Es evidente, desde el año pasado, que la oposición apuntará hacia los problemas de inseguridad como principal bandera de campaña política con vista a las Elecciones Generales 2011. Esto, ante la también evidente tendencia del oficialismo de explotar sus logros a través del Consejo de Cohesión Social.
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Sobre todo con lamentables hechos como el ataque en el bus de Rutas Quetzal, el primer día laboral del año, cualquier político con dos dedos de frente comprendería que la seguridad es y será la principal demanda del electorado, y, por lo tanto, es fácil de comprender que por ahí vaya encaminada la campaña política.
A mí me dio la sensación de que el oficialismo empezaba a comprender esto, y luego de graduar a miles de policías, se dispusieron a declarar un estado de Sitio en Alta Verapaz, lo cual empezaría a resolver el tema electoral pendiente de la seguridad.
Al inicio, el estado de Sitio en Alta Verapaz mereció más pulgares arriba que gestos desaprobatorios. Sin embargo, el impacto se diluyó con la falta de más resultados.
Ayer, como versión oficial tras el ataque en el bus de Rutas Quetzal, además de lamentar el hecho, el Secretario de Comunicación Social de la Presidencia advirtió que no podrán graduar más policías este año, debido a la falta de recursos.
Es cierto: el Estado no puede hacer nada si los habitantes no lo financian. Sin embargo, la tendencia de los tres años de Gobierno de la UNE es que la gran parte de los recursos se destinan hacia los programas de Cohesión Social. Es decir, no es que el Estado tenga recursos nulos, sino que se tienen recursos limitados, pero las prioridades son otras.
Además, no es verdad que el Estado no tenga recursos, ya que, a pesar de la baja recaudación, se ha financiado el presupuesto a través de bonos del Tesoro.
En resumen, se advierte que las banderas de campaña para las próximas elecciones serán los programas de Cohesión Social, por parte del oficialismo, y las ofertas de seguridad, para la oposición. Estos dos temas, en realidad, son los más urgentes para la población, que sufre por la violencia y que se muere de hambre. Quiero decir, pues, que los ofrecimientos de los candidatos se basarán en las exigencias urgentes de la población.
Para los candidatos, esto sólo debería constituir un eje de acción del próximo gobierno, ya que la desigualdad social y la inseguridad deben ser atendidas en forma URGENTE. Sin embargo, es importante, sobre todo, para un electorado más consciente, el que se ofrezcan los planes de trabajo para temas IMPORTANTES. El actual gobierno ya ha advertido sobre los problemas de financiamiento que tiene el Estado para llevar a cabo sus programas. Pese a ello, casi ningún candidato se ha pronunciado (o se pronunciará) con respecto a una Reforma Fiscal, la cual debe incluir aspectos sobre transparencia, corrupción cero, reducción del gasto, aumento de la recaudación y nuevos gravámenes.
El tema del financiamiento del Estado es el más importante, ya que sin él no se podrán llevar a cabo programas sociales o de seguridad ni de ninguna otra índole. En otras palabras, si un candidato ofrece seguridad o alimentación sin indicar de dónde saldrán los recursos, estaría mintiendo groseramente.
En orden de importancia, el próximo gobierno deberá plantear una verdadera Reforma Fiscal, la cual debería anunciarla desde antes de asumir, a fin de poder implementarla, a más tardar, en el primer año de Gobierno. En forma urgente, debe atender el problema de la inseguridad y de la desigualdad social con los recursos (pocos o muchos) que tenga, pero en acciones que duren los próximos cuatro años de gobierno. Si los candidatos no plantean en ese orden de importancia y urgencia estos temas, me parecería que estarían prometiendo la luna y las estrellas, sin saber exactamente a qué se están metiendo.