La liga italiana de fútbol votó en contra del convenio laboral firmado por sus jugadores y ahora asoma la posibilidad de una huelga en la Serie A.
Con votación de 18-2, la liga rechazó hoy el contrato propuesto por los futbolistas y recalcó su deseo de realizar dos enmiendas al texto.
Los clubes quieren modificar el artículo 7 para que los técnicos puedan obligar a los jugadores a quienes no quieren retener que se entrenen aparte del primer equipo o acepten una transferencia.
Los clubes también demandan la inserción de una cláusula para que los futbolistas abonen un nuevo impuesto a la solidaridad aplicado a quienes ganan más, dispuesto recientemente por el gobierno italiano como parte de su plan de austeridad.
Los jugadores anunciaron este mes que decretarán una huelga si no se firma un nuevo convenio laboral antes del comienzo de la temporada previsto para el sábado.
Las reuniones de emergencia continuaban el miércoles, y el presidente de la federación italiana de fútbol, Giancarlo Abete, se encargaría de mediar el impasse.
El conflicto entre los jugadores y la liga está planteado desde que expiró el último contrato colectivo en junio de 2010.
Los futbolistas fijaron dos fechas de huelga durante la primera mitad de la temporada anterior, que fueron evitadas gracias a acuerdos verbales a último momento.
El campeonato debe empezar el sábado con el clásico toscano Fiorentina vs. Siena y la visita del campeón Milan a Cagliari. El domingo deben jugar: Napoli vs. Genoa; Atalanta vs. Cesena; Bologna vs. Roma; Inter vs. Lecce; Lazio vs. Chievo Verona; Novara vs. Palermo; Parma vs. Catania, y Udinese vs. Juventus.
Una huelga de futbolistas canceló la primera jornada de la liga española.
Aunque ha habido numerosas amenazas en los últimos años, la única vez que los futbolistas italianos de primera división hicieron huelga fue en marzo de 1996. Entre otras cuestiones polémicas en esa ocasión estaba el llamado dictamen Bosman, que estableció el derecho de los jugadores a cambiar de club libremente tras la expiración de sus contratos y consideró ilegales los límites estrictos a los extranjeros.
Lejos de un acuerdo
Los futbolistas españoles y la liga no progresaron ayer en las negociaciones para resolver el impasse laboral que mantiene paralizado el inicio de la temporada por una huelga de los jugadores.
Las partes se reunieron durante unas seis horas y no lograron un acuerdo para firmar un nuevo convenio laboral que ponga fin a la huelga que obligó a suspender la primera fecha el fin de semana pasado y que amenaza también la segunda jornada.
«Las posturas siguen alejadas, mañana tendremos otra reunión para intentarlo», dijo a la salida de la reunión el presidente de la Liga de Fútbol Profesional, José Luis Astiazarán, según reportó la agencia Europa Press.
Astiazarán dijo que volverán a reunirse el miércoles para intentar «acercar posturas».
El gerente de la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), Luis Gil, acusó a la LFP de no ceder en sus posturas.
«La situación no ha cambiado mucho», señaló Gil, según Europa Press.
Los futbolistas decretaron la huelga en busca de un convenio laboral que garantice el pago de los salarios adeudados por los clubes, que según los jugadores ascienden a unos 72 millones de dólares.