Llega flota rusa


Una flotilla de barcos rusos llegará en «pocas horas» a Venezuela donde realizará maniobras conjuntas con naví­os del paí­s sudamericano, unos ejercicios militares inéditos desde el fin de la Guerra Frí­a que desafí­an la tradicional influencia de Estados Unidos en América Latina.


Según fuentes venezolanas, la flotilla rusa, compuesta por el crucero de propulsión nuclear «Pedro el Grande», el destructor «Almirante Chebanenko» y otros naví­os de escolta, llegarí­a al paí­s mañana en la noche.

«Están llegando los barcos rusos, dentro de pocas horas entrarán en aguas venezolanas (…) Nos estamos ya preparando para recibir al presidente (Dimitri) Medvedev», declaró Chávez ayer.

Después de un viaje de más de dos meses, está previsto que una parte de los barcos rusos atraquen en el puerto de La Guaira, cercano a Caracas y otra se dirija al de Puerto Cabello, estado Carabobo (norte).

Hoy, un portavoz de la Marina rusa confirmó que la presencia en Venezuela de este destacamento se desarrollará del 25 de noviembre al 1 de diciembre.

Su llegada a tierra firme coincidirá con el histórico viaje a Venezuela de Medvedev, que se reunirá con Chávez el próximo jueves y visitará probablemente estos barcos de la mano de su anfitrión.

«Eso no es una amenaza para nadie, es una maniobra. Hablar de Guerra Frí­a es algo totalmente fuera de lógica. Eso pasó a la historia», declaró recientemente Chávez.

En una reciente entrevista, el general Jesús González, responsable del Comando Estratégico Operacional, explicó que las maniobras conjuntas consistirán en realizar ejercicios de «navegación, salvamento y comunicación».

Según este responsable militar, Rusia «tendió la mano» a Venezuela cuando el paí­s sudamericano buscaba renovar su material de defensa.

«Y esta visita es parte de ese intercambio y lo veo con toda naturalidad. En otras épocas, era normal y nadie se sorprendí­a cuando aterrizaban aviones estadounidenses. Ahora vienen los rusos y todo el mundo está preocupado», declaró el general.

González reiteró que estas maniobras no representan ninguna amenaza para terceros paí­ses, un discurso corroborado por responsables de Moscú, para quienes este acercamiento se debe a una «convergencia de intereses».

Sin embargo, este acercamiento ruso a América Latina coincide con las crecientes tensiones con Washington debido al proyecto de escudo antimisiles estadounidense en Europa del este.

«Habrá ejercicios conjuntos con nuestros barcos y también intercambio tecnológico. La intención es acercarnos más a ellos porque son quienes nos están supliendo las necesidades que tenemos en Defensa», explicó el general González.

Para la internacionalista Maruja Tarre, estas maniobras son «algo folclórico» y no representan ninguna amenaza para nadie pero tienen un «carácter simbólico» por ocurrir en una zona que Estados Unidos consideraba su «patio trasero».

«Hay una confluencia de intereses. Por un lado Chávez quiere demostrar que tiene alianzas poderosas y por otro, a los rusos les interesa entrar en esta zona en la que, exceptuando Cuba, no han tenido ningún tipo de influencia», explicó.

«Estas maniobras son un medio para los rusos y no un fin en sí­ mismas. Así­ consiguen acercarse también a paí­ses como Nicaragua o Bolivia, paí­ses satélites de Venezuela», agregó.

Rusia y Venezuela mantienen una relación «estratégica» que se ha concretado en la firma de numerosos acuerdos, sobre todo en los ámbitos energético, militar y financiero.

En septiembre, dos bombarderos supersónicos Tu-160 de la aviación estratégica rusa, capaces de transportar armamento nuclear, realizaron entrenamientos en Venezuela.

Está previsto además que durante la visita de Medvedev se firme un convenio marco bilateral sobre energí­a nuclear para fines civiles.