Quienes somos amantes de la lectura y estamos relacionados con nuestro mundo cultural guatemalteco, sabemos que en nuestro país hay buena producción de autores en los diferentes campos de la literatura.
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He tenido el gusto de leer una novela sobre un cuento oral de la tradición popular que se relaciona con La Llorona. Son pocas las personas que no conocen leyendas sobre El Sombrerón, La Siguanaba y otros seres irreales que dicen que se le aparecen a la gente. El escritor guatemalteco, Ing. Roberto Cuevas García ha publicado LLORONA, edición a cargo de Artemis Edinter 2010. En el prólogo dice: «Esta novela constituye una proyección de uno de los relatos más importantes de la tradición popular de la ciudad de La Antigua Guatemala y también de la Ciudad de Guatemala. Para ser preciso, de varias ciudades y pueblos de la República de Guatemala y de numerosos pueblos y ciudades de otros países de América Latina. La obra está basada en la consulta y análisis por parte del autor, de obras generales o específicas de antropólogos, historiadores, cronistas, poetas, literatos y folcloristas conocedores de la historia y la tradición …»
Entrando en materia, la novela se ambienta en los primeros años del siglo XVII, cuando la sociedad colonial, cargada de prejuicios y enigmas, construía su esplendor sobre las tinieblas de la conquista. Es una novela donde el lector se adentra en lugares que sí existieron en la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala y algo muy expectante es cómo narra cuando el volcán de Agua destruye lo que hoy llamamos Ciudad Vieja, la segunda ciudad fundada por los conquistadores en estas tierras morenas. -Terrible, fue terrible. Disculpe usted que le hable de eso, pero no podemos dejar de recordarlo al ver allá en el sur al coloso durmiendo como inocente… Como le sucedió a doña Beatriz de la Cueva, que de Dios goce, sorprendida por las aguas…» quien narra los hechos es un sacristán que sufrió el castigo de la fuerte autoridad española que mandaba por estas tierras en aquella época y que un español venido a estas tierras y que se hizo pasar por obispo, luego de violar a una descendiente de reyes indígenas, condenó al sacristán para ocultar su fechoría. Pero como todo mal tiene su paga, este «obispo», quien es uno de los partícipes principales de esta novela, tiene su paga cuando La Llorona se lo gana, dándole una muerte atroz. En su contraportada dice: Una serie de misterios y crueles asesinatos , ocurridos en la incipiente ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala , perturba la vida de un veterano y erudito sacristán, quien descubre una terrible e incomprensible verdad escondida detrás de los muros coloniales y cuyo eco aún se escucha en las noches de luna.
… La noche que fuimos a inspeccionar las recién terminadas cornisas de catedral, el sacristán y yo oímos los aullidos. Venían de allá lejos… ¿Y como son los mentados aullidos? Muy pero muy desagradables, ponen la piel de gallina…» Esta novela llena todo los requisitos de una buena lectura. Nos alegramos porque de todas nuestras cosas bellas que tiene Guatemala, se pueden dar espacios para que autores como Roberto Cuevas lo ha hecho, se pueda publicar novelas de tan alto nivel como una de un autor extranjero de buena pluma. El libro cuenta con 136 páginas numeradas y también Cuevas García ha realizado una investigación con personas que actualmente viven en La Antigua Guatemala y les ha preguntado sobre la Llorona y le han dicho algunos, a su manera que era una mujer que perdió a su hijo en el río y que por castigo lo anda buscando y da horrendos gritos que a quien la ha visto se lo gana.