Miguel íngel Chinchilla
En diciembre pasado el grupo literario AMATE y la Unidad de Cultura «Roberto Armijo» de la Universidad Tecnológica, con el apoyo de la Alcaldía de San Salvador, realizamos en conjunto nuestro tradicional evento poético llamado POETONANTZIN, por tercer año consecutivo.
Esta vez contamos con la participación de 33 poetas (9 mujeres y 24 hombres), entre los cuales tuvieron destacada participación los escritores guatemaltecos Carlos René García Escobar, Denis Orlando Escobar García y Guisela López, quienes además compartieron con nosotros algunas publicaciones que a continuación voy a comentar. Su visita obedeció al programa de intercambios literarios que como miembros de ADECA (Asociación de Escritoras y Escritores de Centro América), pretendemos impulsar en el área. Carlos René García Escobar, narrador y antropólogo, es el coordinador pro tempore de dicha asociación.
Primeramente voy a referirme a un libro breve casi de bolsillo, titulado «Historias de la Pequeña Biblioteca, Narradores de Guatemala», editado en México en 2007 por el Centro Pen de Guatemala y el centro Toluqueño de Escritores. Se trata de once narradores, algunos jóvenes y otros no tanto, entre quienes sobresalen: Max Araujo, Carlos René García Escobar, Franz Galich y Otto-Raúl González. En su mayoría son cuentos breves. Uno de los que más me gustó se titula EL INSECTO QUE TENíA UN OPTIMISMO DEL TAMAí‘O DE UN ELEFANTE», de Julio Calvo Drago, y dice así: «la vida es una mierda gritaba una mosca embargada por la felicidad».
Luego había un paquetito de la Editorial Oscar de León Palacios, conteniendo tres libros también muy breves, que forman parte de la colección PARA QUE TODO EL MUNDO LEA, como parte de una campaña de fomento de la lectura con libros económicos y de fácil lectura.
El primer librito -más bien opúsculo- de esta colección, se trata del discurso de ingreso a la Academia Guatemalteca de la Lengua, del connotado escritor y periodista, Mario Roberto Morales, titulado «Intelicidio, Ilustración y Cultura Letrada». Un sustancioso discurso editado en 31 páginas, donde el autor sale en defensa del idioma y de la lectura, en contra de la cultura de la televisión: «…una era -dice- en que varias generaciones de jóvenes han sido educadas por los medios masivos para aborrecer la lectura y en su lugar ver películas». En su estilo directo y sin ambages, Mario Roberto reflexiona más adelante: «Si ciertos gobernantes fueran un poco más cultos, el mundo tendría menos problemas».
La segunda publicación de esta colección titulada VIVA HISTORIA DEL LIBRO, aborda precisamente el libro como objeto de estudio, desde su aspecto estético, espiritual y como instrumento favorito del conocimiento. Nos habla del libro en la edad antigua: las tablillas de Asurbanipal, el papel, los copistas, la imprenta. Me llama la Atención que el autor, firmado por Consejo Editorial de la Editorial Oscar de Jesús Palacios, no menciona para nada el papel que nuestras culturas precolombinas fabricaban del árbol llamado Amate, el cual todavía se produce para su uso. Concluye el libro con un excelente artículo de Jorge Luis Borges, titulado «Elogio del Libro».
El tercer libro de casi noventa páginas, es un libro de poesía: LA POESíA DE LA REBELIí“N. Se trata de una antología de doce poetas guatemaltecos, «considerados sobresalientes en su voz rebelde, a través de la historia de nuestro país», afirma el editor. Entre los más sobresalientes en esta colección de poetas cantores por la justicia y la democracia, cito a: Rafael Arévalo Martínez, Werner Ovalle López, Otto-Raúl González, José Luis Villatoro y Otto René Castillo, este último gran broder de Roque Dalton. «Vámonos, Patria, a caminar; yo te acompaño» -dice Otto René al final del libro- «Yo bajaré los abismos que me digas / Yo beberé tus cálices amargos».
Por último comento un libro de Guisela López, titulado: JOSE MARíA Lí“PEZ VALDIZí“N, Pensamiento y Compromiso Social», editado por la universidad de San Carlos de Guatemala, en el año 2008. Se trata de un estudio sobre la vida y obra del poeta, narrador y periodista guatemalteco, Chema López Valdizón, escrito por su hija Guisela López, licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de México, UNAM.
Surge López Valdizón en un período de mucha esperanza en Guatemala: la revolución de octubre liderada por Juan José Arévalo, coyuntura en que se promulga una nueva Constitución y aparecen nuevos paradigmas de democracia. Al presidente Arévalo sucede en la presidencia en 1950, Jacobo Arbenz Guzmán, ministro de defensa en el gobierno arevalista. No obstante, la derecha y el imperialismo norteamericano derrocan a Arbenz en 1954, despertando el pueblo chapín de esa forma tan brutal de aquel sueño que apenas había durado diez años. Cuando despertó, el monstruo todavía estaba allí, parafraseando a Tito Monterroso, que en lugar de monstruo dice dinosaurio.
A Chema López Valdizón lo encontramos ligado entonces al reconocido grupo Saker Ti, una palabra kakchiquel que en castellano significa «amanecer», un nombre apropiado para aquellos años de esperanza que vivió el hermano pueblo de Guatemala. Un evento que motivó sobremanera la labor de este grupo fue la visita de Pablo Neruda en 1950, con quien compartieron literatura, viandas y bebidas. A la caída de Arbenz, el Saker Ti se desintegra y sus integrantes parten al exilio; nos encontramos entonces a López Valdizón en Ecuador. Revistas literarias a las que directamente estuvo ligado este autor, son: Revista «Presencia», «Revista de Guatemala» y Revista «Alero».
En 1960, José María López Valdizón, obtiene el premio «Casa de las Américas» en su primera edición, con el libro «Cuentos de Vida y Muerte», el cual fue publicado por decisión del autor con el título la «Vida Rota».
«El 22 de julio de 1975, José María fue secuestrado en el cruce de la tercera calle y la tercera avenida, de la zona central. Intentó escapar, pero fue golpeado por hombres armados, e introducido con violencia en un vehículo, que desapareció inmediatamente». Así describe Guisela el desaparecimiento de su padre, desde esa fecha nadie supo más de él; indudablemente era el monstruo que no perdonaba.
López Valdizón nació el 14 de junio de1929 en Rabinal, Baja Verapaz. Publico: «diario de un vendedor y otros cuentos» (1954),»Rabinal» (ensayo monográfico, 1951),»Sudor» (cuento, 1953), «la carta» (cuento, 1958), «la vida rota» (cuento, 1960), «la sangre del maíz» (novela, 1966).
En el capítulo III de este libro, en la página 120, la autora hace referencia de este servidor, cuando dice: «En El Salvador, este año Miguel íngel Chinchilla, de la Asociación de Escritoras y Escritores de Centro América, dramatizó para radio YSUCA, «El regreso de la Tatuana»; uno de los cuentos de «la vida rota», contenido en el disco Grandes Narradores de Centro América.
Saludos entonces a las escritoras y los escritores de la hermana república de Guatemala, ojalá este esfuerzo -léase necedad- de asociación regional se fortalezca, primeramente promoviéndonos y comentándonos entre nosotros mismos, más allá de los trapos sucios y las diferencias que son tan necesarias para la dialéctica; lo demás caerá como una fruta madura, húmeda y jugosa. ¡Abur!