Una noche en vela tratando de darle forma a una idea, es una mala noche, pero puede ser la más productiva de su vida.
Así pasa uno a veces las noches de su vida, unas durmiendo y otras creyendo que está produciendo, pero desafortunadamente sin querer, le amarga la vida a los que no piensan igual que uno.
Una de mis grandes inquietudes es porque si el hombre sueña con la libertad, la independencia económica de él y de su familia, un vehículo moderno para movilizarse a donde quiera sin pedirle permiso a nadie, su bonita casa para estar al lado de su familia, etc. porque admira y clama por la vida que le da Fidel Castro al pueblo cubano.
Para tratar de resolver esa inquietud, quiero retroceder a los años de mi juventud, cuando con unos primos segundos, hijos de familias medio acomodadas y nietos de hacendados, nos llevábamos muy bien, pues teníamos esos mismos sueños y por eso luchábamos, pero cuando afloraba el tema político, su frase favorita era: «Cuando Cuba fue liberada del yugo imperialista, se oyó un grito en la alborada, viva Cuba comunista».
Los años pasan y ellos lograron sus sueños, no precisamente los de ir a vivir a Cuba. Ya que además de tener sus bonitas empresas, una vivienda en colonias residenciales, vehículo último modelo, la mayoría, hasta quisieron comprar las haciendas que habían pertenecido a sus abuelos y que también habían pertenecido a nuestros bisabuelos.
Suena paradójico, pues siguen siendo adoradores de Fidel Castro, siendo que algunos hasta estudiaron en la Unión Soviética.
La única respuesta que he encontrado y que lo considero una hipótesis, es que los sueños y la rebeldía son paralelos, pero la mayoría de veces no se juntan, pues aparte son los sueños y aparte es la rebeldía.
Desde la llegada de Arbenz al poder, el tema de conversación en los últimos 50 años ha sido contra el imperialismo, lo cual ha hecho que se genere una rebeldía antiimperialista, siendo que a pesar de que mis primos han cumplido sus sueños, siguen admirando al rebelde que se quitó el yugo imperialista, pero de eso a querer vivir como viven los cubanos, por lo menos para ellos no creo que sería aceptable.
Ahora yo me pregunto, de que sirve que alguien como Fidel le quite ese yugo que usted siente que le pesa, pero a cambio le coloca 7 o más yugos, conculcando todas sus libertades. Por eso con lograr una vida mejor, uno cumple sus sueños, y con admirar o idolatrar a Fidel Castro cumplen su rebeldía, pero ni por baboso viviría bajo ese sistema.
Uno cuando ve películas del Oeste de los Estados Unidos, ve las grandes cantidades de caballos que son dirigidos por el caballo más chispudo, o las manadas de búfalos, al ver eso cree que eso no le puede pasar a los humanos, pero usted lo vio en Alemania, lo ve en las religiones y lo ve en el altiplano. Parece que el humano también está sujeto a ir a donde va Vicente.
A los que me acusan de troglodita y de que soy una persona que no pienso, los invito a que busquen en todas las enciclopedias la frase con que encabezo esta opinión, pero no la encontrarán, pues la escribí hoy para usted, como un regalo de Navidad.