Todo está listo para la tradicional y difícil carrera Max Tott que se llevará a cabo este domingo a partir de las 7:00 horas, donde no cualquiera asume el reto de participar, por su duro recorrido con cuestas, bajadas y más.
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Aun así, cada año se inscriben un promedio de mil fondistas, entre los que se cuenta a más o menos 12 a 15 atletas en sillas de ruedas.
Para la 70 edición de esta competencia que se ha llevado a cabo año con año, se espera la presencia de más de mil 100 corredores, quienes tendrán que cumplir con los 21 kilómetros y luchar en formar parte de los primeros tres lugares de cada categoría para obtener el merecido premio en efectivo.
Los primeros tres lugares de la categoría libre masculina y femenina se quedarán con dos mil, mil 500 y mil quetzales, respectivamente; la máster lo hará con mil 500, mil, y 500; en tanto que los de la categoría especial tendrán que pelear por el único premio de mil quetzales.
El recorrido
Sale de la Avenida Juan Chapín y 1ª. calle zona 1, siguiendo hasta la 14 avenida y 7ª. calle zona 1, donde cruza al oriente en busca del puente de la Asunción, zona 5.
Toma el bulevar Jardines hasta la 27 calle, donde enfila hacia el cruce a Sabana Arriba y colonia Lourdes, en el cual dobla a la derecha hacia el Instituto Austriaco Guatemalteco.
Continúa hacia Vista Hermosa III, zona 15, y en la esquina de la 11 calle y 18 avenida se dirige nuevamente a la derecha entroncando con el bulevar Vista Hermosa.
Llega al Trébol, donde termina dicho bulevar, y se dirige al Bulevar los Próceres hacia el Obelisco, continuando por el Bulevar Liberación hasta la 7ª. avenida y Plaza España sobre el carril auxiliar lado oriente, lugar donde se situará la meta.
Mañana por la tarde será el último día de inscripciones y se podrá hacer a un costado de la entrada principal del Palacio de los Deportes con don Chichí o en el primer nivel del Centro Comercial de la zona 4, local 146.
Entre algunas de las anécdotas que rememora Carlos Tott, nieto del creador de la carrera, Max Tott, se cuenta la oportunidad en que la justa deportiva pasaba por la línea del tren y a medio competir pasó la locomotora y se tuvo que esperar hasta que terminara de pasar para continuar el trayecto de la carrera.
En un par de ocasiones, la salida se tuvo que dividir en tres, para evitar aglomeraciones y los competidores tenían que juntarse en algún lugar del camino.
Se sabe de la corredora Erlinda Sol, quien ya hace varios años compite descalza, incluso en el 2003 alcanzó el segundo lugar.
En la mayoría de veces, los mejores tiempos los hacen los atletas en silla de ruedas, pues es en las bajadas donde logran grandes velocidades.
«Todo esto me motiva a continuar con la tradición familiar. Se ha vuelto una obligación por cumplir, pero con mucho cariño. Es una fiesta y en la casa la esperamos como a la Navidad» contó el nieto de Max Tott.