El satélite europeo GOCE, cuyo lanzamiento está previsto el lunes desde la base de Plesetsk (norte de Rusia), permitirá, gracias a una medición muy precisa de la gravedad, conocer mejor las corrientes oceánicas, los movimientos tectónicos y el funcionamiento de los volcanes.
Colocado en órbita muy baja, a 260 km de altitud, GOCE (acrónimo inglés de la Misión de Estudio de la Gravedad y de la Circulación Oceánica en Régimen Estable) estará equipado con seis acelerómetros ultrasensibles para medir variaciones del orden de diez mil milmillonésimos del campo gravitacional terrestre.
Trazará un mapa de alta resolución de la forma del globo terrestre, que no es perfectamente esférico y registra un reparto desigual de masas tanto en su superficie como en su interior.
Los datos de referencia recogidos por GOCE permitirán conocer mejor el impacto de la gravedad en las corrientes oceánicas y el nivel de los mares, fundamentales para la comprensión de la evolución del clima planetario.
También permitirán hacer progresos en el conocimiento de la estructura interna de la Tierra, sobre todo en la distribución del magma que subyace en los volcanes, y ayudarán a una mejor predicción de movimientos tectónicos y temblores de tierra.
Por último, los datos de altitud muy exactos recogidos por GOCE tendrán también aplicación en los sectores de la construcción y el urbanismo, según la Agencia Espacial Europea (ESA).
Un total de 45 empresas europeas, encabezadas por el grupo franco-italiano Thales Alenia Space, han participado en la construcción de este satélite con forma aerodinámica.
Dispondrá de un motor iónico que le permitirá rectificar su trayectoria ya que, como su órbita es muy baja, tendrá que compensar la desaceleración debida a la atmósfera residual de la Tierra.
Su lanzamiento, previsto inicialmente para 2007, fue aplazado varias veces. Ahora se realizará el lunes a las 8:21 horas (en Guatemala) desde Plesetsk, a 800 km al norte de Moscú. GOCE será lanzado por un Rockot, un misil intercontinental SS-19 cuyo tercer piso ha sido transformado para acoger satélites.
Rockot ya puso en órbita con éxito varios satélites, incluidos algunos para la NASA estadounidense.
Pero en octubre de 2005 perdió Cryosat, un instrumento destinado a medir el espesor de las capas de hielo polares, cuando sus pisos segundo y tercero no se separaron y causaron así el hundimiento del misil y su carga en aguas árticas.
GOCE es el primero de los tres satélites de observación de la Tierra que ESA trata de poner en órbita en 2009.
A continuación le seguirá, en el verano boreal, el lanzamiento de SMOS, que estudiará la humedad de los suelos y la salinidad de los océanos. Después será el turno de Cryosat 2, el sustituto de su homónimo, a finales del otoño boreal.