Lista Roja para proteger un patrimonio excepcional, el de Perú


El Consejo Internacional de Museos (ICOM) presentó ayer en Parí­s su Lista Roja de Antigí¼edades Peruanas en Peligro, destinada a prevenir la venta ilí­cita de objetos culturales en el mercado del arte y, por tanto, a proteger el patrimonio del Perú.


En conferencia de prensa en el Museo del Quai Branly de Parí­s, Michel Van Praí«t, miembro del consejo ejecutivo del ICOM, explicó que la Lista Roja tiene por ambición una «protección amplia», al incluir las categorí­as de piezas que son habitualmente blanco de saqueo y de tráfico ilegal, y no la simple identificación de objetos individuales robados.

Una medida tanto más necesaria cuanto muchas antigí¼edades peruanas que circulan en el mercado del arte proceden de excavaciones clandestinas, un fenómeno que, además del robo del objeto, tiene como consecuencia la destrucción de los sitios arqueológicos y «la pérdida irreparable del contexto social y cultural» de los mismos, como señaló Jean-Pierre Delpuech, encargado de las colecciones americanas del Quai Branly.

El embajador de Perú en Francia, Harry Belevan McBride, que participó también en la conferencia de prensa, evocó la riqueza cultural de su paí­s y citó al arqueólogo Georges Lommé para afirmar que la costa norte peruana «es, junto con Egipto, la zona de mayor densidad arqueológica del planeta».

El interés por esa riqueza cultural tiene «como irónico efecto colateral el aumento de las subastas de bienes culturales peruanos y del precio de los objetos concernidos», dijo.

Y con ellos, el tráfico ilí­cito, un fenómeno que no logran detener las legislaciones nacionales ni las convenciones internacionales, por lo que la Lista Roja del ICOM es un instrumento «esencial para reforzar y ampliar la protección» de los bienes culturales, estimó Belevan McBride.

«Lamentablemente, las urgencias extremas que sufre todaví­a un gran porcentaje de la población peruana» y «la existencia de organizaciones delictivas transnacionales, que explotan esas urgencias, siguen creando una situación en la que el Perú y la comunidad internacional tienen todaví­a mucho por hacer», señaló el embajador.

En ese marco, es «legí­timo advertir a las casas de venta y a los compradores potenciales de bienes culturales sobre el hecho de que el tráfico provocado por su demanda tiene a veces por consecuencia el desarrollo de organizaciones» delictivas, y a través de ellas «la destrucción del patrimonio, el robo, las excavaciones clandestinas, el contrabando, la corrupción, el blanqueo de dinero, la estafa y la falsificación».

McBride recordó que la legislación peruana prohí­be desde 1922 la salida de territorio nacional de bienes culturales sin autorización y que, por tanto, Perú considera que la exportación de cualquier bien cultural peruano «es de origen ilí­cito» y los derechos del paí­s sobre ellos imprescriptibles.

Tras ello, hizo hincapié en los esfuerzos del Perú para recuperar obras de su patrimonio en el extranjero, señalando que en 2007 fueron repatriadas 450 piezas desde diversos paí­ses «y se prevé una cifra en alza significativa para 2008».

El ICOM es una organización no gubernamental que colabora estrechamente con la UNESCO y uno de sus objetivos prioritarios es la lucha contra el tráfico ilí­cito de bienes culturales.

Dirigida a museos, casas de venta, marchantes de arte y coleccionistas para que se aseguren antes de cualquier adquisición de que las piezas tienen todas las garantí­as necesarias, la Lista se presenta también como una herramienta para facilitar el trabajo de identificación por parte de los servicios de policí­a y de aduanas.

La Lista Roja de Perú incluye 18 categorí­as de bienes culturales, divididas en dos partes: periodo prehispánico (textiles, cerámica, objetos de metal, fardos funerarios, etc.) y perí­odo colonial y republicano (cuadros, esculturas, orfebrerí­a, documentos, etc.).

Esta es la quinta Lista Roja publicada por el ICOM, después de las consagradas a los bienes culturales en peligro de ífrica, América Latina, Irak y Afganistán.