Lo que significó el 13 de noviembre de 1960


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El 13 de noviembre de 1960 es una fecha que representa para muchas personas en Guatemala un símbolo de resistencia al dominio imperial ejercido por Estados Unidos.

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Fernando Mollinedo

Y a la situación de explotación que la oligarquía tradicional sometió durante décadas a la mayoría de la población rural, situación que todavía se mantiene en algunas áreas del país; y de represión sistemática que la población sufría de parte de militares.
 
La esencia de este levantamiento armado de jóvenes oficiales del Ejército de Guatemala, en contra del presidente, general Miguel Ydígoras Fuentes, encontró su razón de ser en un profundo sentimiento nacionalista y de rechazo a la intromisión extranjera por la decisión presidencial de permitir que expedicionarios cubanos integrantes de la brigada de exiliados cubanos llamada “2506”  que iban a participar en la invasión de Playa Girón se entrenaran secretamente en Guatemala y, por consiguiente, que funcionaran fuerzas irregulares en el territorio nacional.

El movimiento denunció ante la conciencia democrática del pueblo de Guatemala y de América como: “ladrones descarados del tesoro público a Miguel Ydígoras Fuentes, a su hijo Miguel Ydígoras Laparra, al inglés Jan Munn, al colombiano Morales Gómez, a Ramiro Samayoa Roldán, a Leopoldo Bolaños, a Humberto García y García, al Sr. Julio Quiñonez Ydígoras y a Carlos González Siguí, como la élite del robo descarado organizado. Estos, los menos importantes que también conoce el pueblo, pronto tendrán que rendir cuentas de sus actos a los guatemaltecos a quienes ha estafado, no solo en lo que se refiere al dinero del pueblo, sino en lo político y en lo social, el régimen ydigorista ha sido una estafa”.

El 13 de noviembre de 1960  un grupo de oficiales convocó a un levantamiento militar en contra del presidente Ydígoras, para instaurar un gobierno que privilegiara los intereses nacionales. Este fue el movimiento de mayor envergadura de la cadena de actos protagonizados por oficiales del Ejército desde 1954. En sus preparativos se involucraron por lo menos un 30% de los cuadros del Ejército, principalmente oficiales subalternos.

Entre sus principales actores estuvieron los que unos dos años y medio más tarde formarían las primeras fuerzas revolucionarias guerrilleras en Guatemala, el teniendo Marco Antonio Yon Sosa y el sub teniente Luis Augusto Turcios Lima, éste último que llegó a ser el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas Rebeldes y el primero del Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre.

Así mismo, esta fecha se constituye como un punto de inflexión, sin el cual sería difícil poder explicarse la historia reciente y presente de Guatemala. Para comprender la aparición de la guerrilla guatemalteca es necesario hacer referencia al levantamiento militar del 13 de noviembre de 1960.

Aun cuando contó con el apoyo de algunos civiles como Mario René Chávez, Edmundo Guerra Thelheimer y Fernando Arce Behrens contribuyeron de una forma u otra en apoyo a los insurrectos el levantamiento tenía motivaciones básicamente militares pues perseguía la destitución del Ministro de la Defensa (considerado responsable de actos de corrupción), la depuración de la oficialidad, la profesionalización del Ejército y el retorno a los valores morales impartidos en la Escuela Politécnica.

El día de la rebelión militar las cabezas más visibles fueron: Arturo Chur del Cid y Llerena Muler, a quienes aún no se les ha reconocido su gesto patriótico, heroico y valiente, el teniente Luis Trejo Esquivel había tomado el mando de la base militar de Zacapa, allí destacaron Alejandro de León, por su arrojo, valentía, capacidad de organización y don de mando. También se dio a conocer la habilidad táctica y capacidad de mando del teniente Luis Augusto Turcios Lima.

Muchos otros militares jóvenes combatieron con arrojo hasta que era imposible garantizar el triunfo de la rebelión. Algunos como el oficial Villagrán Bracamonte hicieron hasta lo imposible para apoyar a los militares más dignos de la patria.   Fueron derrotados luego de dos días de combates y bombardeos de los mercenarios cubanos acantonados en Helvetia y listos para ir a invadir Cuba.  Fue también la rebelión en la que se expresaron intereses divergentes en el seno del Ejército.  

La rebelión fracasó por la retirada de ella en el último instante de buena parte de los conjurados. Al parecer, esto se debió a que una tendencia considerada por ellos como muy izquierdista buscaba imponerse en la dirección del alzamiento.  Varios de los oficiales alzados desistieron acogerse a la amnistía promulgada por el gobierno el 19 de diciembre del mismo año. Prefirieron quedarse en la clandestinidad en la ciudad, en las montañas de Zacapa y otros se asilaron en El Salvador. Fue en este país donde el partido comunista guatemalteco tomó contacto con el capitán Carlos Alberto Castañeda y los subtenientes Yon Sosa, Luis Trejo Esquivel y Turcios Lima.

Después del fracaso, un grupo de oficiales subalternos (Luis Turcios Lima, Marco Antonio Yon Sosa, Luis Trejo Esquivel, Rodolfo Chacón, Zenón Reina, Augusto Loarca, Alejandro de León…) persistieron en su actitud disidente fundando el llamado Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre (MR- 13) que inició operaciones en 1961.

Dando un salto en el tiempo, hasta la actualidad, se puede decir que del 13 de Noviembre, continúa vigente el sentido antiimperialista y de defensa nacional en contra del entreguismo y la explotación de las transnacionales que históricamente se han apoderado de nuestros recursos, y que, hoy, bajo otras formas insiste en someter a los pueblos de América Latina.

Estas líneas no son una apología a la guerra por ser guerra. Es más que todo un reconocimiento a los que, renunciando a una vida o carrera ´normal’,  tomaron la decisión de luchar con las armas en la mano y enfrentar las consecuencias que ello implica. Es también un reconocimiento a todos los líderes obreros, estudiantiles, campesinos, religiosos, luchadores por los Derechos Humanos, quienes en medio de esa guerra tuvieron el valor de cuestionar en forma pacífica al régimen, afrontando la represión y la muerte.