El señor Arnold Chacón, quien fuera embajador de los Estados Unidos en Guatemala, a estas alturas ya habrá llegado de vuelta a su terruño tras una oscura como controversial actividad diplomática. Así como fueron muchas sus desafortunadas intervenciones en asuntos internos, también ocurrió su despedida aunque las acostumbradas condecoraciones protocolarias se hayan vuelto cajoneras.
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Esa afirmación que Guatemala no es un Estado fallido hecha durante una entrevista que le hiciera un matutino, no creo que valga la pena discutirla, puesto que si para la gran mayoría de chapines conocedores de nuestra realidad eso significa que el Estado no funciona o al menos que su eficacia es mínima, seguirá siendo materia de preocupación para quienes siendo ciudadanos responsables debiéramos seguir buscando afanosamente la más rápida y eficaz solución.
Opinar más sobre los resultados de la gestión de un embajador tampoco creo que sea de mayor interés o importancia para los guatemaltecos, sino nuestra atención debiera estar en encontrar el modo o la forma para que el Estado guatemalteco cumpla con sus objetivos o fines para con la ciudadanía. De ahí que me ponga a contarles a los estimados lectores que el martes de la presente semana, volví a ser víctima de los ya comunes bloqueos o plantones, esta vez el provocado por los alumnos del Instituto Técnico Vocacional Dr. Imrich Fischmann, de la zona 13 de la ciudad capital, pues como ya es del conocimiento público taponearon una concurrida vía, lo que representó que kilómetros a la redonda el tránsito de vehículos se haya vuelto un caos.
Mientras aplicaba toda la paciencia posible y escuchaba por radio las noticias de lo que estaba ocurriendo en esos momentos, dije para mis adentros –¿por qué nuestras autoridades no han atendido con toda prontitud lo que con voz tranquila y prudente está diciendo el estudiante de dicho centro de estudios, de haberse visto forzados a tomar medidas de hecho porque las autoridades han ignorado desde el inicio del ciclo lectivo 2014, algo básico y elemental para que en marzo no cuenten con tres maestros para las materias de Filosofía, Relaciones Públicas y Computación?
Si estuvieran pidiendo aire acondicionado en las aulas; refacción escolar con un cuarto de libra, papas y la respectiva agua gaseosa, está bien que desde la ministra, los viceministros, jefes de departamento y demás empleados públicos no vayan a atenderlos con la premura necesaria y así, pudieran evitar que tanto ciudadano con tantas atorazones de tránsito sigan pagando el pato que otros se comieron. Si no les gusta el término de “Estado fallido”, pues está bien, no tengo objeción a emplear otro que sea de su agrado, puesto que al fin y al cabo lo que menos importa son los calificativos, ante la vital importancia que reviste que el Estado sea eficaz para brindar la mejor calidad posible en cuanto a los servicios que debe prestar.