Listo lanzamiento del Endeavour


Equipo humano. Miembros de la tripulación del Endeavour caminando hacia el Centro Espacial Kennedy.

La Nasa está lista para lanzar mañana el transbordador Endeavour hacia la Estación Espacial Internacional para una nueva tarea en la estación orbital, en una misión que confí­a ayudará a olvidar una reciente revelación sobre astronautas ebrios durante los vuelos espaciales.


«La tripulación (de siete astronautas) está bien entrenada y lista para volar. Teniendo como base las informaciones que analizamos hoy (ayer), verdaderamente estamos listos para el lanzamiento dentro de dos dí­as», dijo Wayne Hale, responsable del programa del lanzamiento en conferencia de prensa.

El lanzamiento está previsto para las 16:36 (hora de Guatemala) por el paso de tiro 39A del Centro Espacial Kennedy, cerca de Cabo Cañaveral en Florida (sudeste estadounidense) en medio de una ventana de tiro de diez minutos. La cuenta atrás empezó el domingo por la tarde a las 18:00 (hora de Guatemala).

Las previsiones meteorológicas continúan dando un 70% de posibilidades de condiciones favorables al momento del lanzamiento, precisó Chris Lovett, un meteorólogo de la base aérea de Cabo Cañaveral.

La Nasa espera que esta nueva misión ayude a olvidar la reciente revelación sobre astronautas en estado de ebriedad previo a misiones espaciales.

Además de este nuevo revés para la imagen tanto de este cuerpo de elite como de la agencia espacial estadounidense, una computadora que iba a ser instalada en el Endeavour aparentemente fue saboteada en las instalaciones del subcontratista y deberá ser reparada.

Para mejorar su imagen, la Nasa cuenta sobre todo con el efecto mediático de la presencia en la tripulación de Barbara Morgan, suplente de Christa McAuliffe, muerta en el accidente del Challenger en enero de 1986 y quien debí­a ser la primera profesora en ir al espacio.

Más de 20 años después, Morgan, de 55 años y maestra de escuela primaria antes de incorporarse al cuerpo de astronautas en 1998, retomará la antorcha de McAuliffe para convertirse en la primera maestra de escuela que orbitará la Tierra.

Los siete miembros de la tripulación del Endeavour, entre los cuales hay un canadiense y dos mujeres, llegaron el viernes a Cabo Cañaveral desde Houston (Texas, sur), donde tienen su base. La tripulación será comandada por Scott Kelly, asistida por el copiloto Charlie Hobaugh.

El objetivo de esta misión es llevar y anexar a la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) una nueva sección metálica de 1,58 toneladas y del tamaño de un pequeño automóvil, que extenderá su esqueleto. Una vez concluidas las tareas, la estación medirá 108 metros.

Los astronautas sustituirán también uno de los cuatro giroscopios defectuosos de la estación e instalarán una plataforma exterior de almacenamiento para la ISS, de unas 3,3 toneladas.

El Endeavour también transportará un módulo presurizado que contiene 2,7 toneladas de suministros, ví­veres y equipos.

Durante la misión de 11 dí­as, la tripulación emprenderá tres salidas espaciales de seis horas y media cada una, en equipos de dos astronautas por vez.

Pero la Nasa probablemente prolongará la misión tres dí­as más, una vez que se haya puesto a prueba el nuevo sistema de transferencia de electricidad de la ISS al transbordador. Este sistema, para el cual los tres transbordadores fueron modificados, permite ahorrar sus baterí­as de hidrógeno.

Si esta hipótesis se confirma, tendrá lugar una cuarta salida espacial.

La misión del Endeavour será seguida por los lanzamientos del Discovery el 20 de octubre y del Atlantis el 6 de diciembre, para transportar el laboratorio europeo Columbus a la ISS.

La agencia espacial prevé al menos 12 vuelos más para acabar la construcción de la estación de aquí­ a 2010, año programado para la retirada de la flota de transbordadores.

La ISS es un proyecto de 100.000 millones de dólares en el que participan 16 paí­ses, y se considera esencial para preparar, en particular, futuras misiones habitadas a Marte.

Una maestra en tripulación

Más de 20 años después de la catástrofe del transbordador estadounidense Challenger, que debí­a enviar a la primera profesora al espacio, Christa McAuliffe, su suplente de entonces, Barbara Morgan, retoma su bandera al viajar a bordo del Endeavour.

El lanzamiento está previsto mañana desde el Centro Espacial Kennedy, cerca de Cabo Cañaveral (Florida, sudeste), para una misión de 11 dí­as hacia la Estación Espacial Internacional (ISS, por su sigla en inglés).

Barbara Morgan, que se unió al cuerpo de astronautas de la Nasa en 1998 como especialista de misión, tras dos años de formación y evaluación, formará parte de la tripulación de siete miembros del Endeavour.

«Sé que la gente seguirá esta misión y recordará a Christa y a la tripulación del Challenger y eso es bueno», dijo recientemente Morgan en una entrevista divulgada por la Nasa.

Hoy de 55 años, Morgan habí­a sido seleccionada por la Nasa en 1985 a los 34 años, para remplazar a Christa McAuliffe si ésta no podí­a viajar.

Estaba entre los miles de candidatos que deseaban ser la primera maestra en viajar al espacio. La Nasa buscaba entonces reavivar el interés del gran público por su programa espacial, enviando al primer civil en órbita.

Barbara Morgan habí­a seguido un entrenamiento de seis meses junto a Christa McAuliffe. Finalmente McAuliffe fue la primera opción de la Nasa, tras una larga duda entre ambas profesoras.

Christa McAuliffe falleció junto a los otros seis miembros de la tripulación en la explosión del Challenger el 28 de enero de 1986, 73 segundos luego del despegue, debido a una unión defectuosa en uno de los dos cohetes lanzadores.

Este accidente significó la primera gran catástrofe del programa estadounidense de conquista espacial, repetida con el transbordador Columbia en 2003.

La presencia de Christa McAuliffe acentuó el impacto del drama, que fue transmitido en directo por las cadenas de televisión y que se grabó en la memoria colectiva estadounidense.

Luego del accidente, Barbara Morgan siguió trabajando unos meses para la Nasa realizando una gira por Estados Unidos hablando en escuelas y organizaciones educativas para promover la integración de los temas espaciales en la enseñanza.

Luego volvió a enseñar en una escuela primaria en Idaho (noroeste), retomando su carrera de docente iniciada en 1974 en una reserva india de Montana (noroeste).

Luego del accidente del Challenger, la Nasa dudó mucho tiempo si continuar con este proyecto de enviar una maestra al espacio o integrarla al cuerpo de astronautas, como realiza con cientí­ficos e ingenieros desde el programa Apollo de conquista de la Luna, en los años 60.

Inicialmente, este cuerpo estaba exclusivamente formado por pilotos de prueba de la Fuerza Aérea y aeronaval, que todaví­a son numerosos.

La agencia espacial finalmente optó por la integración, destacando que Barbara Morgan se habí­a convertido en astronauta.

En la misión del Endeavour, Morgan participará activamente en la descarga de 2,3 toneladas de equipamiento y ví­veres desde el transbordador hacia la ISS, así­ como en la instalación de una plataforma de almacenamiento con la ayuda del brazo mecánico de la estación.

Responderá también a preguntas de escolares de Idaho en una conferencia de prensa.

«Los astronautas, como los maestros, aprenden, exploran, descubren y comparten lo que aprendieron y descubrieron, y eso es lo que es importante», dijo recientemente la maestra.