La problemática actriz ha completado satisfactoriamente la primera fase de su rehabilitación en la clínica Betty Ford, por lo que ahora estará alojada en una residencia cercana a la instalación principal, donde está recibiendo «tratamientos residenciales diarios».
En su nuevo emplazamiento, Lindsay puede disfrutar de actividades supervisadas así como hacer su propia compra.
Un portavoz de la clínica dijo sobre su nueva casa: «A ningún paciente se le permite salir solo».
Sin embargo, la familia de Lindsay no podrá visitarla en esa residencia dado que los encuentros sólo pueden tener lugar en la casa principal los domingos por la noche.
Dina, la madre de Lindsay, ha revelado que su hija lo está haciendo muy bien en la clínica y cree que por fin se va a recuperar. «Es una persona diferente. Ha estado en un par de centros pero para mí este centro le ha cambiado realmente».
Dina, quien está divorciada del padre de Lindsay, también admitió que Lindsay es una adicta, algo que siempre había negado en el pasado. Cuando fue preguntada por qué nunca antes había querido reconocerlo, Dina dijo al programa americano de televisión «Today Show»: «Eso lo tenía que admitir Lindsay. Como madre no podía contarle al mundo su problema. Eso lo tenía que hacer ella.