Los residentes del campamento de refugiados palestino Yarmuk en las afueras de Damasco comenzaron hoy a recibir ayuda humanitaria de la ONU, tras sufrir un asedio que causó la muerte de decenas de personas, informaron funcionarios palestinos y de la organización mundial.
El campamento, situado en la periferia sur de Damasco, es uno de los baluartes de los rebeldes más castigados en la guerra civil del país árabe. Ayer, un grupo de activistas dijo que por lo menos 85 personas habían perdido la vida a causa del asedio contra el lugar, debido al hambre y las enfermedades.
Según los activistas, las fuerzas leales al presidente Bashar Assad están usando la privación de enseres básicos como arma en la guerra. Las organizaciones mundiales han pedido que se abra un corredor humanitario y el tema ha sido uno de los más apremiantes en las conversaciones de paz que se están llevando a cabo en Suiza.
A pesar de un inicio auspicioso de las negociaciones en Ginebra, no se han logrado avances concretos en ese tema.
Chris Gunness, portavoz de la agencia de las ONU a cargo de refugiados (UNRWA) informó que un convoy con 900 paquetes de alimentos entró a Yarmuk hoy por la mañana y que a pesar de «una situación caótica», unas 720 personas habían recibido alivio antes del mediodía.
«Nos sentimos alentados por la entrega de esta ayuda humanitaria y por la cooperación de los grupos en el lugar», declaró Gunness. «Esperamos que esto continúe y que podamos aumentar la cantidad de ayuda humanitaria, porque hay decenas de miles de personas que necesitan de esta ayuda, incluyendo 18 mil palestinos, entre ellos mujeres y niños».
Agregó que «cada hora que pasa aumenta la necesidad».
Anwar Raja, un funcionario palestino en Siria, expresó que varios ancianos serán sacados de Yarmuk hoy. Raja afirmó que los paquetes de ayuda humanitaria fueron transportados por camiones que fueron inspeccionados por los milicianos palestinos que controlan Yarmuk, y que más adentro en el campamento los paquetes serán llevados a pie.