura latinoamericana», dijo Marí­a Luis Blanco, presidenta del jurado del premio.

El portugués, considerado un firme candidato al Nobel de Literatura, se hizo acreedor a 150 mil dólares y se suma a la lista de destacados premiados como Augusto Monterroso (1996), Sergio Pitol (1999), Juan Gelman (2000) y Carlos Monsiváis (2006).