El ministro brasileño de Cultura, el popular cantautor Gilberto Gil, propuso este miércoles limitar la protección de los derechos de autor, al inaugurar en Brasilia un encuentro hemisférico sobre diversidad cultural.
Gil dijo que deben crearse «políticas culturales que contribuyan a que los derechos de autor y de los inversores estén en equilibrio con los derechos de acceso (del público) y de uso justo», en el marco de la apertura de un seminario cultural.
Informó que el gobierno brasileño está elaborando una propuesta sobre derechos de autor que procura actualizar el marco legal.
El ministro criticó la rigidez y la concentración de la titularidad de los derechos en manos de grandes corporaciones en ámbito internacional.
«Hay diversos programas que buscan el equilibrio y la Convención (sobre protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales) nos permite legitimar esa acción sin que seamos acusados de proteccionismo o intervencionismo», declaró el ministro en una entrevista colectiva.
La convención, aprobada en 2005 por los estados miembros de la Unesco y que hace pocos días realizó su primera conferencia, reafirma los derechos soberanos de los Estados para adoptar políticas de protección y promoción de las expresiones culturales en sus territorios, asegurando la libre circulación de pensamiento y obras.
El ministro brasileño defendió la adopción de metas que permitirán el avance de los países hacia mecanismos semejantes a los creados por el Protocolo de Kyoto (que establece compromisos de reducción de emisión de gases que causan el efecto invernadero).
«Tal vez lleguemos a la conclusión de que niveles de uniformización y homogeneización en el mercado cultural son mensurables como niveles de monóxido de carbono en el aire», indicó Gil.
El ministro propuso «desarrollar la economía de la cultura como sector estratégico para el desarrollo, promoción de la autonomía y de la innovación, estimular las pequeñas empresas culturales e impedir monopolios económicos que causan efectos de censura privada y de restricción a la democracia».
Gilberto Gil, ministro de cultura de Brasil.