Lo que siempre quiso saber del padrón


Julio Donis

Sociólogo

Una de las herramientas para el buen funcionamiento del evento electoral, lo constituye el llamado padrón electoral, que es en palabras sencillas la lista oficial de todas las personas que están habilitadas para votar, nada más y nada menos. En tal sentido, el padrón se convierte en un listado clave para el buen desarrollo de la elección. En realidad esta herramienta ha pasado relativamente desapercibida por los actores del proceso electoral, pero no para todos y en definitiva un padrón depurado es una herramienta que agrega confiabilidad al proceso.


¿Qué es? Como dejo entrever desde el tí­tulo, este artí­culo es una suerte de ABC sobre el padrón electoral; este registro es la nómina de todos los guatemaltecos y guatemaltecas que siendo mayores de 18 años, están habilitados para elegir y ser electos, porque se han empadronado conforme a la ley. Como se nota, esta definición agrega las calidades no menores de los que pueden ejercer el voto y los que pueden ser electos a cargo público. En estos dos elementos radica en mi apreciación, la relevancia estratégica de esta herramienta. Esto nos lleva directamente a la necesidad de actualizar y depurar de forma sistemática dicho listado como se verá más adelante.

¿Quién lo hace? El proceso de elaborar el padrón está afecto a complejos procedimientos técnicos, financieros, administrativos y legales. Dicha responsabilidad recae directamente en el Tribunal Supremo Electoral, órgano que tiene como una de sus atribuciones permanentes en época no electoral, el diseño y mantenimiento de este instrumento.

¿Para qué y a quién le sirve? Pareciera simple pero no lo es, el padrón por así­ decirlo es una especie de lista maestra de los ciudadanos con las facultades que arriba indiqué. En tal sentido el padrón adquiere una importancia estratégica para varios. En primer lugar al TSE como el organizador de la fiesta electoral, con detalles tan relevantes como saber cuántas mesas hay que disponer, para lo cual se necesita saber con determinada certeza, cuántos invitados vendrán al evento. Segundo a los partidos polí­ticos; si yo fuera un encargado del plan de desarrollo y extensión de la organización partidaria, este instrumento se convierte en relevante, para cuantificar el escenario sobre el cual debo implementar la estrategia de crecimiento de mi partido, claro que eso es en un escenario donde los partidos tienen ese alcance, pero para no hacerse ilusiones, a un partido le sirve para dimensionar el caudal relativo de sus posibles votantes.

Un tercer interesado es usted. El voto hace concreto en un acto sencillo y rápido, la posibilidad de participar en el ejercicio de elegir a los responsables de la conducción del Estado, dando así­ coherencia a la democracia como sistema polí­tico. Ese ejercicio sólo es posible bajo condiciones de certeza de que usted está en la lista y que puede votar. De más está recordar los problemas que se vivieron en las elecciones pasadas, con ciudadanos que no estaban en el listado y eran asignados a otras mesas o centros de votación.

¿Cómo es el padrón? Si se comparara el padrón fí­sicamente, se parecerí­a a una guí­a telefónica. El mismo se empezó a construir en 1983 en anticipación a las elecciones de la Asamblea Nacional Constituyente. Ya pasaron 24 años y Guatemala es un paí­s que cambia constantemente; personas que migran, alto í­ndice de mortalidad por asesinatos y muertes, fallecimientos que no siempre se registran como «de baja» en el Registro de Ciudadanos, proceso de cedulación con procedimientos frágiles o poco seguros, alta movilidad del campo a la ciudad con el consecuente cambio de vecindad (municipio) y residencia (lugar en el que habitan). Estos rasgos son razones obvias para recalcar la necesidad de la permanente actualización y depuración del padrón.

Finalmente, ¿por qué hablar del padrón? Es aquí­ a donde querí­a llegar, para dejar indicado lo siguiente: en contraste con las anteriores elecciones, la de septiembre de este año será atí­pica. La diferencia la marca la descentralización de centros de votación que se pondrá en práctica por vez primera, habrán nuevos sitios para ejercer el sufragio, lo que representa un gran desafí­o para los actores del evento. Esto exige de nuevo, un padrón con mucha exactitud debido al criterio de residencia que es el que priva en el padrón; el registro del domicilio del votante se vuelve fundamental para construir adecuadamente los listados para las nuevas juntas receptoras. Si ese dato está mal registrado, el votante será ubicado en una mesa que tiene alta probabilidad de quedar en un lugar fuera del alcance del votante? ¿está clara la necesidad de depurar el padrón?